Las protestas en Irán cumplen un mes con un motín en la cárcel de presos políticos de Teherán como último incidente José Verdugo Edición de vídeo

Oriente Próximo

Crece la solidaridad con las mujeres de Irán: ocho muertos al amotinarse los presos en la cárcel de Evin

La República Islámica se enfrenta a las peores protestas de su historia y, un mes después, se muestra incapaz de contenerlas mientras la solidaridad con las mujeres iraníes se extiende por todo el mundo.

17 octubre, 2022 09:02

La mecha que prendieron las mujeres en Irán al salir a la calle a protestar por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar el velo lleva ya un mes encendida y no presentan síntomas de apagarse. Lo que comenzaron en las calles se trasladó a las aulas y ha llegado incluso hasta las cárceles. Este fin de semana al menos ocho personas han muerto en los incidentes en la prisión Evin en Teherán, que alberga a los presos políticos.

Cuentan las crónicas que en este centro penitenciario "estallaron choques entre presos y funcionarios". Los reos prendieron fuego el almacén de ropa y eso provocó un incendio y desató el caos, según informaba este fin de semana la agencia oficial IRNA.

Las autoridades iraníes se han apresurado a asegurar que no hay vínculos entre las protestas y el incidente de la prisión, pero no se recuerda un incidente similar en el medio siglo de esta prisión levantada por el último sah de Irán, Mohamad Reza Pahlaví.

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Mientras tanto, los jóvenes se echaron a las calles de Teherán, Tabriz, Rasht, Najafabad o Ardebil, ciudad donde el domingo la represión fue especialmente dura.

La República Islámica se enfrenta a las peores protestas de su historia y no sabe cómo contenerlas. Y eso a pesar de que los manifestantes sufren golpes y disparos que han costado la vida a más de un centenar de personas.

Mujeres y jóvenes se lanzan a diario a las calles al grito de "mujer, vida libertad" y lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, algo impensable no hace mucho tiempo.

Una canción que lleva por título 'Baraye' se ha convertido en catalizador de la rabia y el hartazgo de la sociedad iraní. La ha compuesto uno de los músicos más populares del país, Shervin Hajipour. Su éxito fue tan inmediato y arrollador que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó detener al cantante.

El Gobierno iraní intentó boicotear la canción, pero la melodía y la letra se han convertido prácticamente en un himno. De hecho, hay quienes señalan que Hajipour ha captado con 'Baraye' la esencia del sentimiento de la sociedad iraní y que al escucharla se entiende perfectamente el sentido de la revuelta.

Las protestas han ido evolucionando conforme las autoridades han reaccionado: comenzaron con medianas movilizaciones en docenas de ciudades para pasar a las universidades, y de ellas a pequeñas concentraciones, esporádicas y dispersas por las calles, para volver a las facultades.

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Hasta estudiantes de colegios e instituto se han sumado a las protestas haciendo ondear sus velos y pisoteando retratos del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, contra quien también se grita "muerte al dictador".

A Amini se han sumado otras jóvenes como símbolos de las protestas, como son Nika Shakarami, de 17 años, y Sarina Esmailzadeh, de 16, asesinadas en la represión de las movilizaciones, según denuncias de sus familias (de forma accidental según la versión de las autoridades).

Este domingo los estudiantes de la Universidad de Gilan de la ciudad de Rasht cantaban "No queremos espectadores, uniros a nosotros", según vídeos compartidos en redes sociales por el colectivo 1500tasvir. Las imágenes se repitieron en la Universidad de Teherán, donde de nuevo se lanzaron cánticos contra el régimen iraní, según informa Efe.

Represión

La Policía ha reprimido duramente las movilizaciones con el uso de porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y, según la ONU, munición real.

La ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, ha registrado 108 muertos, entre ellas 23 menores, de 11 a 17 años. También hay miles de detenidos, muchos de ellos de 15 años, según un alto cargo de la elitista fuerza militar Guardia Revolucionaria.

Además, han sido arrestados exfutbolistas, activistas, 39 periodistas y fotógrafos, y al menos 19 abogados, algunos de los cuales representaban a detenidos en las protestas, en un intento de silenciar las movilizaciones.

Tributo a Mahsa Amini en Barcelona este pasado sábado.

Tributo a Mahsa Amini en Barcelona este pasado sábado. Reuters

Para acallar las protestas, las autoridades también han impuesto fuertes restricciones de internet, con el corte de los servicios móviles muchos días, la ralentización de las redes fijas y el bloqueó de las aplicaciones de Whatsapp e Instagram, las únicas que no estaban censuradas en el país.

Solidaridad internacional

La fuerte represión policial ha despertado las simpatías de personas de todo el mundo, con protestas frente a las embajadas iraníes, y el apoyo de famosos y políticos.

"Lo que ha despertado es algo que no creo que vaya a poder callarse durante mucho, mucho tiempo", dijo el viernes presidente de EEUU, Joe Biden, quien aseguró que está "impresionado".

También han provocado sanciones de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá contra los cargos e instituciones iraníes implicados en la represión.

Protestas ante el consulado de Irán en Estambul por la muerte de Mahsa Amini.

Protestas ante el consulado de Irán en Estambul por la muerte de Mahsa Amini. Reuters

Por su parte, la Unión Europea (UE) ha llegado a un acuerdo para imponer sanciones a miembros del régimen iraní por estas protestas.

El Gobierno iraní ha acusado a los "enemigos" de las protestas, en concreto a EEUU e Israel, y ha advertido a la UE de que no imponga sanciones o responderá con "reciprocidad". "Estos pequeños disturbios han sido pobremente diseñados por el enemigo por el gran e innovador desarrollo de la nación iraní", dijo recientemente el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, en un discurso que ha mantenido invariable a lo largo del mes.

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Las autoridades forenses iraníes insisten en que Amini falleció por una dolencia previa y no "por golpes en la cabeza y órganos vitales y extremidades del cuerpo", algo que volvió a subrayar el Parlamento este domingo.

En medio de todo el ruido, algunas tímidas voces han expresado dentro del país su desacuerdo con la respuesta del régimen iraní a las movilizaciones. "¿Matáis a tanta gente para demostrar que no matasteis a Mahsa?", se preguntaba en Twitter, de forma capciosa, el exdiputado reformista Mahmud Sadeghí.