Europa

Ucrania avanza en Donetsk y Bakhmut e intenta tomar el acceso a Mariúpol en la primera fase de la ofensiva

Si Ucrania consigue en los próximos días controlar esa zona, tendrá en sus manos la carretera T0518 y, con ella, el posible acceso hacia el sur.

6 junio, 2023 02:57

Después de jugar a la ambigüedad durante la última semana, dejando claro que una contraofensiva no se anuncia, se ejecuta, el Ministerio de Defensa ucraniano, a través de su portavoz Hanna Malyar, ha reconocido que su ejército está ya asumiendo operaciones ofensivas en distintas partes de los frentes este y sur. La noticia llega veinticuatro horas después de la publicación en redes de un vídeo del propio Ministerio en el que varios militares con media sonrisa se llevaban el dedo a la boca en señal de silencio: el secreto estaba a punto de hacerse público.

Malyar se ha limitado a confirmar lo que ya intuíamos desde el domingo. Así nos lo indicaban las noticias desde el frente y las nuevas declaraciones del presidente Zelenski, insistiendo desde Odesa en que estaban preparados para la contraofensiva.

Aunque Zelenski reconocía que les gustaría contar con más armas, admitía públicamente que no podían seguir esperando mucho más tiempo. La ventana de oportunidad que se le abre ahora mismo a Ucrania ante el caos militar ruso, con enfrentamientos abiertos entre mercenarios, paramilitares chechenos y el alto mando del Ministerio de Defensa, es demasiado tentadora como para desaprovecharla.

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La ofensiva, como era previsible, ha empezado en varios puntos a la vez, y lo normal es que dure mucho tiempo. No se esperan grandes colapsos enemigos como sucedió en Járkov o en Jersón. Tomar la iniciativa era el primer paso, pero aún hay que seguir, poco a poco, minando la resistencia del invasor, algo que se ha venido haciendo en el último mes con ataques quirúrgicos a puestos de abastecimiento, refinerías, depósitos de combustible y de munición. También con el bombardeo constante de los puertos de Mariúpol y, sobre todo, Berdiansk, lo que imposibilita o al menos amenaza el transporte de armas y hombres por el Mar de Azov.

A eso hay que añadir los ataques a las ciudades clave de la retaguardia rusa, allí donde se habían concentrado el mayor número de tropas y armas, listas para su empleo en el momento adecuado: Krasnodar, Rostov, Kursk, Briansk, Belgorod... En esta última provincia, siguen las escaramuzas del Cuerpo de Voluntarios y la Legión de la Rusia Libre, que no ceden en sus posiciones por mucho que Shoigú y compañía se empeñen en asegurar lo contrario.

93ª Brigada Mecanizada de Ucrania desde un puesto de artillería.

93ª Brigada Mecanizada de Ucrania desde un puesto de artillería. Fuerzas Armadas de Ucrania

La lucha por la T0518

La mayoría de estos ataques preventivos, poco espectaculares, pero muy eficaces a medio plazo, han tenido lugar en el eje Orikhov-Tokmak-Berdiansk. No es casualidad. Es el punto geográfico clave en el equilibrio actual de fuerzas. En un principio, se pensó que el ataque se lanzaría directamente sobre Vasiliivka, pero probablemente los rusos se hayan olido la jugada y por eso ha sido más fácil atacar unos kilómetros más al este. En concreto, los dos puntos de inicio real de la ofensiva, con envío de los primeros tanques Leopard incluido, han sido Novodarivka y Novodonetsk.

El éxito de las incursiones en ambas ciudades podría permitir cerrar un triángulo que incluya en el norte la ciudad de Velyka Novosilka y en el sur, el enclave de Staromlynivka. Si Ucrania consigue en los próximos días controlar esa zona, tendrá en sus manos la carretera T0518 y, con ella, el posible acceso hacia el sur, pasando por Nikolske y quedando a veinte kilómetros de la ciudad portuaria de Mariúpol, el gran símbolo de la resistencia ucraniana durante los primeros meses de la invasión rusa.

Llegar a Mariúpol puede ser una larga cuestión de meses. Es posible, incluso, que Ucrania nunca consiga un objetivo tan ambicioso... pero solo el intento supone, como mínimo, agitar el avispero justo cuando sabemos que las tropas chechenas aún no están organizadas, que Wagner anda en retirada buscando una pausa operativa y que el ejército ruso no es capaz ni de tapar las grietas de su propia frontera. Es, en ese sentido, el momento y el lugar ideal, aunque seguramente la ofensiva tenga que ir por fases, según vaya estando disponible el armamento occidental.

El mero hecho de avanzar por la T0518 supone partir los dos frentes y separar las tropas. Para taponar la vía de agua, Rusia tendrá que decidir si manda refuerzos desde Donetsk y la propia Mariúpol... o si lo hace desde Vasiliivka, Tokmak y Berdiansk. En cualquiera de los dos casos, se producirá un desajuste que permitirá iniciar sucesivas ofensivas en esos puntos. De hecho, tendría sentido que Ucrania reservara su golpe de gracia para más adelante, cuando esté completamente preparada para ello y una vez haya mermado aún más, gracias a los Storm Shadows británicos, las vías rusas de suministro.

Rodeando Bakhmut y Donetsk

Aunque la región de Zaporiyia y su frontera con Donetsk sea, con mucho, el punto más caliente de esta fase de la guerra, Ucrania también ha notificado avances en otras zonas importantes del frente este. Como ya había anunciado el propio Eugeni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, el ejército ruso estaría retirándose ante los ataques ucranianos en el noroeste de Bakhmut, concretamente en el emplazamiento de Berkhivka.

De momento, el ejército de Zaluzhnyi está evitando el enfrentamiento frontal en lo que era el casco urbano de Bakhmut, buscando rodear la ciudad y avanzar así más rápidamente. Lleva semanas alejando a las tropas enemigas de la ciudad de Ivanivske y un avance en el norte las alejaría de Khromove, obligando a una retirada hacia Krasna Hora, otro de los nodos importantes de suministro y mantenimiento de las tropas del este. Rusia puede perder en semanas lo que consiguió en meses a base de enviar hombres y hombres al matadero.

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Ahora bien, la verdadera batalla del este puede estar dándose en las inmediaciones de la capital de Donetsk, en manos rusas desde 2015. Durante el invierno, tanto Surovikin como después Gerasimov intentaron alejar a las tropas ucranianas con ataques sin éxito en Vuhledar y Avdiivka, amén de la destrucción casi absoluta de la ciudad de Mariinka. La resistencia en esos puntos obliga ahora a los rusos a encerrarse sobre la capital con sus enemigos a una decena de kilómetros.

En las últimas horas, se ha informado de ataques y avances ucranianos en Staromykhalilivka, localidad entre Mariinka y Lozove, que prácticamente se puede considerar un suburbio de la propia capital. Rusia tendrá ahora que decidir cómo enfrenta tantas amenazas. Debe proteger Donetsk, no puede permitir que sus tropas queden envueltas en Bakhmut y, sobre todo, tiene que evitar como sea que los ucranianos rompan las líneas que separan el norte y el sur de Zaporiyia al este del río Dniéper. Por su parte, Ucrania confía en que el movimiento de fichas le conceda más huecos para sus próximas ofensivas, esta vez con Abrams, F16 y quién sabe si ATACMS. Se presenta un verano muy largo.