El presidente turco Tayyip Erdogan en un discurso en Estambul, Turquía, el 7 de enero de 2024.

El presidente turco Tayyip Erdogan en un discurso en Estambul, Turquía, el 7 de enero de 2024. Murad Sezer Reuters

Europa

Erdogan 'funda' un partido para las elecciones europeas y hace saltar las alarmas en Alemania

La DAVA acaba de ver la luz en el panorama político alemán para explotar políticamente el sentimiento de pertenencia de la comunidad turca. 

4 febrero, 2024 03:50
Berlín

Que un periodista, un abogado y un par de médicos se reúnan para formar un partido político no es nada extraordinario ni amenazante en una democracia avanzada como Alemania. Que sean todos ciudadanos alemanes de origen turco, tampoco tendría por qué mirarse con recelo. Pero si estos alemanes deciden levantar un partido político de inspiración islamista que se percibe como una herramienta política del residente turco Recep Tayyip Erdogan, eso ya es otra cosa.

Precisamente esa otra cosa parece ser la DAVA, siglas alemanas de la Alianza Democrática por la Diversidad y el Despertar. Esta iniciativa política acaba de irrumpir en la escena alemana de la mano de su líder, el periodista Tevfik Özcan, el abogado Fatih Zingal y los médicos Ali Ihsan Ünlü y Mustafa Yoldas. Los cuatro son destacadas figuras de la comunidad turca en Alemania, la minoría más visible de las que hay en el país, según ha trascendido estos días en la prensa germana.

En el país del canciller Olaf Scholz viven unos 3 millones de alemanes de origen turco. A ellos se suman medio millón de turcos que viven en Alemania sin haber abrazado la ciudadanía germana. Políticamente, la DAVA tiene opciones de hacerse con el voto de estos ciudadanos, descritos a menudo, no sólo como conservadores socialmente, sino también como cercanos ideológicamente a Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).

[El reto de Erdogan tras ser reelegido en Turquía: admitir a Suecia en la OTAN o acercarse a Putin]

De hecho, en las pasadas elecciones presidenciales de Turquía, celebradas el año pasado y en las que se impuso de nuevo Erdogan, la diáspora turca presente en Alemania votó claramente a favor del 'hombre fuerte' del AKP. Dos de cada tres votos emitidos en suelo germano en el marco de esos comicios fueron a parar al presidente turco.

La DAVA, aunque, que se sepa, no está financiado por el AKP ni por Erdogan. Pero se ha percibido en Alemania como “una formación pro-Erdogan” de la que se sospecha pueda tensar a la sociedad alemana usando el sentimiento de pertenencia a la comunidad turca en los millones de personas originarias de Turquía que viven en Alemania. De ahí el tono con el que los principales periódicos se han manifestado en sus portadas al ver la aparición de la DAVA.

“Aquí viene el partido de Erdogan”, ha alertado el diario Bild, el periódico más leído de Alemania. “Un nuevo partido en Alemania: ¿Quiere dividirnos Erdogan?”, se preguntaba en su portada el diario berlinés Der Tagesspiegel. “Turquía intenta ampliar su influencia en la política de la UE con una rama del partido gobernante AKP. Los expertos advierten de las consecuencias para la convivencia en este país”, señala dicho diario.

Estas sospechas ha generado esta semana la aparición de la DAVA. No en vano, el Der Tagesspiegel ponía sobre la mesa elocuentes recorridos políticos de las principales figuras del partido. Por ejemplo, Zingal, uno de los fundadores de la DAVA, fue presidente en su momento de la Unión de los Demócratas Euro-Turcos, organización dedicada a defender la 'causa erdoganiana'. Ünlü, por su parte, estuvo implicado en la Unión Turco-Islámica del Establecimiento para la Religión (DITIB, por sus siglas alemanas), una organización religiosa vinculada a Turquía.

Un electorado de cinco millones

Özcan presentaba en un comunicado de prensa que la intención de la DAVA, de momento una asociación política, es dar el paso de presentarse a las elecciones europeas que tendrán lugar entre los próximos 6 y 9 de junio. En dicho texto se partía de la base de que hay un “vacío político” que en la DAVA quisieran ocupar. Como partido, la DAVA quiere ser “un nuevo hogar político para muchos ciudadanos que no están representados por los partidos establecidos”.

Además, hay una clara intención de utilizar el identitarismo y los sentimientos de agravio como elementos movilizadores de sus potenciales votantes. “El nacionalismo, el racismo antimusulmán, el antisemitismo y la creciente disposición a tolerar estructuras autoritarias en la política se han convertido en retos paneuropeos que en modo alguno se limitan a un país o a una región concreta. Nuestro objetivo aquí es identificar claramente la desigualdad de trato y los desequilibrios en el conjunto de la sociedad y garantizar que las personas con raíces extranjeras disfruten plenamente de sus derechos”, según el comunicado de presentación de la DAVA que firma Tevfik Özcan.

Dicho texto presenta el antisemitismo como uno de los puntos por los que convertir la DAVA en iniciativa política. Pero “el odio a Israel y hacer lobby por Erdogan” es “lo que hay detrás del nuevo partido”, según ha presentado a la DAVA el diario Die Welt.

Desde que apareció a mitad del pasado mes de enero dicho comunicado, la DAVA no ha dejado de inquietar a los observadores políticos. Tanto es así que esta misma semana se especulaba con que participara en las próximas elecciones generales, previstas para septiembre de 2025. Según cuentas que hacen en la DAVA hay un potencial de “cinco millones de votantes potenciales”, ha contado Özcan a la Red de Redacciones de Alemania (RND, por sus reglas alemanas).

Una "versión turca de AfD"

Sin embargo, son las elecciones europeas la cita con las urnas donde más opciones tiene la DAVA de lograr éxitos, logrando algún que otro diputado. Esas elecciones están desprovistas de la barrera del 5% de los votos a superar para lograr entrar en la Eurocámara. Ese mínimo sí existe en la cita con las urnas que configura la composición del Bundestag.

Un partido como la DAVA, según Cem Özdemir, político ecologista y ministro de Agricultura de Scholz, constituye “una rama [política, ndlr.] de Erdogan” y “lo último que necesitamos”. También entre los conservadores alemanes ha habido reacciones de preocupación. Ver a la DAVA echar a andar en el panorama político alemán supondría que haya “otro partido extremista en nuestro país”, según Jens Spahn, ex-ministro de Merkel y una de las figuras destacadas de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el principal partido de la oposición en el Bundestag.

Hay incluso quien se ha referido a la DAVA con otro partido de ultraderecha, escondido detrás de una supuesta defensa de la diversidad cultural. El diputado Max Lucks, otro político ecologista, se ha referido a la aventura política pro-Erdogan como “una versión turca de AfD”.

Alude así al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), formación que lleva meses en auge en los sondeos de intención de voto. AfD se ha erigido, apoyándose en la impopularidad del Ejecutivo que dirige el canciller Scholz, como segunda fuerza en las encuestas, donde sólo la supera la CDU.

Alemania vive días convulsos, con miles de personas en las calles de ciudades de todo el país manifestándose contra AfD, pidiendo, entre otras cosas, su prohibición dado su extremismo. Está por ver si la DAVA da lugar a movilizaciones así.