El presidente francés, Emmanuel Macron, en la feria de Vivatech en París.

El presidente francés, Emmanuel Macron, en la feria de Vivatech en París. Sarah Meyssonnier Reuters

Europa

La Unión Europea tumba la idea de Francia y España de prohibir el uso de las redes sociales a los menores de 15 años

Bruselas deja en manos de cada Estado miembro la potestad de fijar una edad mínima, que puede situarse entre los 13 y los 16 años.

Más información: Bruselas denuncia a España ante el TJUE por no aplicar correctamente la Ley de Servicios Digitales

R. Pons
Agencias
Publicada

La Comisión Europea descartó ayer miércoles la posibilidad de imponer a escala comunitaria una prohibición general del uso de redes sociales para menores de 15 años, una propuesta liderada por Francia, España y Grecia. Bruselas considera que esta decisión debe seguir siendo una competencia exclusiva de los Estados miembros y no del Ejecutivo comunitario.

“Tomamos nota del anuncio del presidente francés, Emmanuel Macron. Seamos claros: una prohibición de las redes sociales a nivel europeo no es algo que la Comisión esté impulsando. Esto es prerrogativa de los Estados miembros”, afirmó Thomas Regnier, portavoz de Soberanía Tecnológica del Ejecutivo comunitario, en la rueda de prensa diaria.

Las declaraciones suponen un jarro de agua fría para el mandatario francés, que tras un trágico suceso en un instituto había urgido a la Unión a actuar con rapidez.

Una vigilante de 31 años fue asesinada durante un control rutinario de mochilas en un centro escolar de Nogent, en Alta Marne. El agresor, un estudiante de 14 años, fue arrestado. Pocas horas después, Macron responsabilizó a las redes sociales de alimentar la violencia juvenil y anunció su intención de lograr un acuerdo a nivel europeo para prohibir su acceso a menores de 15 años.

La iniciativa, respaldada también por Grecia, Italia, Dinamarca y otros socios como Croacia y Países Bajos, no fija aún una edad concreta. España y Eslovaquia apuestan por elevar el umbral hasta los 16 años, Francia, Grecia o Dinamarca proponen limitarlo a los 15.

“Compartimos la preocupación de los Estados miembros y de los padres. Nos la tomamos muy en serio, sobre todo después de los recientes acontecimientos”, subrayó Regnier.

Pese a la creciente atención que ha despertado el asunto en las capitales europeas, la Comisión insiste en que el marco legal ya existente proporciona herramientas suficientes.

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece que los Estados pueden fijar libremente la edad mínima para abrir una cuenta en redes sociales, siempre entre los 13 y los 16 años, lo que deja amplio margen a las legislaciones nacionales.

Bruselas, no obstante, trabaja en medidas complementarias centradas en la protección de los menores en línea. Una de ellas es una aplicación móvil, en fase piloto, que permitirá verificar si el usuario tiene más de 18 años, respetando su privacidad. España, Francia, Grecia, Dinamarca e Italia participan en el proyecto.

Asimismo, la Comisión tiene previsto publicar este verano las directrices de aplicación de la Ley de Servicios Digitales, que obliga a las plataformas a proteger la seguridad y la privacidad de los menores. Según un borrador del texto, las cuentas abiertas por adolescentes deberán configurarse como privadas por defecto y contar con mecanismos de verificación de edad.

Las compañías podrán optar entre distintos métodos para confirmar la edad de sus usuarios: comprobar la documentación, analizar el contenido y el lenguaje compartidos o, en algunos casos, confiar en la edad declarada por el usuario. El método dependerá del nivel de riesgo que presente la plataforma, según Bruselas.

Macron ha dado “unos meses” para intentar tejer un consenso europeo. Si no lo consigue, ha advertido que actuará en solitario. “No podemos esperar”, aseguró en una entrevista con la televisión pública francesa. En redes sociales, el mandatario insistió en que “las plataformas tienen la capacidad de verificar la edad. Que lo hagan”.

La iniciativa se enmarca en una oleada global de intentos por restringir el uso de redes sociales entre los menores. Australia, por ejemplo, ha prohibido su acceso a los menores de 16 años, en una de las normativas más estrictas adoptadas hasta la fecha contra las grandes tecnológicas. La Unión Europea, por ahora, opta por delegar en cada país.