Javier Milei en la 137ª exposición anual de la Sociedad Rural, en Buenos Aires.

Javier Milei en la 137ª exposición anual de la Sociedad Rural, en Buenos Aires. Reuters

América

Milei prometió que dejaría de insultar a sus oponentes en Argentina... y fracasó 4.149 veces: "Les dejamos el totó así"

El presidente argentino quiere que su partido gane las elecciones en la provincia de Buenos Aires y, asesorado, ha tomado esa decisión para mejorar su imagen. 

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Buenos Aires
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Javier Milei ha dejado de insultar a sus críticos. O al menos eso dice. Dentro de un mes habrá elecciones parlamentarias en un distrito clave de Argentina: la provincia de Buenos Aires. Y el presidente, considerado a sí mismo un anarcocapitalista libertario, quiere derrotar allí al peronismo, su principal opositor.

Para ello, su partido, La Libertad Avanza (LLA), ha absorbido a la formación conservadora Propuesta Republicana (PRO) que lidera el expresidente Mauricio Macri. Es como si Vox hubiera incorporado al Partido Popular en España para confrontar a una coalición entre PSOE, Sumar, Podemos y los partidos autonómicos. Al mandatario argentino le resulta crucial derrotar ahora al peronismo, ya que necesita aumentar su bloque parlamentario para consolidar la gobernabilidad si aspira a la reelección en 2027.

Como la imagen negativa del presidente supera a la positiva (55% frente a 45%), según las últimas encuestas, sus asesores de campaña le recomendaron moderar su discurso. Él tomó nota y prometió abandonar el lenguaje soez contra opositores y críticos. "Voy a hacer esto: voy a dejar de usar insultos", declaró al hablar en la fundación ultraconservadora y oficialista FARO.

Aunque sin dejar de quejarse de "la dictadura de las formas" en la comunicación política, el mandatario aseguró que a partir de ahora enfrentarán a los contrincantes "respetando sus formas" en el plano discursivo. Pero, al mismo tiempo, los desafió a "ver si así muestran tener nivel intelectual para darnos la batalla en las ideas".

Milei mantuvo siempre un modo vehemente y frontal en la comunicación. Antes de que se metiera en política, en 2021, participaba en debates en televisión como tertuliano porque su verborragia agresiva subía la audiencia. La imagen de "El Loco" –así le llamaban de joven– sin trabas en la lengua fue cimentando su popularidad.

Aquella imagen de rebelde respondón que prometía acabar con "la casta" de privilegiados en la dirigencia del país, hizo buenas migas con los argentinos. La mayoría estaban hartos de la decadencia económica y la inflación galopante. Así fue que, contra todos los pronósticos, Milei ganó las elecciones presidenciales en diciembre de 2023.

Lejos de moderarse tras llegar a la Casa Rosada y asumir la máxima autoridad del país, el presidente ha intensificado su expresividad impetuosa. Ha incorporado descalificaciones personales e insultos, sin que nadie esté a salvo de sus agravios: políticos, sindicalistas, artistas, cantantes, economistas, periodistas e incluso niños autistas o con síndrome de Down.

Insultos con contenido sexual

Durante su primer año de gestión, Milei ha lanzado 4.149 insultos y descalificaciones contra quienes considera adversarios, según un informe titulado El insulto de Estado del diario La Nación y el portal Chequeado. Lo más llamativo es que, de ese total, 611 han sido metáforas de contenido sexual.

Entre sus expresiones más destacadas, utilizadas como metáforas de humillación y sometimiento hacia sus críticos, se encuentran: "mandril" (simio con trasero rojo), "les rompimos el culo", "la tienen adentro", "concha de su madre", "les dejamos el totó así", "la pastelera (en alusión a su hermana repostera, Karina) le llenó de crema…" y "meter en el orto".

"Dos o tres veces por semana debemos asistir, o presenciar, a la fantasía de violación sexual del presidente", denunció en declaraciones en la radio Martín Kohan, escritor y Premio Herralde de Novela 2007. Además, agregó que Milei "tiene su fantasía de violación anal y se la dirige a sus adversarios, quienes previsiblemente no comparten ese deseo".

@elproferomero "Milei no puede parar de expresar públicamente sus fantasías de someter sexualmente" | En #LaLeyDeLaSelva, @aleberco ♬ original sound - El Profe Romero

La narrativa de Milei ‘ametralla’ con palabrotas en lo que él llama "la batalla cultural" contra los woke —progresistas, feministas, estatistas y ambientalistas. Términos como "zurdos de mierda", "degenerados", "hijos de puta", "rata", "pelotudo", "sorete", "enano" y "mogólico" sobresalen en sus discursos y entrevistas.

Los periodistas suelen ser el blanco de las diatribas presidenciales. La Nación detectó 410 menciones despectivas en 69 declaraciones. Más de 60 periodistas han sido públicamente descalificados como "mentirosos", "corruptos" o "sátrapas", y varios de ellos han terminado denunciados penalmente ante los tribunales. "No odiamos lo suficiente a los periodistas", repite siempre Milei.

El análisis cuantitativo de la agresividad presidencial revela que cala principalmente entre los jóvenes, el principal caudal electoral del oficialismo, según una encuesta de la consultora Analogías. En cambio, el 61% de las mujeres lo rechaza, frente aganarl 33% que lo apoya. Entre los hombres, las opiniones están más divididas: 48% en contra y 47% a favor.

Los argentinos dudan si el presidente cumplirá su promesa o si se trata solo de un gesto típico de campaña electoral, para luego retomar los insultos. Por ahora, parece imponerse esta segunda opción, ya que el miércoles Milei compartió en X un mensaje de uno de sus diputados que glorificaba "la mayor meada de la Historia" contra los opositores "kirchneristas de mierda".