Los soldados sostienen banderas mientras hablan frente a edificios destruidos en Klishchiivka, Ucrania.

Los soldados sostienen banderas mientras hablan frente a edificios destruidos en Klishchiivka, Ucrania. Reuters

Europa

Ucrania anuncia la toma de Klishchiivka y convierte a Bakhmut en un señuelo para las tropas rusas

En Kiev creen posible reconquistar los territorios perdidos en estos nueve años debido a la incapacidad rusa de sostener lo conquistado.

19 septiembre, 2023 03:32

Volodimir Zelenski anunció este lunes la liberación total de la localidad de Klishchiivka, pocos kilómetros al sur de Bakhmut. La declaración se produce justo antes de su visita el martes a Estados Unidos para hablar ante el pleno de las Naciones Unidas, solicitar más fondos para su país, agradecer la ayuda prestada y, de paso, defender su estrategia militar, el presidente de Ucrania.

La toma de este asentamiento, junto al de Andriivka el pasado viernes, hace que Ucrania controle ahora mismo once kilómetros de territorio desde Ivanivske y pueda ahora iniciar el ataque hacia el este para controlar la vía ferroviaria que lleva a Bakhmut, la carretera T0513 y el sur de la M03.

De conseguir un avance profundo en esa dirección, Ucrania tendría Bakhmut rodeado por tres costados, con la única excepción de las carreteras T1302 -que une la localidad con Soledar- y del norte de la citada T0513 -que lleva a Krasna Hora-. En principio, la idea de los generales Zaluzhnyi y Syrskyi, máximos encargados de la estrategia en el frente oriental, no es lanzarse sobre la ciudad hasta que la hayan estrangulado por completo. En ese sentido, lo normal sería que en caso de llegar al sur de la M03 se produjera un avance hacia el norte, flanqueando de nuevo Bakhmut para evitar el confrontamiento directo con el ejército ruso.

Y es que, al igual que lleva haciendo desde la pasada campaña de invierno -en aquel momento, por obstinación del tándem Surovikin-Prigozhin, ambos caídos en desgracia pocos meses después-, Rusia parece empeñada en quedarse Bakhmut al precio que sea.

Según informa el Institute for the Study of War, Rusia habría reubicado en ese frente gran parte de sus tropas aerotransportadas (VDV en sus siglas originales, en su mayoría paracaidistas transportados de urgencia a aquellos puntos donde hay que reforzar las tropas desplegadas), lo que a su vez deja a Rusia sin remplazos para el área de Zaporiyia.

Ucrania ya utilizó en su momento Bakhmut como señuelo y Prigozhin se obsesionó de tal forma con esa ciudad, de importancia estratégica limitada, que acabó perdiendo más de 20.000 hombres en su conquista. Parece que Gerasimov sigue por el mismo camino.

Continúa mandando hombres y más hombres a defender una plaza que Ucrania no va a atacar directamente. Mientras tanto, el ejército local sigue ocupando las inmediaciones ante una menor resistencia y, sobre todo, puede mantener sus ofensivas en Zaporiyia y el saliente de Vremievski ante unas tropas rusas agotadas.

Nada de "paz por territorios"

Como ya publicamos en EL ESPAÑOL el pasado sábado, el objetivo ucraniano parece ser cortar la comunicación y el envío de suministros entre Lugansk y Donetsk, las dos grandes capitales del Donbás ruso. No son decisiones que llenen portadas ni que permitan a la propaganda colgarse medallas, pero pueden decidir una guerra de atrición.

Rusia está experimentando un volumen de pérdidas, tanto materiales como humanas, que difícilmente podrá soportar a medio plazo salvo que siga mandando hombres a morir al país vecino, decisión muy poco popular.

Del mismo modo, Ucrania no está dispuesta a llegar a ningún tipo de acuerdo que suponga la cesión de parte de su territorio. Así lo expresó el propio Zelenski en una entrevista en el famoso programa '60 minutos' de la cadena CBS. "Tendría que explicarles a los familiares de los muertos en combate que su sufrimiento no ha servido para nada", respondió el presidente ucraniano a la pregunta explícita del entrevistador Scott Pelley. Tampoco quiso descartar una posible recuperación de la península de Crimea, anexionada unilateralmente por Rusia en 2014.

En Kiev, creen firmemente en la posibilidad de reconquistar todos los territorios perdidos en estos nueve años. Es un camino lento, pues no se basa en la superioridad militar, sino más bien en la incapacidad de sostener lo conquistado por parte de Rusia.

Zelenski confía en que llegue un momento en el que los distintos frentes se vayan derrumbando como piezas de dominó ante la incapacidad de enviar suficientes hombres y dotarles de suficientes armas. En otras palabras, se aspira a una rendición masiva como las que ya vivimos por estas fechas en Jersón y Járkov el año pasado.

El adiós de Hanna Maliar

Prueba de la determinación ucraniana y de la poca tolerancia con los errores en un contexto en el que un error puede costar carísimo es la destitución de seis altos cargos del ministerio de defensa, entre ellos, la portavoz Hanna Maliar.

Maliar, uno de los rostros más reconocibles para la prensa durante estos diecinueve meses de guerra, había anunciado el pasado jueves, veinticuatro horas antes de lo debido, la liberación de Andriivka. Tuvo que ser el propio ejército el que la desmintiera.

En Kiev, se considera que este tipo de errores son inaceptables, pues adelantar la consecución de un objetivo puede dar pistas a los rusos sobre dicho objetivo. Hay que recordar que el lema de la contraofensiva es el silencio. Desde el primer día, Ucrania ha presumido de ocultar por completo sus intenciones y de nunca desvelar en público cuál será el siguiente paso. Las confirmaciones han de llegar solo cuando la zona haya sido totalmente limpiada y el contraataque sea imposible.

Sea como fuere, aunque puede que el despiste le haya costado el puesto a Maliar, aún no sabemos por qué Zelenski ha decidido prescindir de los otros cinco viceministros. Evaluar determinadas decisiones políticas en tiempos de guerra es muy complicado, pero desde luego no es la primera vez que el presidente ucraniano aprovecha una determinada circunstancia para purgar las instituciones que se encontró en 2019 al ganar las elecciones. Ucrania es un país con ganada fama de corrupto y los países corruptos tienen casi imposible ganar guerras. Muy probablemente, esa sea la razón para tanto cambio y tan frecuente.