Joe Biden a su llegada a España para la cumbre de la OTAN de 2023.

Joe Biden a su llegada a España para la cumbre de la OTAN de 2023. Reuters

EEUU

Los asesores de Biden planearon que el presidente pasara a usar silla de ruedas si ganaba las elecciones

La caída sufrida en 2023 encendió las alarmas de su equipo y los llevó a rediseñar sus apariciones públicas para reducir riesgos.

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R. J. P.
Publicada

La salud física de Joe Biden generó alarma entre sus colaboradores más cercanos durante los últimos meses de su presidencia. Tanto es así que, en privado, algunos de sus asesores discutieron la posibilidad de que tuviera que utilizar una silla de ruedas, como Franklin D. Roosevelt, si lograba la reelección en 2024.

Es lo que revelan los periodistas Jake Tapper, periodista estrella de la CNN, y Alex Thompson, reportero político de Axios, en su próximo libro, Original Sin: President Biden’s Decline, Its Cover-Up, and His Disastrous Choice to Run Again, que sale a la venta en inglés la semana que viene.

El deterioro físico del presidente, de 81 años, fue especialmente evidente en su forma de caminar, cada vez más vacilante. Según los autores, los análisis internos reflejaban una degeneración significativa de la columna vertebral.

Pese a ello, la Casa Blanca optó por mantener un discurso público que minimizaba el impacto de estos síntomas, evitando proyectar una imagen de fragilidad mientras Biden competía por un segundo mandato frente a Donald Trump.

El temor a una caída creció tras su tropiezo en la ceremonia de graduación de la Academia de la Fuerza Aérea en junio de 2023.

Desde entonces, su equipo redobló las precauciones: rutas más cortas para acceder a los escenarios, barandillas reforzadas, calzado deportivo habitual y sesiones informativas visuales detalladas antes de cada aparición. El objetivo era eliminar cualquier margen de error que pudiera desembocar en un nuevo accidente.

El médico personal del presidente, Kevin O’Connor, expresó de forma reiterada su preocupación por el desgaste físico que implicaba el cargo.

Cuenta el libro que O’Connor llegó a bromear con que los asesores políticos estaban "tratando de matar" al presidente, mientras que él intentaba "mantenerlo con vida". El facultativo habría advertido que otra caída podría complicar gravemente su recuperación y hacer inevitable el uso de una silla de ruedas.

Durante la campaña de 2024, el equipo de comunicación de la Casa Blanca atribuyó la inestabilidad en el andar de Biden a una fractura en el pie sufrida en noviembre de 2020. Alegaron que el presidente, por decisión propia, había dejado de utilizar la bota ortopédica prescrita.

Sin embargo, los informes médicos oficiales de entonces señalaban que la lesión estaba superada. Como confirmó el propio O’Connor, el principal problema residía en una artritis espinal de evolución progresiva.

El libro de Tapper y Thompson se sostiene sobre más de 200 entrevistas con figuras del entorno demócrata, la mayoría realizadas tras las elecciones presidenciales de 2024. En este se describe cómo Biden, su familia y los altos cargos del Gobierno optaron por seguir adelante con la candidatura pese a las señales de su decadencia física y mental.

La situación se volvió insostenible tras un debate televisado con Trump que, según los autores, dejó atónitos a los líderes del Partido Demócrata. Tres semanas más tarde, Biden renunció a su candidatura y respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris como sucesora.

Preguntado por el contenido del libro, un portavoz del presidente —que solicitó no ser identificado— aseguró a Axios que el examen médico oficial reflejaba un “andar rígido” causado por el desgaste natural de la columna, pero que “no requería tratamiento especial y no había empeorado”. Afirmó además que Biden fue “transparente” respecto a su estado físico y que los cambios observados eran atribuibles al envejecimiento, sin afectar a su capacidad para gobernar.

"Estamos todavía esperando que alguien señale una sola decisión presidencial que Joe Biden no pudiera tomar por una supuesta merma mental", concluyó.