El estudio de Google  advierte de un aumento de las campañas de ciberespionaje dirigidas contra gobiernos, organismos de defensa y centros tecnológicos en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), con el objetivo de obtener ventajas estratégicas y de inteligencia.

El estudio de Google advierte de un aumento de las campañas de ciberespionaje dirigidas contra gobiernos, organismos de defensa y centros tecnológicos en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), con el objetivo de obtener ventajas estratégicas y de inteligencia.

Observatorio de la Defensa

Google advierte de una nueva era de ciberataques híbridos en Europa: objetivos críticos y desinformación coordinada

El informe también advierte del riesgo creciente de ataques combinados que unan sabotaje digital, desinformación y presión geopolítica.

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Europa se prepara para una nueva generación de ataques híbridos que combinarán sabotaje informático, manipulación informativa y operaciones de influencia política, según el informe “Pronósticos de ciberseguridad para 2026” publicado por Google Cloud.

El estudio advierte de un aumento de las campañas de ciberespionaje dirigidas contra gobiernos, organismos de defensa y centros tecnológicos en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), con el objetivo de obtener ventajas estratégicas y de inteligencia.

Los expertos de Google Cloud alertan además de que los proveedores de servicios gestionados y las dependencias de software se están convirtiendo en nuevos puntos vulnerables dentro de las cadenas de suministro europeas, lo que permitiría a los atacantes infiltrarse en múltiples objetivos “con un solo golpe”.

“La guerra digital ya no se libra solo en los servidores, sino también en la mente de los ciudadanos”, destacan los analistas. “El control de la información y la confianza pública se han convertido en activos estratégicos”.

El informe también advierte del riesgo creciente de ataques combinados que unan sabotaje digital, desinformación y presión geopolítica, en un contexto donde “la frontera entre el mundo físico y el digital se desdibuja a gran velocidad”.

“Europa debe ir más allá de la defensa tradicional para contrarrestar la escalada de la guerra híbrida”, advirtió recientemente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en declaraciones citadas por el informe.

Un tablero geopolítico digital

Google Cloud sostiene que el Kremlin refuerza su maquinaria de espionaje y desinformación, mientras China, Irán y Corea del Norte consolidan sus estrategias en el ciberespacio.

Rusia se prepara para una transformación profunda en su estrategia digital. Según el informe de previsiones de Google Cloud para 2026, el Kremlin está reorientando su maquinaria cibernética: de las operaciones tácticas centradas en la guerra de Ucrania hacia objetivos estratégicos globales de largo alcance, con un énfasis creciente en el espionaje, la influencia informativa y la infiltración en infraestructuras críticas internacionales.

Aunque el espionaje sobre el Gobierno y el sector de defensa ucranianos seguirá siendo una prioridad —con el fin de obtener inteligencia clave para operaciones militares o eventuales negociaciones de paz—, Moscú ampliará su radio de acción a Europa y Norteamérica.

“La actividad sostenida de espionaje digital en Occidente y la adopción de tácticas más sofisticadas sugieren una transición hacia el desarrollo de capacidades cibernéticas avanzadas y operaciones de inteligencia con fines políticos y económicos globales”, apunta el informe.

Desinformación y manipulación electoral

El documento advierte también de una evolución significativa en las operaciones de información prorrusas, que se intensificarán contra Estados Unidos, Europa y los países del entorno postsoviético.

Las elecciones seguirán siendo uno de los principales objetivos, con ejemplos recientes de injerencias en Polonia, Alemania, Canadá y Moldavia durante 2025. Estas campañas combinan ciberataques con operaciones coordinadas en redes sociales y medios alternativos para amplificar divisiones políticas y socavar la confianza pública.

Uno de los casos destacados es el de Rumanía, donde la anulación de las elecciones presidenciales de 2024 fue aprovechada por medios prorrusos para difundir narrativas sobre una supuesta “interferencia occidental” y presentar la decisión del Gobierno como “un intento de las élites de silenciar al pueblo”.

China, Irán y Corea del Norte

El informe sitúa a China como el actor con mayor volumen operativo en el ciberespacio, centrado en campañas sigilosas, explotación de vulnerabilidades de Día Cero y acceso a proveedores externos de la cadena de suministro global.

En paralelo, las tensiones geopolíticas —aceleradas por el intercambio de ataques entre Irán, Israel y Estados Unidos en 2025— seguirán alimentando campañas de ciberespionaje, operaciones disruptivas y estrategias de influencia informativa dirigidas contra Israel y sus aliados.

“La competencia global, las restricciones a las exportaciones impuestas por Estados Unidos y el creciente auge de la inteligencia artificial podrían incentivar nuevas acciones de espionaje. Este escenario refuerza la necesidad de adoptar estrategias de defensa en red más robustas y con múltiples capas de protección”, según Google.

Irán, por su parte, aumentará su actividad de espionaje y operaciones disruptivas para reforzar su influencia regional.

“La escalada de tensiones entre Irán, Israel y Estados Unidos seguirá alimentando el auge del ciberespionaje, los ataques destructivos y las operaciones de información. El riesgo de despliegue de programas de borrado (‘wipers’) sigue siendo elevado”, alerta el informe, que recuerda el repunte de tácticas agresivas desde octubre de 2023.

Por último, Corea del Norte continuará utilizando el ciberespionaje y los ataques financieros —especialmente contra plataformas de criptomonedas— para financiar su régimen, al tiempo que amplía su red de trabajadores informáticos infiltrados en Europa

La guerra híbrida del siglo XXI

El fenómeno de los ciberataques híbridos refleja una evolución del concepto clásico de guerra. Hoy, los ataques no se limitan a sabotear sistemas informáticos o robar datos, sino que buscan desestabilizar economías, erosionar la cohesión social y manipular la percepción pública.

Google Cloud prevé que, hacia 2026, los ataques combinados —por ejemplo, un ciberataque a una red eléctrica acompañado de una campaña masiva de desinformación— se conviertan en una herramienta recurrente de presión política y militar.

“En el nuevo tablero global, el ciberespacio es el primer frente de batalla”, concluye el informe. “Los estados que no refuercen sus defensas digitales y su resiliencia informativa quedarán expuestos a formas de guerra que trascienden los límites tradicionales.”

En este escenario complejo y dinámico, las organizaciones deberán priorizar estrategias de defensa proactivas y multinivel, invertir en gobernanza de IA y adaptar continuamente su postura de seguridad para protegerse de amenazas emergentes y mantener la resiliencia operativa.