La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, durante un debate en la Eurocámara
La UE suspende parte del acuerdo comercial con Israel: puede costar a sus exportadores 227 M al año en aranceles extra
Bruselas congela 20 millones de euros de ayuda financiera a Israel y propone sancionar a dos ministros de Netanyahu.
Más información: Von der Leyen endurece el tono contra Israel por su actuación "inaceptable" en Gaza y anuncia una batería de sanciones
La Comisión de Ursula von der Leyen ha adoptado este miércoles la propuesta formal para suspender el Acuerdo de Asociación con Israel en sus aspectos comerciales por su actuación "inaceptable" en Gaza, una medida que costará a los exportadores israelíes 227 millones al año en aranceles extra.
No obstante, la suspensión todavía debe ser ratificada por los Estados miembros, que están profundamente divididos. Mientras que España o Irlanda la llevan reclamando desde hace un año y medio, Alemania, Italia, República Checa o Hungría se oponen a adoptar cualquier medida contra Israel.
El segundo pilar de las sanciones de Bruselas al Gobierno de Benjamin Netanyahu consiste en restricciones individuales contra dos ministros suyos por incitar a la violencia contra los palestinos: el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Smotrich.
A ambos se les prohibiría la entrada a la UE, se les congelarían los activos en territorio comunitario y se vetarían las transacciones financieras con ellos. El Ejecutivo comunitario propone incluir además en esta 'lista negra' a un grupo de colonos violentos de Cisjordania y a 10 miembros del 'politburó' de Hamás.
Finalmente, la Comisión ha anunciado además que congela con efecto inmediato un total de 20 millones de euros en programas de apoyo bilateral a instituciones israelíes. Pero se mantendrán las ayudas europeas por valor de 35 millones de euros a entidades de la sociedad civil, la lucha contra el antisemitismo o las iniciativas de paz.
Este potente paquete de sanciones contra Israel supone un cambio radical respecto a la parálisis que hasta ahora había caracterizado la respuesta de Von der Leyen a la guerra de Gaza.
La Comisión responde así a la nueva ofensiva terrestre de Netanyahu contra Ciudad de Gaza y a sus restricciones a la entrada de ayuda humanitaria.
"El objetivo no es castigar a Israel, el objetivo es mejorar la situación humanitaria en Gaza", ha explicado la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, en rueda de prensa.
"Los terribles acontecimientos que tienen lugar a diario en Gaza deben cesar. Es necesario un alto el fuego inmediato, un acceso sin restricciones para toda la ayuda humanitaria y la liberación de todos los rehenes en manos de Hamás", ha reclamado Von der Leyen en un comunicado.
"La Unión Europea sigue siendo el mayor donante de ayuda humanitaria y una firme defensora de la solución de dos Estados", destaca la presidenta.
"En consonancia con estos principios, y teniendo en cuenta los graves acontecimientos recientes en Cisjordania, proponemos suspender las ventajas comerciales a Israel, sancionar a los ministros extremistas y a los colonos violentos, y poner en pausa el apoyo bilateral a Israel", ha alegado Von der Leyen.
La UE, dividida
Sin embargo, las medidas punitivas propuestas por Von der Leyen tienen muy pocas posibilidades de prosperar debido a la enorme división entre los Estados miembros.
Mientras que España o Irlanda llevan reclamando estas sanciones desde hace un año y medio, países como Alemania, Italia, República Checa o Hungría siguen oponiéndose a cualquier medida contra Israel.
Eso significa que la única iniciativa de Von der Leyen que saldrá adelante con seguridad es la congelación de 20 millones de apoyo bilateral, porque no necesita ser validada por los Gobiernos.
La suspensión del acuerdo comercial requiere mayoría cualificada, mientras que las sanciones individuales tienen que aprobarse por unanimidad. Ninguno de los dos umbrales está cerca de alcanzarse.
De hecho, Bruselas propuso a finales de julio suspender parcialmente la participación de Israel en el programa de investigación Horizonte Europa, pero ni siquiera esta medida extremadamente tímida ha sido aprobada por el Consejo de la UE.
Mayor socio comercial
La UE es el mayor socio comercial de Israel, con un 32% del comercio total de bienes de Israel con el mundo en 2024. Las exportaciones israelíes a la UE alcanzaron los 15.900 millones de euros, encabezadas por maquinaria y material de transporte, productos químicos y otros productos industriales.
Lo que propone Bruselas es suspender las ventajas comerciales de las que se beneficia Israel en virtud del Acuerdo de Asociación, que entró en vigor en el año 2000.
Eso se traduciría en imponer a las importaciones israelíes los aranceles generales que se aplican en virtud de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a todos los países que no tienen un acuerdo de libre comercio con la UE.
Para la maquinaria y los productos industriales, el arancel de la OMC ya es cero, así que no habrá ningún cambio. Los nuevos recargos afectarían únicamente al 37% de las exportaciones israelíes a la UE, en particular productos agrícolas o caucho, según fuentes comunitarias.
La propuesta de Bruselas de suspender el acuerdo comercial con Israel no afecta al sector servicios (donde no ha llegado la liberalización), ni tampoco a los movimientos de capital ni a las cláusulas aduaneras.
La reacción de Tel Aviv
La respuesta de Israel no ha tardado en llegar. El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, advirtió vía X de que habrá una respuesta contra Bruselas si se aprueban las medidas anunciadas.
"Israel continuará luchando, con la ayuda de sus amigos en Europa, contra los intentos de dañarla mientras está inmersa en una guerra existencial. Las medidas contra Israel serán respondidas en consecuencia, y esperamos no tener que recurrir a ellas", escribió en la red social.
Además, el titular de Exteriores tildó de "moral y políticamente distorsionadas las recomendaciones del Consejo de Comisarios liderado por Von der Leyen" y confía en que "no sean adoptadas como ha ocurrido hasta ahora".
"Las acciones contra Israel perjudicarán los intereses de la propia Europa", agregó.