Marine Le Pen, a principios de junio, en un mitin político en Mormant-sur-Vernisson.

Marine Le Pen, a principios de junio, en un mitin político en Mormant-sur-Vernisson. Benoit Tessier Reuters

Europa

Le Pen rechazó el apoyo de Trump en la última campaña para que su impopularidad en Francia no lastrara a su partido

La líder ultraderechista fue inhabilitada en marzo por malversar fondos europeos, pero su partido confía en el ascenso de Bardella para 2027.

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R. J. P.
Agencias
Publicada

Marine Le Pen, la figura más reconocible de la extrema derecha francesa, rechazó recientemente una oferta de apoyo público por parte de representantes del equipo de Donald Trump.

La razón, según informan dos fuentes a la agencia Reuters, es que el partido Reagrupamiento Nacional (RN) teme que la impopularidad del presidente estadounidense en Francia perjudique sus opciones en las elecciones presidenciales de 2027.

La propuesta fue transmitida a finales de mayo por una delegación del Departamento de Estado de EEUU, encabezada por Samuel Samson, uno de los jóvenes conservadores impulsados por el trumpismo y con plaza en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo.

Durante su visita a París, Samson se reunió con altos cargos del RN. Aunque ni Le Pen ni el presidente del partido, Jordan Bardella, estuvieron presentes.

Según las fuentes citadas por Reuters, el objetivo del encuentro era explorar formas de respaldo público desde Washington a Le Pen. Justo cuando ella trata de revertir la condena por malversación de fondos europeos que la inhabilita para las próximas elecciones.

La oferta fue rechazada. El motivo: cualquier gesto público del entorno de Trump puede restar más de lo que suma ante el electorado francés.

Una de las fuentes señala que los líderes de RN valoran que Bardella, de 28 años y actual presidente del partido, tiene una oportunidad real de ganar en 2027 si Le Pen no puede presentarse.

A ojos de la dirección del partido, cualquier vínculo con Trump podría desdibujar el trabajo de moderación de imagen que Le Pen ha impulsado durante la última década.

Lo cierto es que ha conseguido avanzar en las urnas presentando a su partido como un protector del poder adquisitivo, el empleo y la identidad nacional de los franceses.

El encuentro ilustra una tensión creciente entre algunas formaciones ultranacionalistas europeas y el entorno político de Trump.

Comparten líneas ideológicas en temas como la inmigración, la soberanía nacional o la crítica a las instituciones europeas, muchas de estas formaciones —especialmente en Europa Occidental— consideran que un apoyo directo de Trump puede resultar contraproducente a nivel interno.

En paralelo, el Departamento de Estado ha intensificado sus mensajes sobre lo que califica como una cruzada contra la libertad de expresión en Europa.

A principios de mes, la oficina que dirige Samson publicó en la red social X que sus representantes “se reunieron con funcionarios franceses, partidos políticos y otros actores para reafirmar el compromiso compartido con la libertad de expresión, la elección democrática y la libertad religiosa”.

En esa misma publicación, alertaban del uso del lawfare —el uso del sistema judicial para atacar a adversarios políticos— en línea con las recientes declaraciones de Trump.