Marine Le Pen, durante su intervención en el foro de fuerzas de derecha radical organizado por Vox en Madrid el pasado 19 de mayo

Marine Le Pen, durante su intervención en el foro de fuerzas de derecha radical organizado por Vox en Madrid el pasado 19 de mayo

Europa

Le Pen ofrece a Meloni unir sus fuerzas para que la ultraderecha sea el segundo grupo en la UE

Los partidos de derecha radical están ahora divididos en tres grupos distintos en la Eurocámara.

27 mayo, 2024 14:29
Bruselas

A 15 días de las decisivas elecciones europeas del 9-J, las fuerzas de derecha radical reconfiguran sus alianzas en un intento de maximizar su influencia en la Eurocámara la próxima legislatura. El penúltimo movimiento lo ha hecho Marine Le Pen, que después de romper con Alternativa para Alemania (AfD) ofrece unir fuerzas a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Un pacto que según destaca la líder de Reagrupación Nacional convertiría a la ultraderecha en el segundo grupo político más potente en el Parlamento Europeo (por delante de los socialistas), capaz de imponer un giro radical en la UE hacia políticas más nacionalistas y contrarias a la inmigración.

"¿Que querría decirle a Meloni?", le pregunta a Le Pen un periodista del Corriere della Sera que la acompaña durante una jornada de campaña en Lillers, una localidad de 10.000 habitantes en el norte de Francia. "Creo que usted y yo estamos de acuerdo en las cuestiones esenciales, entre las que está recuperar el control de nuestros respectivos países", responde la política francesa. 

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"Ahora es el momento de unirse, sería de gran ayuda. Si lo logramos, podremos convertirnos en el segundo grupo del Parlamento Europeo. Creo que no deberíamos desaprovechar una oportunidad como ésta", alega Le Pen.

A la líder de Reagrupación Nacional le preguntan también por la presidenta de la Comisión, la democristiana Ursula von der Leyen, que también corteja a Meloni. Von der Leyen dijo la semana pasada en un debate electoral que estaría dispuesta a pactar con la primera ministria italiana porque considera que es "proeuropea" y "pro Ucrania". Pero que en ningún caso tejería ninguna alianza con la propia Le Pen o con AfD.

"La presidenta de la Comisión sabe que se le acabó el tiempo y está intentando comprar votos. Pero en lo que a nosotros respecta, nunca - repito, nunca- votaremos por Ursula von der Leyen, que ha liderado una política desastrosa para los pueblos de Europa. Ha llegado el momento de poner fin definitivamente a su mandato tóxico", asegura Le Pen.

En la actualidad, las fuerzas de derecha radical militan en tres grupos políticos distintos en la Eurocámara, lo que merma considerablemente su influencia. Por un lado están los Conservadores y Reformistas Europeos, liderados por los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, los polacos de Ley y Justicia y también Vox.

El otro gran grupo ultra en el Parlamento Europeo es Identidad y Democracia, la casa de la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen; la Liga de Matteo Salvini; y el PVV de Geert Wilders. En tercer lugar, el Fidesz de Viktor Orbán figura en el grupo de los No Inscritos desde su traumática salida del Partido Popular Europeo.

El gran sueño de las fuerzas ultras desde hace varias legislaturas es formar un único gran grupo en la Eurocámara que sea decisivo en la política europea. Pero siempre han fracasado por sus profundas diferencias internas en cuestiones como la posición hacia Rusia o la política económica y también por rencillas personales.

El último episodio ha sido la ruptura de Le Pen con Alternativa para Alemania, que fue expulsada la semana pasada del grupo Identidad y Democracia. Lo hizo después de que el cabeza de lista de este partido a las europeas, Maximilian Krah, afirmara en una entrevista: "Nunca diría que alguien que vistió un uniforme de las SS (en la Alemania nazi) era automáticamente un criminal". Los alemanes se han convertido en una fuerza tóxica incluso para Le Pen.