El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , pronuncia un discurso en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , pronuncia un discurso en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington Reuters

América

Donald Trump reúne a sus 'criptobros' en una cumbre en la Casa Blanca para establecer una reserva estratégica de bitcoins

La propuesta del presidente ha agitado los mercados y provocado divisiones dentro del Partido Republicano. Los críticos argumentan que tanto el sector de las criptomonedas como el propio Trump serían los principales beneficiarios.

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La industria de las criptomonedas nunca había estado tan cerca de los pasillos del poder en Estados Unidos como lo está ahora. En su segundo mandato, Donald Trump se ha acercado al sector de los activos digitales, revirtiendo así las políticas de su predecesor, Joe Biden, quien reforzó la supervisión de estas divisas para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento ilícito.

"Quiero convertir a EEUU en la capital mundial de las criptomonedas", advirtió durante la última campaña electoral el republicano, quien hasta hace poco se había mostrado hostil hacia el sector. En su empeño por captar votos y financiación, incluso predicó con el ejemplo y apostó por entrar en el negocio. Pocos días antes de asumir el cargo, Donald y su esposa Melania Trump lanzaron monedas meme (también conocidas como memecoins, que no tienen un uso práctico y cuyo valor se basa en la especulación) con sus nombres. Tres semanas después, lograron amasar ni más ni menos que 350 millones de dólares, según un análisis del Financial Times.

Ahora, ya coronado presidente, Trump ha decidido abrir de par en par las puertas del poder (y de su residencia oficial) al mundo cripto. Y, en concreto, a sus criptobros más cercanos. Este viernes, el presidente estadounidense ejerció de anfitrión en una gran cumbre cripto (la primera de este tipo) que se celebró en la Casa Blanca. A ella asistieron inversores y responsables de las principales compañías del sector, como el empresario Michael Saylor, fundador de la empresa de software Strategy, convertida en uno de los mayores poseedores corporativos de bitcoin.

La reunión marca un cambio drástico en la suerte de la industria que, bajo el Gobierno de Biden, vio cómo algunos de sus más conocidos miembros eran investigados e incluso encarcelados, como Sam Bankman-Fried, fundador de FTX. El encuentro, una mesa redonda de cuatro horas, ha sido capitaneado por David Sacks, el zar de la Casa Blanca para la Inteligencia Artificial y las criptomonedas. 

La cumbre viene precedida por una orden ejecutiva firmada horas antes por Trump, que contempla el establecimiento de una reserva estratégica de criptomonedas. Esto significa que el Gobierno federal acumulará y almacenará cinco tipos de tokens: dos ampliamente conocidos (bitcoin y ethereum) y tres más nuevos y volátiles (ripple, solana y cardano). Según ha explicado el propio Sacks en su cuenta de X, la iniciativa "no costará ni un céntimo a los contribuyentes", ya que la reserva se llenará con las criptomonedas que "han sido confiscadas en procedimientos de incautación de activos penales o civiles". Ahora bien, una vez entren en la reserva, no podrán venderse, lo que la convierte en un almacén de valor permanente.

Actualmente no existe una auditoría completa sobre cuántas criptomonedas posee el Gobierno de Estados Unidos (y de hecho, deberá realizarse en los próximos días, según se señala en la orden ejecutiva de Trump). Sin embargo, se estima que posee cerca de 200.000 bitcoins por valor de unos 17.000 millones de dólares y unidades de otros siete tokens por valor de 400 millones.

Por el momento, se desconocen más detalles sobre el funcionamiento del fondo, pero su mera posibilidad ha provocado una cadena de reacciones no del todo positivas. A nivel político, existen distintas opiniones sobre esta regulación dentro del Partido Republicano, ya que algunos han mostrado su preocupación por la volatilidad y los riesgos asociados a integrar los activos digitales en las políticas gubernamentales.

David Sacks, zar de la inteligencia artificial y las criptomonedas , habla en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca.

David Sacks, zar de la inteligencia artificial y las criptomonedas , habla en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca. Reuters

De hecho, en algunos estados, como Wyoming o Dakota del Norte (controlados por los republicanos), han fracasado las propuestas de establecer reservas cripto. Esto supone un problema para la reserva de divisas digitales de Trump, ya que su creación requerirá que el Congreso de EEUU pase la propuesta. 

Los mercados se revuelven

Además, la reacción de los mercados no parece haber sido buena. Según explicaba Laura Piedehierro en este periódico, todas las criptodivisas que potencialmente formarían el fondo gubernamental cayeron el viernes. El bitcoin cedía un 2,91%, hasta los 88.204,8 dólares, mientras que el ethereum, la segunda divisa digital más importante, perdía un 3,3%, hasta los 2.183,28 dólares. El descenso de ripple era superior, del 5,11%, mientras que solana restaba un 3,7%. La bajada más abultada, del 8,96%, era la de cardano.

"Si bien la orden ejecutiva cumple la promesa de campaña de Trump, la reacción del mercado ha sido tibia, ya que los detalles no cumplieron con las expectativas de algunos inversores", explican desde XTB los analistas. La volatilidad de los precios es precisamente una de las principales reticencias de quienes se oponen a la reserva. "Por lo general, cuando los gobiernos quieren adquirir activos, la estabilidad de los precios es uno de los elementos que buscan", sostenía Peter Atwater, presidente del servicio de investigación Financial Insights y profesor adjunto en William & Mary, en Bloomberg.

Ganan los criptobros

En teoría, la creación de la reserva de criptomonedas permitiría al Gobierno pagar la deuda del país. En la práctica, sin embargo, son muchos los que consideran que los grandes beneficiados serían los ejecutivos del sector, que donaron grandes sumas de dinero a la campaña del republicano, y el propio Donald Trump.

: Fichas de recuerdo que representan la criptomoneda bitcoin y la red Ethereum, con su token nativo ether, se sumergen en el agua en esta ilustración tomada el 17 de mayo de 2022.

: Fichas de recuerdo que representan la criptomoneda bitcoin y la red Ethereum, con su token nativo ether, se sumergen en el agua en esta ilustración tomada el 17 de mayo de 2022. Reuters

La orden firmada por Trump también exige a los funcionarios del Tesoro y del Departamento de Comercio desarrollar "estrategias presupuestariamente neutrales" para adquirir bitcoins adicionales que no supongan "costos incrementales" para los contribuyentes. Esto presupone que el Gobierno, sin modificar el presupuesto estatal, podría adquirir criptomonedas comprándolas a empresas e intermediarios. Y ahí es donde entra la familia del presidente.

El mandatario estadounidense está involucrado en World Liberty Financial (WLF), una plataforma de finanzas descentralizadas que permite a los usuarios invertir en criptomonedas y utilizarlas. Este proyecto fue fundado por su hijo Barron Trump, y Steve Witkoff, amigo cercano de Trump padre y enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio. Porque parece que la industria de las criptomonedas no solo se ha colado en los pasillos, sino que ha entrado hasta la cocina del poder en Estados Unidos.