Dron Valkyrie
Airbus se alía con la industria de EEUU para desarrollar un avión no tripulado para el combate sincronizado con cazas
La compañía aeroespacial busca diseñar una aeronave autónoma para las fuerzas aéreas europeas, con Alemania como primer cliente del proyecto.
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Las plataformas autónomas serán un pilar indispensable ante la complejidad de los escenarios bélicos del futuro. Como prueba solo basta observar el protagonismo que han tenido los drones, en todos sus tamaños y propósitos, a lo largo de los más de tres años de guerra en Ucrania. Así, la colaboración hombre-máquina se prevé decisiva.
Quizá donde esta necesidad se vuelva aún más relevante sea en el combate aéreo, donde los pilotos de caza deberán coordinar sus ataques con aeronaves no tripuladas capaces de llevar a cabo numerosas y diversas misiones. No son pocos los países que están inmersos en el desarrollo de este tipo de tecnología.
La estadounidense Kratos Defense es una de las empresas que lleva la delantera en esta materia a nivel internacional, gracias a su avión de combate colaborativo no tripulado XQ-58A Valkyrie, un dron capaz de sincronizarse con cazas y combatir codo a codo con experimentados aviadores.
Esta experiencia es la que ha llevado a Airbus a aliarse con la compañía con sede en San Diego (California). El gigante aeroespacial europeo trabajará junto a Kratos para desarrollar una aeronave que, en base al diseño del Valkyrie, equipe su sistema de misión. La idea es dotar con este sistema a la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, de cara a 2029.
Desde Airbus han destacado que la arquitectura de su sistema de misión está diseñada de tal forma que puede integrarse perfectamente tanto con el Valkyrie como con otras plataformas ya existentes o en desarrollo, en el creciente ecosistema de sistemas tripulados o autónomos.
En este sentido, desde la compañía aeroespacial han subrayado que, si bien este proyecto tendrá como primer beneficiario a Alemania, esta colaboración también proporcionará capacidades cruciales a todos los combatientes europeos antes de que finalice la década.
"En el actual contexto geopolítico disruptivo, nuestros clientes han expresado una demanda urgente de aeronaves de combate colaborativo. Esta alianza ayudará a acelerar la capacidad de defensa de Europa, a la vez que fortalecerá los lazos transatlánticos de la OTAN", ha asegurado el CEO de Airbus Defence and Space, Mike Schoellhorn.
Un dron que dispara drones
El XQ-58A Valkyrie, desarrollado por la empresa Kratos Defense, es considerado el dron guardaespaldas de Estados Unidos dado que, entre otros muchos propósitos, puede interponerse entre un misil y un caza tripulado, sacrificándose para salvaguardar la vida del piloto.
Esta aeronave, cuyo primer vuelo tuvo lugar en 2019, ha sido diseñada para operar junto a cazas F-35 y los F-15 EX, la nueva versión del mítico avión de la desaparecida McDonnell Douglas, sincronizándose con sus cabinas, tal como se ha demostrado en el mencionado adiestramiento.
Dron Valkyrie de la empresa Kratos
Una de las principales características del Valkyrie es su capacidad de transportar bombas de pequeño tamaño e incluso otros drones. En 2021, llevó a cabo el lanzamiento del sistema Altius 600, un dispositivo de tan solo 12 kilogramos que puede alcanzar una velocidad de crucero de 111 kilómetros por hora. A su vez, estos pequeños drones, con una autonomía de cuatro horas, pueden albergar cargas explosivas y todo tipo de sensores, cámaras y tecnología de inteligencia de señales.
Avances de EEUU
La Fuerza Aérea de Estados Unidos (US Air Force) ha dado un paso decisivo en este sentido a principios de este mes, cuando dos pilotos de aviones F-16C Fighting Falcon y F-15E Strike Eagle controlaron dos drones Valkyrie, durante un adiestramiento en la base de Eglin, en Florida.
Con este entrenamiento, la US Air Force ha puesto en relieve que las denominadas plataformas colaborativas autónomas (ACP) sirven como multiplicadores de fuerza, al tiempo que reducen la carga de trabajo del piloto y mejoran tanto la conciencia situacional como la eficacia de la misión.
"Al desarrollar e integrar plataformas autónomas con sistemas tripulados, podemos adaptarnos rápidamente, aumentar la efectividad en combate y reducir el riesgo para nuestras tripulaciones aéreas en entornos disputados", ha señalado el general Jason E. Bartolomei, comandante del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL), institución encargada de ejecutar las pruebas.
Desde el ejército estadounidense sostienen que este tipo de evaluaciones es la mejor forma de abordar los requisitos cambiantes de la guerra moderna, de acuerdo a parámetros señalados por sus propios combatientes.
"Nos permiten aprender rápidamente y mejorar nuestros equipos hombre-máquina", ha asegurado el general Ken Wilsbach, comandante del Comando de Combate Aéreo. "Este enfoque es fundamental para perfeccionar nuestras capacidades de combate, mantener la superioridad aérea y garantizar que podamos apoyar eficazmente a la fuerza conjunta en futuros entornos complejos".
Los 'remote carriers' del FCAS
Otro de los proyectos industriales que apuesta por la combinación entre cazas y sistemas autónomos no tripulados es el FCAS, el programa que reúne a Alemania, Francia y España -con Airbus, Dassault Aviation e Indra como respectivos coordinadores industriales nacionales- y que persigue el desarrollo de un nuevo avión de combate de sexta generación.
La aeronave resultante será "un sistema de sistemas", tal como lo han definido sus desarrolladores, gracias a una nube de combate que permitirá integrar múltiples plataformas, ya sean aéreas, terrestres, navales o satelitales.
FCAS junto a los drones que le acompañan
Una de ellas son los llamados remote carriers (RC), vehículos aéreos no tripulados que volarán en coordinación con el caza con el objetivo de complementar y maximizar las capacidades de los pilotos. De acuerdo a lo informado por Airbus, existirán dos versiones de estos sistemas: una ligera y otra pesada, ambas con un diseño modular.
Estos RC podrán ser lanzados desde el propio avión FCAS como también de los actuales cazas Eurofighter. No obstante, recientemente, desde la empresa aeroespacial han apostado por que los mismos sean desplegados desde un A400M, aeronave que operaría como una nave nodriza para drones.
El objetivo es que estos sistemas autónomos ejecuten misiones de reconocimiento, inteligencia, guerra electrónica e incluso ataque. La idea es que sean desechables, por lo que será imprescindible que su costo de producción sea lo más bajo posible.