
Nicusor Dan, tras conocer los resultados de los sondeos a pie de urna, en Bucarest. Reuters
Nicusor Dan, el matemático liberal que ha vencido al Trump rumano contra todo pronóstico para respiro de la UE (y Ucrania)
El vencedor de las elecciones rumanas llegó hasta la alcaldía de Bucarest en 2020 con un programa centrado en combatir la corrupción institucional. Hoy se presenta como centrista y europeísta; la garantía, en fin, de que Rumanía seguirá alineada con Ucrania.
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Rumanía ya tiene nuevo líder: Nicușor Dan, un matemático de 55 años que hasta ahora se desempeñaba como alcalde de Bucarest. A la vista de los resultados electorales registrados en las elecciones de este domingo, Dan ha conseguido reunir en torno a su persona a todos los opositores de George Simion, el candidato ultranacionalista que prometía devolver al país su autonomía frente a Bruselas y la neutralidad frente a Rusia.
La victoria de Dan, que a la hora de escribir estas líneas aventaja a Simion por diez puntos porcentuales con el 96% escrutado, ha sentado especialmente bien en Bruselas. Y es que allí, en la capital de Europa, Dan está considerado uno di noi. Es decir: un político de centro, europeísta y alguien contrario a que el sexto país más poblado de la Unión Europea –y uno de los más importantes desde el punto de vista geopolítico– se convierta en un aliado de la Hungría de Viktor Orbán y de la Eslovaquia de Robert Fico.
Pero más allá de su centrismo y de su europeísmo, ¿quién es realmente Nicușor Dan?
De su biografía destacan dos cosas. La primera es su formación como matemático. Dan empezó a destacar en el campo de las ciencias exactas al ganar dos medallas de oro consecutivas en las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas celebradas en 1987 y 1988. Poco después ingresó en la facultad de Matemáticas de la Universidad de Bucarest y en 1992, ya sin telón de acero de por medio, se trasladó a Francia para continuar sus estudios obteniendo un doctorado en Matemáticas por la Universidad París XIII. Es más: tras regresar a Rumanía, lo cual sucedió a finales de los noventa, se convirtió en uno de los investigadores del Instituto de Matemáticas de la Academia Rumana. Un cargo que ocupó hasta el año 2016.
La segunda cuestión que destaca en su biografía es lo nervioso que le pone la corrupción institucional. De hecho, su salto a la política vino precedido por años de activismo cívico en contra de la corrupción urbanística que, por lo visto, asolaba Bucarest. Según cuenta la revista francesa Le Grand Continent, en 2006, indignado por la demolición de casas patrimoniales y la reducción de los espacios verdes en la capital, fundó una asociación llamada Salvar Bucarest que llevó a juicio decenas de proyectos inmobiliarios de naturaleza dudosa.
No fue hasta el 2012 cuando emergió como figura política. El objetivo: la alcaldía de Bucarest. En cuanto a la filiación: independiente. En aquella ocasión Dan presentó un programa centrado en la transparencia administrativa, la protección del patrimonio urbano y la inversión en el transporte público. Como no tenía plataforma detrás, como su apoyo consistió en un puñado de voluntarios y como su presencia se ciñó sobre todo a Internet, el tercer puesto conseguido en esos comicios resultó toda una sorpresa.
Cuatro años después, en 2016, volvió a presentarse tras haber fundado un movimiento político llamado Unión para Salvar Bucarest que pronto rebautizaría como Unión para Salvar Rumanía. En aquella ocasión obtuvo más del 30% de los votos, pero tampoco logró su objetivo. Tuvo que esperar hasta el 2020, cuando se cumplió eso de a la tercera va la vencida y finalmente resultó elegido alcalde de Bucarest.
Para entonces, Dan llevaba tres años fuera de Unión para Salvar Rumanía. ¿El motivo de su dimisión? De nuevo, la corrupción. O, mejor dicho, la poca atención que, en su opinión, la organización que había fundado prestaba a la misma. “Considero que lo peor que le puede pasar a Rumanía en este momento es que el debate principal ya no se centre en quién roba o no, sino en quién defiende o no las tradiciones”, explicó al anunciar su renuncia (Dan estaba en desacuerdo con el partido sobre si entrar o no en un debate político centrado en la definición de matrimonio). Y añadió: “Porque los que roban seguirán haciéndolo alegando que defienden las tradiciones, lo que supone un peligro enorme para Rumanía”.
Tras haber cumplido un primer mandato como alcalde de Bucarest, Dan decidió presentarse a la reelección el año pasado. Y arrasó. Consiguió el 48% de las papeletas. Fue entonces cuando se empezó a rumorear que albergaba aspiraciones nacionales. Dan negó los rumores, pues había asegurado que necesitaba por lo menos tres mandatos como alcalde para resolver los principales problemas de la capital, y no se presentó a las elecciones presidenciales que se celebraron a finales del año pasado.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló aquellos resultados alegando una injerencia “masiva” por parte de Rusia a favor del nacionalista y prorruso Călin Georgescu, amén de varios problemas de opacidad relativos a su financiación, y fijó una repetición electoral para la primavera del 2025. Y, ahí sí, Nicușor Dan dio el paso.
Ahora bien: ¿qué esperar de él?
Algunas de sus declaraciones más recientes han estado dirigidas tanto al Kremlin, y a Vladímir Putin en concreto, como a varias figuras prominentes del Partido Republicano estadounidense. El vicepresidente JD Vance o el multimillonario Elon Musk, por ejemplo. Con Putin se ha mostrado abiertamente crítico y con los segundos moderadamente crítico. Principalmente porque para él, según dijo en una entrevista realizada el pasado marzo con los corresponsales de la revista Politico, Estados Unidos y la Unión Europea deberían estar del mismo lado y por eso más vale suavizar y entenderse.
“Somos parte del mismo modelo de civilización”, declaró. “Y ese modelo es incompatible con otros, así que debemos estar juntos en este choque de civilizaciones”. Dentro de ese frasco mete, también, la cuestión ucraniana. Mientras que George Simion, su rival, defendía la neutralidad de Rumanía en un contencioso que, a su entender, a los rumanos ni les iba ni les venía, Dan opina radicalmente distinto.
“El resultado de la guerra en Ucrania es crucial no solo para la seguridad futura de Europa sino también para la de Rumanía”, espetó. “Y creo que Putin se encuentra en una mejor situación internacional que hace un mes”. En otras palabras: hay tarea por hacer.