La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pronuncia un discurso sobre el Pacto por el Mediterráneo en Bruselas. Reuters
El 'escudo de barro' de la UE contra la IA y los bots rusos: será poco eficaz para no molestar a las tecnológicas de EEUU
El Ejecutivo comunitario sigue sin tener fecha para aprobar sanciones contra la plataforma X de Elon Musk, aliado de Trump, aunque lleva investigando desde hace dos años.
Más información: Bruselas lanza un expediente sancionador contra X por permitir contenidos ilegales y desinformación
En su discurso de investidura para su segundo mandato, Ursula von der Leyen prometió a la Eurocámara como una de sus iniciativas estrella un 'Escudo Europeo de la Democracia' para contrarrestar la desinformación difundida por Rusia y amplificada por las grandes plataformas digitales estadounidenses.
Von der Leyen consideraba prioritario mejorar las herramientas para la detección temprana de "los deepfakes -imágenes falsas de políticos creadas con inteligencia artificial- que han afectado a elecciones en toda Europa".
Un año después, la presidenta de la Comisión ha presentado su esperado Escudo de la Democracia, que más allá de lo atractivo del eslogan se limita a una lista de buenos propósitos y reempaquetado de iniciativas ya existentes, con pocas medidas concretas nuevas y ningún presupuesto específico.
Aun así, Von der Leyen sostiene que esta iniciativa "reforzará los elementos fundamentales que permiten a los ciudadanos vivir nuestros valores democráticos compartidos todos los días: libertad de expresión, medios de comunicación independientes, instituciones resilientes y una sociedad civil dinámica".
En el diseño de este Escudo de la Democracia, Bruselas ha ido con pies de plomo por miedo a desatar de nuevo la ira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha amenazado a la UE con imponer aranceles adicionales si aplica sus normas digitales (Ley de Servicios Digitales y Ley de Mercados Digitales) a los gigantes tecnológicos estadounidenses.
De hecho, la vicepresidenta de la Comisión responsable de Soberanía Tecnológica, la finlandesa Henna Virkkunen, se ha negado a aclarar cuándo tiene previsto aprobar sanciones contra X, la plataforma de Elon Musk a la que investiga desde hace ya dos años por difundir contenidos ilegales y desinformación.
"Se trata de nuevas leyes y es realmente necesario reunir todas las pruebas antes de adoptar cualquier decisión", ha dicho Virkkunen durante la rueda de prensa de presentación del Escudo de la Democracia.
La vicepresidenta de la Comisión responsable de Soberanía Digital, Henna Virkkunen, durante la rueda de prensa de este miércoles
Lo cierto es que los dirigentes de las grandes plataformas, empezando por el propio Musk, se han aliado con Trump en esta legislatura para combatir las leyes digitales europeas.
A la vicepresidenta también se le ha preguntado sobre los vídeos falsos que están difundiendo miembros del Gobierno de Viktor Orbán sobre el líder de la oposición de cara a las elecciones de abril de 2026 en Hungría, pero tampoco ha sabido concretar nuevas medidas más allá de las ya previstas.
"Según la Ley de Servicios Digitales, las plataformas tienen la obligación de evaluar y mitigar todo el tiempo los riesgos sistémicos que plantean para los procesos electorales", ha dicho Virkkunen.
En este ámbito, el Escudo Democrático prevé únicamente "fomentar el desarrollo de herramientas para detectar contenidos generados o manipulados con inteligencia artificial -como los deepfakes que suplantan a políticos- y para identificar nuevos patrones de comportamiento coordinado en redes, desde el uso de bots hasta la amplificación algorítmica".
La Comisión también presentará orientaciones sobre el uso responsable de la IA en los procesos electorales y actualizará el conjunto de herramientas electorales de la Ley de Servicios Digitales.
Pero al mismo tiempo, el equipo de Von der Leyen tiene previsto aprobar la semana que viene una serie de propuestas para flexibilizar y retrasar la aplicación del pionero reglamento sobre Inteligencia Artificial, doblegándose a la intensa presión de las plataformas y de la administración Trump.
La medida más concreta del plan es la puesta en marcha de un Centro Europeo para la Resiliencia Democrática, cuyo objetivo será facilitar el intercambio de información y apoyar el desarrollo de capacidades frente a amenazas comunes, en particular la manipulación de la información y las injerencias extranjeras y la desinformación.
Sin embargo, Bruselas no detalla ni la plantilla que tendrá este Centro, ni su presupuesto, ni su ubicación, ni los plazos para ponerlo en marcha. El Centro se basará además "en la participación voluntaria de los Estados miembros".
También se anuncia una red europea independiente de verificadores de datos, así como apoyo financiero reforzado al periodismo independiente y local, pero de nuevo sin dar cifras ni fechas.