Fotografía que muestra al expresidente de Brasil Jair Bolsonaro (d) detrás de una puerta de vidrio este domingo, en la Superintendencia de la Policía Federal en Brasili. Efe
El Supremo de Brasil apoya mantener a Bolsonaro en prisión preventiva tras intentar quitarse la tobillera electrónica
El ultraderechista defiende que quemó con un soldador el dispositivo porque tras tomar unos medicamentos entró en un estado de "alucinaciones".
Más información: Bolsonaro intentó fugarse aprovechando una manifestación frente a su casa convocada por sus hijos
El Tribunal Supremo de Brasil ha aprobado este lunes por unanimidad mantener al expresidente Jair Bolsonaro bajo detención preventiva, tras ser trasladado este fin de semana a la sede de la Policía Federal, en Brasilia, debido al riesgo de fuga, después de que intentara quitarse la tobillera electrónica.
El exmandatario, de 70 años, fue arrestado el sábado después de que fuera acusado de usar un soldador para quitarse el dispositivo de seguimiento horas antes de una manifestación convocada frente a su vivienda por uno de sus hijos.
El líder ultraderechista explicó el domingo, en una audiencia de control de detención, que, debido a la ingesta de ciertos medicamentos, entró en un estado de "paranoia" y "alucinaciones" que lo llevó a quemar con un soldador su tobillera porque creía que había un sistema de escucha.
Con la decisión de este lunes del Supremo se pone fin a los más de 100 días de arresto domiciliario en los que se encontraba Bosonaro, a la espera de conocer dónde pasaría su condena de 27 años de prisión por su participación en el fallido golpe de Estado de 2022, como medida cautelar por una causa relacionada con las maniobras que habría puesto en marcha junto a su hijo Eduardo para entorpecer este caso.
Además del arresto domiciliario el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, le prohibió usar redes sociales, recibir visitas sin autorización, y le impuso llevar una tobillera electrónica que el mismo Bolsonaro reconoció que intentó quitarse este fin de semana.
De Moraes ha argumentado este lunes para avalar el arresto el "continuo desacato" de Bolsonaro a estas medidas cautelares. Así, ha destacado que "violó voluntaria y conscientemente el equipo de seguimiento electrónico".
Para el juez instructor, esa violación, con la intención de obstruir la fiscalización de la detención domiciliar, confirma un "riesgo inminente de fuga".
Igualmente, alegó que la convocatoria de sus seguidores a una vigilia en las proximidades de la residencia de Bolsonaro, que, en su opinión, podía ser utilizada para generar confusión, también constituye una demostración de ese riesgo de fuga.
Flávio Dino, otro de los cuatro jueces del Trubunal Supremo que confirmó este lunes el arresto, afirmó que "la experiencia reciente demuestra que grupos movilizados en torno al condenado, frecuentemente actuando de forma descontrolada, pueden repetir conductas similares a las del 8 de enero".
Dino hizo referencia a la intentona golpista del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento de forzar un golpe de Estado contra Lula da Silva.
Bolsonaro, que negó que quisiera fugarse, achacó el haber quemado su tobillera electrónica a los efectos colaterales de haber mezclado pregabalina (antiepiléptico) y sertralina (antidepresivo), según el informe de la audiencia.
El exgobernante arrastra problemas de salud, como crisis de ansiedad, episodios de hipo y vómitos, trastornos que atribuye a la grave puñalada que sufrió en la campaña electoral de 2018 y que le ha obligado a pasar varias veces por el quirófano.