Una mujer frente a las ruinas de varios edificios en Jan Yunis, al sur de Gaza.

Una mujer frente a las ruinas de varios edificios en Jan Yunis, al sur de Gaza. Reuters

Oriente Próximo

El plan de Israel para Rafah: 'islas humanitarias' para desplazados e 'inundar' Gaza con ayuda

El portavoz de las FDI ha hecho el anuncio tras varios días de tensiones con Estados Unidos, que está en contra de una invasión en Rafah. 

15 marzo, 2024 02:57

Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes, anunció este jueves un plan para la evacuación de Rafah, algo que sus principales aliados llevan tiempo demandando. Aunque el objetivo principal tanto de Estados Unidos como de la ONU es que dicho ataque no se produzca en ningún caso, las palabras de Hagari parecen mostrar una preocupación por los civiles que hasta ahora se había echado de menos.

Según Hagari, una parte "significativa" del millón y medio de desplazados que la ONU calcula que viven hacinados tras cinco meses de guerra en Rafah, ciudad fronteriza con Egipto, sería reubicada en "islas humanitarias" situadas en el área central de Gaza.

Dichas zonas se establecerían con la ayuda de la comunidad internacional, en palabras del portavoz, y en ellas habría acceso suficiente a comida y agua potable como para garantizar al menos la supervivencia de los desplazados, algo que no está tan claro en caso de quedarse en Rafah durante la ofensiva israelí.

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El anuncio de Hagari es sin duda positivo en un momento de intensa tensión diplomática, pero sigue siendo algo vago. De entrada, no está consensuado con la "comunidad internacional" a la que menciona. Ni siquiera sabemos a quién se refiere exactamente con ese término.

¿Incluye, por ejemplo, a la ONU y, más en concreto, a la UNRWA, con la que Israel mantiene un agrio contencioso desde hace años? Sin ir más lejos, este mismo jueves, el ejército israelí bombardeó un almacén de la agencia humanitaria alegando que en él se escondía el terrorista de Hamás, Muhammad Abu Hansa.

Vistas desde Rafah de una columna de humo en Jan Yunis.

Vistas desde Rafah de una columna de humo en Jan Yunis. Reuters

Tampoco queda claro dónde se ubicarían dichas "islas" ni cómo se haría para albergar en ellas a un millón y medio de personas. Hay que recordar que cuando hablamos de "la Franja de Gaza", hablamos de un territorio diez veces menor que la provincia de Pontevedra, por poner un ejemplo.

Hagari no especifica quién mantendrá el orden en esas zonas humanitarias, puesto que las FDI no van a encargarse, ni concreta qué requisitos se pedirán para autorizar los desplazamientos. Al fin y al cabo, si Israel está empeñada en atacar Rafah es por su convencimiento de que la ciudad está llena de terroristas de Hamás.

"Inundar" Gaza de ayuda

A todas estas dudas, hay que añadir el mismo hecho de que el plan de evacuación de Rafah implica un ataque a Rafah, algo que el presidente estadounidense Joe Biden calificó recientemente de "línea roja" en el apoyo de su país a Israel. Aunque después matizó que "nunca dejaría solo" al Estado hebreo, está por ver qué respuesta recibe Netanyahu de Estados Unidos si sigue adelante con su operación militar.

Las relaciones entre ambos países están atravesando su peor momento en décadas. Hagari quiso hacer un guiño a la retórica del secretario de Estado, Antony Blinken, al declarar que su objetivo era "inundar" de ayuda humanitaria la Franja de Gaza, algo que el responsable de exteriores estadounidense había solicitado hace pocos días utilizando esas mismas palabras.

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Pese a este intento de acercamiento, las desavenencias entre el gobierno de Netanyahu y la administración Biden no han hecho más que crecer en las últimas horas.

A las críticas públicas del propio Biden y de su vicepresidenta Kamala Harris, y a la inclusión en el informe anual de la CIA y la NSA del supuesto peligro al que se enfrentaba la coalición de ultraderecha en Israel, hubo que añadir este jueves las palabras de Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado.

Varias personas caminan por los restos de Jan Yunis, al sur de Gaza.

Varias personas caminan por los restos de Jan Yunis, al sur de Gaza. Reuters

Schumer reconoció que Netanyahu probablemente esté haciendo lo que considera mejor para la seguridad de su país, pero consideró intolerable el trato a los civiles palestinos a lo largo de la intervención militar.

Además, advirtió al primer ministro de que Israel "no puede sobrevivir si se convierte en un paria" en el tablero internacional, y pidió la convocatoria de elecciones para elegir un nuevo líder. Las sextas en cinco años. Es evidente que estas palabras de Schumer, el judío con más poder político en la actual administración, no reflejan solo sus opiniones, sino también las de Biden. Todo el partido demócrata, en general, parece ir en una misma dirección, tal vez buscando captar el voto proisraelí, pero anti-Netanyahu.

Los republicanos, al rescate

Las declaraciones de Schumer han sido duramente criticadas tanto en Israel como por parte de los más destacados representantes del Partido Republicano. Ambos consideran que la administración Biden está tratando a su aliado como si fuera un sirviente. El embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Herzog, afirmó que los comentarios de Schumer "no eran de ninguna ayuda" e incluso resultaban "contraproducentes para los intereses comunes de ambos países".

Desde Tel Aviv, el portavoz del Likud, partido que dirige el propio Netanyahu, defendió que Israel "no es una república bananera, sino una democracia orgullosa de sí misma que decidió elegir a Netanyahu como primer ministro".

En términos similares se pronunció el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell: "Israel no es una colonia estadounidense cuyos líderes tengan que satisfacer los antojos de nuestro gobierno". Solo Yair Lapid, líder de la oposición israelí, estuvo lógicamente de acuerdo con Schumer: "Netanyahu está dañando el objetivo nacional de ganar la guerra y salvaguardar la seguridad de Israel", afirmó.