Tupolev Tu-95, uno de los bombarderos destruidos por Ucrania

Tupolev Tu-95, uno de los bombarderos destruidos por Ucrania Wikimedia

Aviación y Espacio

Los aviones rusos destruidos por Ucrania en la Operación Telaraña: de bombarderos nucleares a radares aéreos

Ucrania ha ejecutado un ataque avanzado que ha conseguido destruir un número importante de modelos críticos para las Fuerzas Armadas de Putin.

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La operación Telaraña que ha ejecutado Ucrania contra Rusia supone un punto de inflexión tanto en su particular guerra como en la doctrina de las operaciones militares de todo el planeta. Un ataque, preparado durante 18 meses, que ha conseguido ejecutarse en el corazón del país de Putin.

La comparación más directa es la de un Caballo de Troya del siglo XXI. Un número indeterminado de camiones se dirigieron, de forma coordinada por el Servicio de Seguridad Ucraniano (SBU), a varias bases aéreas de Rusia con drones bomba en su interior.

De forma sincronizada, desde los remolques, comenzaron a salir enjambres de estas aeronaves no tripuladas, pero cargadas con explosivos, cuyo único objetivo fue el de inmolarse pegados a las aeronaves.

Tu-22M3 en pleno vuelo.

Tu-22M3 en pleno vuelo. Wikipedia Commons Omicrono

Los receptores de las explosiones no fueron aviones cualquiera. El ataque, reconocido por Kiev, se dirigió expresamente a los bombarderos que Rusia lleva usando más de 3 años para ejecutar ataques contra suelo ucraniano, y hacia los aviones de alerta temprana, empleados para vigilar el espacio aéreo.

Que se conozca oficialmente, se han registrado bajas de los bombarderos estratégicos Tu-95MS y Tu-22M3 que forman parte igualmente del eje central de la disuasión nuclear del Kremlin. Algunos medios y analistas apuntan incluso a la pérdida de entre el 30 y el 40% de unidades operativas.

En cuanto al avión de alerta temprana, el modelo afectado es el A-50, una de las aeronaves más caras de cuantas Moscú tiene y más difícilmente reemplazable al tratarse de tecnología muy específica y cuya línea de producción cerró hace décadas.

El gigante Tu-95MS

Los Tu-95MS son una de las plataformas de despliegue nuclear más importantes de toda la fuerza aérea rusa, conformando la espina dorsal de los bombarderos de larga distancia y que el Kremlin ha empleado en varias ocasiones para atacar a Ucrania con munición convencional.

A pesar de que el Tupolev Tu-95 levantó el vuelo en los años 50, la versión afectada por la Operación Telaraña corresponden a la versión modernizada Tu-95MS, que comenzó su producción en serie a principios de los 80, suponiendo un salto tecnológico importante respecto a la versión base.

Ya en los últimos años, Rusia ha anunciado en varias ocasiones la ampliación de la vida útil del bombardero con programas de mantenimiento y modernización que planean alargar su vida hasta los años 40 de este siglo.

Bombardero Tupolev Tu-95MS en pleno vuelo

Bombardero Tupolev Tu-95MS en pleno vuelo Royal Air Force

Actualmente, ostenta el título de único bombardero estratégico impulsado con motores turboprop y también uno de los más ruidosos debido a su doble hélice a contrarrotación por cada uno de los motores.

Cuenta con una tripulación compuesta por 8 personas entre piloto, copiloto, ingenieros de vuelo y encargado de la ametralladora de cola.

Tiene un peso máximo al despegue de 188 toneladas y su planta motriz está compuesta por 4 propulsores NK-12 Kuznetsov de 15.000 caballos de potencia cada uno, que le permite volar a 15.000 metros a más de 900 km/h.

En lo relativo al armamento, además de las ametralladoras de 23 milímetros para autodefensa de la aeronave —que nunca suelen viajar en solitario, sino escoltadas por cazas—, dispone de un espacio de carga de 15.000 kilogramos para acomodar todo tipo de bombas, nucleares incluidas.

Tu-22M3

La versión Tu-22M3 entró por primera vez en servicio en 1989 en los últimos compases de la Unión Soviética y, posteriormente, ha conformado el pilar bombardero de las Fuerzas Aéreas de la Federación Rusa.

Se trata, al igual que ocurre con el Tu-95MS, de una versión modernizada que parte de la base del Tu-22, presentado a principios de los años 60 en pleno auge de la Guerra Fría.

Tu-22M3

Las principales diferencias del Tu-22M3 respecto a la versión anterior son la incorporación de nuevos motores sensiblemente más potentes, un radar más avanzado y ciertos retoques aerodinámicos que consiguen aumentar la velocidad máxima y la autonomía un 33%.

Cuenta con 42 metros de largo por 34 de envergadura cuando tiene las alas totalmente desplegadas en posición de baja velocidad. A velocidades superiores las alas se repliegan formando una flecha con el fuselaje del Tupolev dando unos 23 metros de envergadura.

Puede alcanzar un techo de vuelo de 13.000 metros con una autonomía en modo combate de 2.500 kilómetros con una configuración típica de 10.000 kilogramos de armamento a bordo.

El ataque de la Operación Telaraña no ha sido la primera vez que tiene a los Tu-22M3 como objetivo. En abril de 2024, el Ministerio de Defensa ucraniano informó que habían conseguido derribar uno de estos bombarderos.

Los ojos en el cielo

El tercer modelo de aeronave alcanzado por los drones de Ucrania es el Beriev A-50. Se trata de un avión de alerta temprana, característico por incorporar un gran radomo de radar en una superestructura sobre el fuselaje.

Voló por primera vez en 1978 y se puso oficialmente en servicio en 1985, cuando la Guerra Fría se encontraba dando los últimos coletazos y los aviones de alerta temprana estadounidenses superaban en número y capacidades a los soviéticos.

Beriev A-50

Beriev A-50 Wikimedia

Durante la guerra contra Ucrania, esta aeronave rusa ha sufrido algunos ataques por parte de drones lanzados por el ejército de Zelenski. El primero de ellos se registró en febrero de 2023, un año después del comienzo de la invasión, dejando la aeronave inutilizada.

Este tipo de aviones se emplean como radares aéreos que sirven para conocer, con la suficiente antelación, los movimientos de los enemigos. De esta forma, Rusia puede saber la posición de los cazas de Ucrania y de algunos modelos de drones de gran tamaño.

Desde que entró en servicio, la aeronave ha gozado de cierto éxito internacional con unidades presentes en India o Corea del Norte, además de la creación de diferentes versiones modernizadas y adaptadas a otros usos más específicos.

Esta aeronave mide 46,6 metros de largo por 50 de envergadura y puede alcanzar un peso máximo al despegue de 190 toneladas. Sus cuatro motores le permiten una velocidad de crucero de 800 km/h y mantenerse durante más de 4 horas a 15.000 metros de altitud.