Gazatíes van a buscar agua tras el anuncio del plan de paz

Gazatíes van a buscar agua tras el anuncio del plan de paz Reuters

Oriente Próximo

El 'sí' de Hamás al acuerdo de paz de Trump abre un 'rayo de esperanza' en una Gaza todavía asediada por los tanques

Un día después del anuncio, los gazatíes volvieron a salir a la calle para ir al mercado o recoger agua.

Más información: Trump advierte a Hamás de que no aceptará "retrasos" y Palestina pide responsabilidad para alcanzar la paz.

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La respuesta positiva de Hamás al plan de paz para Gaza de Donald Trump dejó perpleja a buena parte de la población de la franja, que al fin vislumbra un "rayo de esperanza" para el inicio del conflicto. Por primera vez, aparece una luz al final del túnel en el que llevan inmersos casi dos años.

"Que el sufrimiento del pueblo de Gaza se alivie, el pueblo de Gaza está entre los oprimidos de la tierra y cualquier rayo de esperanza para el pueblo oprimido es una victoria", dijo Sharif al-Fakhouri a la agencia Reuters.

Un día después del anuncio de su postura favorable al plan de paz, y de que Trump exigiese el cese de los bombardeos contra la franja, los habitantes de la capital volvieron a salir a la calle para hacer cosas tan mundanas como ir al mercado o intentar acceder, sin éxito para ellos, a sus casas.

Aunque la esperanza parece latente, aún quedan varias cuestiones por resolver, como el hecho de que Hamás realmente acepte el desarme o que Israel cumpla su parte del acuerdo y cese los ataques sobre la población civil.

"No se dejen llevar por el optimismo. Habrá rondas de negociaciones sobre los detalles. El Diablo siempre está en los detalles", comentó Ibrahim Fares a la BBC.

Habitantes de Gaza tras el anuncio de Hamás

Habitantes de Gaza tras el anuncio de Hamás Reuters

El grupo palestino ya ha aceptado la liberación de los rehenes israelíes, incluidos los cuerpos de aquellos que fallecieron durante el cautiverio, también han dejado muchas otras cuestiones sin abordar, lo que abre la posibilidad a que el plan de Trump nunca llegue a puerto. El inicio de las negociaciones está ya previsto para este mismo lunes.

Algunos vecinos, según explica la BBC, tienen miedo de que, en realidad, Hamás haya "caído en una trampa" y que Israel recupere a sus rehenes solo para reanudar la guerra.

"Espero que los negociadores tengan un alto sentido de la responsabilidad y negocien basándose en el Corán", recalcaba Iman Abu Aqleh, de 40 años, en otro de los testimonios recogidos por EFE.

El líder norteamericano ya ha dado el primer aviso a Hamás a través de su propia red social, Truth Social, en el que, asegura, "no aceptará retrasos" en la entrega de los rehenes. 

De momento, Israel no cesa sus ataques sobre la franja. Durante el sábado, más de 50 gazatíes murieron a causa de fuego israelí. Ocurrió el mismo día en el que el presidente estadounidense felicitó a Netanyahu por el cese de los bombardeos.

Una familia en Gaza

Una familia en Gaza Reuters

Si bien los tanques se llegaron a retirar durante la mañana, tan solo se apartaron unos 200 metros, evitando así que los civiles pudieran acercarse a las zonas residenciales. Los que sí lo consiguieron, recibieron como respuesta el fuego israelí, según retaló EFE.

"No tengo motivos para estar alegre. Cada minuto veo a alguien muerto", afirmó Iman desde la zona costera de Al Shati, donde se refugian muchos desplazados de la capital.

"Después de dos años de guerra hemos muerto de hambre. Hemos pasado un sufrimiento que solo Dios conoce. Si Hamás no acepta, le pido a Netanyahu que nos bombardee con (armas) químicas para que muramos todos", dijo Naama Aliua, de 64 años, que vive en una tienda en el puerto, cerca del mar.

"Nos alegra que la guerra termine porque estamos hartos del hambre", aseguró una ciudadana palestina ante las cámaras de la Sexta.

"Me lo creeré cuando lo vea", continúa. Otros, como la madre de uno de los cautivos, ven todo con "esperanza".

Una niña empuja una silla de ruedas en Gaza

Una niña empuja una silla de ruedas en Gaza EFE

Cuando la ilusión inicial se vuelve algo más tenue, queda otra gran pregunta: "¿Y ahora qué?" Lo que pasará después es la gran incógnita que le queda a todos los gazatíes, con sus ciudades destrozadas, familiares perdidos y muy pocos recursos para seguir adelante.

"Espero que esta sea la última guerra, con la bendición de Dios. Le pido a Dios que pare esta guerra ¡y que pare esta sangre! Nuestros hijos se han convertido en pedazos. El cuerpo de mi hijo Mohamed fue despedazado", concluyó otra vecina de Gaza.