Francisco Rosero, endocrino.

Francisco Rosero, endocrino.

Salud y Bienestar

Un endocrino advierte las personas en España que desayunan café: "Puede provocar intestino irritable"

A pesar de los múltiples beneficios del café, estos pueden verse comprometidos dependiendo de la hora en que se tome.

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El café es la bebida más popular a nivel mundial después del agua y el producto tropical más comercializado en el mundo. En España, se estima que su consumo tiene una media de 4.5 kg por persona al año, lo que equivale a aproximadamente 3.5 tazas al día.

De estas cifras también se separan los horarios y es que, hasta un 76% de españoles toman el café en el desayuno. El motivo está claro: es el momento en el que más necesitamos ese chute de cafeína.

Sin embargo, cada vez más expertos alertan sobre esta práctica. Y es que, tomar el café en ayunas podría afectar al bienestar gástrico y empeorar la deshidratación, según ha explicado el endocrino Francisco Rosero. Para evitarlo, es tan sencillo como beber primero un vaso de agua. 

Por qué no tomar el café en ayunas

La popularidad del café no solo se debe a su capacidad estimulante, sino también a los increíbles beneficios que aporta a la salud o, al menos, increíbles beneficios que se han atribuido a la bebida hace tan solo unos años.

De acuerdo con numerosos estudios, el café contiene compuestos antioxidantes y antiinflamatorias, que pueden contribuir a la protección del organismo contra diversas enfermedades, como el cáncer. Además de mejorar la función cerebral, la salud hepática y el estado de ánimo.

Sin embargo, estos beneficios pueden verse comprometidos dependiendo de la hora en la que tomemos el café. En el desayuno, por ejemplo, con el estómago vacío, puede ser contraproducente.

Cuando dormimos, que suele ser durante siete y ocho horas, nuestro organismo ha estado funcionando en modo reposo, sin recibir líquidos ni alimentos. Lo que llamamos el ayuno nocturno. 

Esto significa que, al despertar, "nuestro cuerpo se levanta deshidratado". Una condición natural, pero que puede tener consecuencias si no se maneja correctamente.

El café, aunque estimulante y con beneficios conocidos, tiene también un efecto diurético. Esto significa que favorece la eliminación de líquidos a través de la orina, lo que puede intensificar la deshidratación existente tras horas de ayuno.

Dicho en otras palabras, en lugar de ayudar al cuerpo a recuperar la hidratación y el equilibrio, el café a primera hora agravaría el déficit de agua.

"Lo primero y lo más importante a primera hora es activar tu sistema digestivo, tu cerebro y todo tu cuerpo, y eso solamente lo hace el agua", sentencia Rosero.

El vaso de agua a primera hora tiene la capacidad de rehidratar de inmediato el organismo, lo cual es fundamental para activar todas las funciones corporales. 

El sistema digestivo, por ejemplo, requiere de agua para comenzar sus procesos; el estómago necesita cierto nivel de hidratación para secretar enzimas y jugos gástricos de forma adecuada.

Además, de acuerdo con Rosero, "tomar agua a primera hora diluye los ácidos gástricos, por lo que cuando llegue el café, no te va a irritar". 

Esto se debe a que, durante la noche, se produce una acumulación natural de ácidos gástricos. Si lo primero que recibe el estómago es café, una bebida ácida y estimulante, se puede provocar irritación, lo que con el tiempo podría generar problemas como acidez, gastritis o malestar digestivo. 

Una investigación del Centro Alemán de Investigación de Química Alimentaria de Garching, Alemania, señala el amargor del café con un aumento en la producción del ácido estomacal, empeorando así trastornos intestinales como el síndrome del intestino irritable (SII).

Además, al aparecer esta acidez como efecto adverso, es desaconsejable tomar café en ayunas en casos de úlceras estomacales o propensión a las mismas, reflujo ácido o indigestión.

En cambio, al tomar agua antes del café, estos ácidos se diluyen y el ambiente estomacal se vuelve menos agresivo, lo que disminuye el riesgo de que el café cause molestias o daño.