Control policial en Portugal hace unos meses para evitar la propagación del coronavirus.

Control policial en Portugal hace unos meses para evitar la propagación del coronavirus. Reuters

Europa

La cuarta ola de la Covid pone en jaque a Portugal: la variante delta, fiestas y exceso de confianza

La variante delta es la dominante en el país vecino. En apenas un mes ha pasado de suponer el 4% de las infecciones al 55,6%.

1 julio, 2021 02:12

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El exceso de confianza, las celebraciones multitudinarias y la agresividad de la variante delta de la Covid, que se extiende por el país, han puesto en jaque a Portugal, acorralado por la cuarta ola de la pandemia.

Muchas son las posibles explicaciones del comportamiento de la Covid en un país que, con 10 millones de habitantes, acumula 877.195 positivos desde que comenzó la pandemia y 17.092 muertos.

La variante delta domina en el país. En apenas un mes ha pasado de suponer el 4% de las infecciones al 55,6%.

La distribución geográfica es irregular. De apenas el 3,2% detectado en las islas Azores, hasta el 94% del Alentejo, seguido de Lisboa (76,4%) y Algarve (75%).

¿Qué esconde la cuarta ola? ¿Por qué avanza la variante delta en Portugal? ¿Las cifras están relacionadas con las polémicas celebraciones deportivas de los últimos meses?

Los expertos consultados explican las claves detrás del cuadro portugués.

Cansancio pandémico

El llamado cansancio pandémico y la relajación de las medidas de seguridad en la desescalada han jugado un papel decisivo en la expansión del virus.

"La protección de las personas es baja, lo que permite una mayor diseminación del virus", sobre todo por eventos como las fiestas o las comidas familiares y de amigos, sostiene Ricardo Mexia, presidente de la Asociación Nacional de Médicos de Salud Pública.

La variante delta

La variante delta se expande de forma rápida por el país, según el último informe epidemiológico.

"No podemos decirlo con precisión", pero la velocidad de expansión de la variante delta "nos lleva a creer que dentro de dos o tres semanas estará en todo el país en un 80% o 90%", estima el especialista Ricardo Jorge.

Es, coinciden los expertos, un 60% más transmisible que otras variantes y, afirma Miguel Guimaraes, presidente de la Orden de Médicos, en Portugal no "fue debidamente monitorizada" a tiempo.

Falta de comunicación

La pandemia no ha terminado. Autoridades e instituciones deben mejorar la comunicación para que los ciudadanos tengan presente que el riesgo se mantiene, opina Mexia.

Miguel Guimaraes va más allá: "Se ha transmitido el mensaje de que, tras la tercera ola, la situación estaba controlada, y no estará ganada hasta que no haya inmunidad de grupo".

Guimaraes es claro: "Hay que seguir instruyendo a la población para que cumpla el distanciamiento social, el uso de mascarilla y la higiene de manos".

Los vacunados contagian

Ricardo Mexia insiste en que las personas vacunadas también transmiten el virus y, además, pueden enfermar de Covid, aunque, por lo general, no con tanta gravedad.

"El impacto en la mortalidad y en el internamiento es más bajo" con la vacuna. Por eso esta cuarta ola, a diferencia de la tercera (enero-febrero) no tendrá un índice de mortalidad tan alto.

Sin embargo, Mexia insiste en que la población tiene que ser consciente de que las vacunas no son 100% eficaces. Hay un error, advierte Guimaraes, "las personas piensan que si están vacunadas, están protegidas".

No obstante, la vacuna es la única alternativa para frenar el virus. Casi un tercio de los portugueses tiene ya las dos dosis de la vacuna. Y la mitad, ha iniciado la inmunización.

Fiestas ilegales

Lisboa ha acaparado más del 60% de los casos diarios de nuevos contagios en Portugal, en parte, según Ricardo Mexia, por ser la zona del país con mayor densidad poblacional.

Pero, además, tiene un aeropuerto que recibe a diario a miles de personas y una amplia red de transporte público, que es otro de los focos de expansión del virus.

Las fiestas ilegales y las celebraciones de fin de curso han sido el origen de muchos brotes, hasta el punto de que se han cerrado colegios en cinco municipios del Algarve por la alta incidencia.

Eventos deportivos

Las celebraciones masivas, como la final de la Liga de Campeones en Oporto -con la participación de miles de hinchas británicos- o la del campeonato liguero por parte de los de los aficionados del Sporting en Lisboa también han contribuido a la expansión del virus, asegura Miguel Guimaraes.

Las celebraciones futbolísticas han originado "un problema grave", reconoce.

En Oporto, que hasta ahora se había mantenido en niveles más estables, los ingresos hospitalarios se han multiplicado en las últimas semanas. "Es una situación preocupante", advertía uno de los médicos del principal hospital de la ciudad.

Turismo extranjero

Los turistas extranjeros también se han convertido en un foco relevante de la transmisión del virus. Se han detectado muchos casos importados en las zonas portuguesas de mayor afluencia de visitantes, como puede ser Lisboa o la región del Algarve.

"A mayor movilidad, mayor importación de casos", recuerda Mexia.

Más vigilancia

Según Ricardo Mexia, tras aplacar la curva de la tercera ola, se ha disminuido la vigilancia epidemiológica y existen dificultades para los rastreos, medidas que deben recuperarse cuanto antes.

Los especialistas apuestan por reforzar la vacunación y la capacidad de hacer test diagnósticos.

"Mientras no alcancemos la inmunidad de grupo tenemos que mantener comportamientos de prevención. La vacunación por sí sola no es garantía de que las personas no se van a infectar", alerta la ministra lusa de Salud, Marta Temido.