La foto de familia de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Copenhague

La foto de familia de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Copenhague Reuters

Europa Cumbre de Copenhague

La UE asumirá el riesgo de usar 140.000 millones congelados de los fondos rusos para sostener a Ucrania sin Trump

El canciller alemán espera que la decisión se adopte en la próxima cumbre de finales de octubre para que el dinero pueda empezar a enviarse a Kiev en 2026.

Más información: Bélgica avisa de los riesgos del préstamo de 140.000 millones a Ucrania con los fondos rusos: "Es una confiscación"

Copenhague
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Lo que hasta hace poco era un tabú absoluto, se ha convertido en cuestión de semanas en una medida con un "amplio apoyo" entre los jefes de Estado y de Gobierno de los 27.

La Unión Europea está dispuesta a correr todos los riesgos que implica "confiscar" el dinero del Banco Central de Rusia congelado en Bélgica desde el estallido de la guerra, con el propósito de sostener económicamente y militarmente a Ucrania.

El objetivo es conceder a Kiev un "préstamo de reparaciones" de 140.000 millones de euros a interés cero utilizando las reservas nacionales rusas. Ucrania sólo tendría que devolver el dinero si Moscú le paga indemnizaciones por los daños causados durante la guerra.

Al término de la reunión de la Comunidad Política Europea celebrada este jueves en Copenhague, el canciller alemán, Friedrich Merz, ha asegurado que ve una "gran coincidencia" entre los líderes europeos y que espera que se adopte una decisión en la próxima cumbre del 23 y 24 de junio.

"Hay algunas cuestiones técnicas que todavía deben resolverse, pero estoy segura de que encontraremos una solución", sostiene la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.

"Es justo que Rusia pague por todos los daños que ha causado a Ucrania y a Europa", ha insistido Frederiksen, que ejercía de anfitriona porque su país ocupa la presidencia de turno de la UE.

A su lado, el primer ministro de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha celebrado que "casi todos los líderes estén planteando la cuestión de utilizar plenamente los activos rusos congelados”.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, durante la rueda de prensa final de la reunión de la Comunidad Política Europea

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, durante la rueda de prensa final de la reunión de la Comunidad Política Europea Presidencia danesa

La única y ruidosa excepción la ha protagonizado el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, el 'caballo de Troya' de Vladímir Putin en la UE.

"Hungría no va a tocar este dinero: no somos ladrones, el dinero no es nuestro", ha dicho. No obstante, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha ideado una estructura jurídica creativa para sortear el veto de Budapest.

Lo cierto es que hasta ahora una gran mayoría de países europeos, empezando por los dos grandes, Alemania y Francia, así como el Banco Central Europeo (BCE), habían rechazado férreamente confiscar los fondos rusos.

También se opone de modo particular Bélgica, que teme la furia de Moscú porque acoge la sede de Euroclear, la empresa financiera donde están depositados los fondos del Banco Central de Rusia, que ahora mismo ascienden a 170.000 millones.

Los argumentos eran claros: el Kremlin podría contraatacar quedándose con los activos europeos en territorio ruso y el euro quedaría herido de muerte como divisa de referencia internacional.

¿Qué es lo que ha cambiado para explicar este cambio radical de postura? Por un lado, Donald Trump da señales crecientes de que su intención es desentenderse totalmente de la guerra en Ucrania.

El primer ministro belga, Bart de Wever, conversa con la danesa Mette Frederiksen este jueves durante la cumbre europea de Copenhague

El primer ministro belga, Bart de Wever, conversa con la danesa Mette Frederiksen este jueves durante la cumbre europea de Copenhague Reuters

"Todos somos muy escépticos respecto a los esfuerzos estadounidenses. Todos hemos oído a Trump hablar en Nueva York. Todos le escuchamos decir: Les deseo buena suerte", ha relatado este jueves el primer ministro belga, Bart de Wever.

"¿Qué significa eso? Probablemente significa que ya no va a hacer ningún esfuerzo para una negociación, porque entiende que Putin le ha engañado y no quiere la paz", sostiene De Wever

"Pero también significa que ahora es un problema europeo, y que si queremos armas estadounidenses tendremos que pagar la factura. Así que tenemos un problema grave si solo Europa tiene que pagar para sostener a los ucranianos. Hará falta mucho dinero", ha apuntado.

El problema es que los Gobiernos europeos tienen cada vez más problemas para encontrar dinero para Ucrania en un contexto de presupuestos ajustados y necesidades crecientes de invertir en su propia defensa, sobre todo ahora que Moscú ha lanzado una "guerra híbrida" con incursiones de drones y cazas.

"Debemos considerar a Ucrania como nuestra primera línea de defensa, así que todo lo que hagamos por Ucrania es también para defendernos a nosotros mismos", ha señalado Frederiksen.

"Necesitamos encontrar una forma de financiación. Y si no es con este préstamo de reparaciones, no he escuchado ninguna otra idea que tenga tanto impacto como esta", admite la primera ministra danesa.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán; el presidente francés, Emmanuel Macron; y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, durante la cumbre de este jueves en Copenhague

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán; el presidente francés, Emmanuel Macron; y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, durante la cumbre de este jueves en Copenhague Presidencia danesa

"Sé que para el Gobierno de Bélgica esto es muy difícil, pero creo que seremos capaces de encontrar una solución", ha zanjado.

Aunque tanto Von der Leyen como Merz sostienen que no hay confiscación porque Rusia mantendría la titularidad de los activos, el primer ministro belga les ha desmentido.

"Ceci n'est pas une confiscation, pero es una confiscación", ha ironizado Bart de Wever,  parafraseando el título de la conocida frase de Magritte (Ceci n'est pas une pipe), incluida en su cuadro 'La traición de las imágenes'.

"Si yo cojo tu dinero y lo utilizo, creo que tú dirías que es una confiscación".

"Ya he oído decir a Moscú que si tocamos su dinero, sentiremos las consecuencias hasta la eternidad. Eso es mucho tiempo: la eternidad", avisa el primer ministro belga.

"Creo que también significa 'podríamos enviarte a la eternidad'. El director para Europa de Euroclear ya vive bajo estrecha protección, así que lo que vamos a hacer es arriesgado", ha apuntado.

Además de litigar hasta el infinito en los tribunales internacionales, Moscú podría confiscar todos los activos europeos en su territorio, o apropiarse de las fábricas comunitarias en Rusia. 

Confiscar los fondos rusos en Euroclear afectaría además a la "credibilidad" del euro como moneda de reserva, ya que otras potencias que tienen activos en Europa, en particular China, podrían acabar retirándolos.

Pese a plantear todas estas objeciones, el primer ministro belga ha dado una señal clara de que al final aceptará la confiscación de los fondos rusos que están en Euroclear.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante la cumbre de Copenhague

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante la cumbre de Copenhague Comisión Europea

Eso sí, exige a cambio que el resto le garanticen que asumirán conjuntamente las represalias económicas y de otro tipo de Moscú, es decir, una mutualización de los riesgos a escala europea.

"Les he explicado a mis colegas que quiero su firma: si cogemos el dinero de Putin y lo usamos, todos seremos responsables si algo sale mal", ha reclamado el primer ministro belga.

"Está absolutamente claro que Bélgica no puede ser la única que asuma los riesgos", admite también la presidenta Von der Leyen.

En Copenhague, los líderes europeos le han dado un mandato para que acelere los trabajos de este préstamo de reparaciones. El tiempo apremia: Ucrania necesitará dinero nuevo a partir de enero de 2026.