La diseñadora Vicky Martín Berrocal.

La diseñadora Vicky Martín Berrocal.

Salud y Bienestar

Vicky Martín Berrocal (52) perdió 18 kilos en seis meses con esta decisión radical: "Solo yo podía llamarme 'gorda'"

La diseñadora es la prueba de que no hay edad para comenzar de cero. Ella misma asegura que "se educó a los 47 años para comer sano".

Más información: "No hay milagros": Juan Antonio Martín, entrenador personal, tajante sobre los brazos firmes de Carmen Lomana (76 años)

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La diseñadora Vicky Martín Berrocal, icono de estilo y carisma, ha demostrado que cuando una mujer se lo propone, no hay meta inalcanzable.

En solo seis meses ha perdido 18 kilos, ha transformado su estilo de vida por completo y hoy se muestra más fuerte, saludable y radiante que nunca.

Pero detrás de esta espectacular evolución no hay trucos, ni dietas exprés. Hay disciplina, amor propio y mucha verdad. Aquí te contamos paso a paso cómo lo ha conseguido.

El momento que cambió todo

A sus 52 años, Vicky sintió ese clic que lo cambia todo. No fue por estética ni por presión externa, sino por salud. "Me costaba levantarme, cruzar las piernas... cosas normales se me hacían cuesta arriba. Y eso no era sano", confesó.

Pero quizás, lo más impactante de sus declaraciones, es cuando afirma que le "han llamado gorda toda mi vida, pero decidí que si alguien me lo tenía que llamar, tenía que ser yo misma".

Esa toma de conciencia fue el primer paso hacia un cambio físico y emocional profundo. El objetivo no era encajar en un molde, sino vivir mejor.

Fuera las dietas milagro ni las restricciones

Vicky lo tiene claro: para cambiar de verdad, hay que rodearse de buenos profesionales. "Las dietas milagro no funcionan. Si quieres perder peso, ve a un médico", afirma sin rodeos.

Su transformación fue guiada por un equipo de lujo: Laura Rojas, dietista-nutricionista; Paco Roncero, chef encargado de diseñar platos saludables sin renunciar al sabor; Marián García, doctora en Farmacia y experta en nutrición; Patricia Ramírez, psicóloga deportiva que la ayudó a trabajar su fuerza mental y Juanjo Rodríguez, entrenador personal.

Gracias a ellos y, lo más importante, a su constancia y afán de superación, ahora la guapísima diseñadora tiene un estilo de vida sólido y un acompañamiento constante: la fórmula perfecta para un cambio duradero.

La rutina de la diseñadora

Lejos de caer en el castigo o la restricción, Vicky ha aprendido a comer bien. Su alimentación actual se basa en comida real, sencilla y deliciosa. Ella misma lo resume así: "Me eduqué a los 47 años para comer sano".

Estos son algunos de sus menús más habituales:

  • Desayuno: té verde con limón y una tostada de aguacate con pavo o huevo revuelto.
  • Cena ligera: gazpacho, tortilla de calabacín o ensalada de tomate y atún.
  • Snacks: antes "picaba lo que fuera", ahora opta por aperitivos saludables. ¿Su favorito? Un sándwich sin pan, hecho con espinacas, almendra molida y huevo. Rico en vitaminas, proteínas y grasas buenas.
  • Solo toma pan en el desayuno y procura que sea proteico. Y cuando hay eventos, se anticipa: “A veces ceno antes de salir, así evito caer en tentaciones”.

Otro de los aspectos muy a tener en cuenta del cambio de vida de Vicky Martín Berrocal es su rutina de entrenamiento. Ha pasado de odiar el deporte a no poder vivir sin él.

"Antes me hablaban de hacer deporte y me daba fiebre", bromea Vicky. Pero hoy el ejercicio forma parte esencial de su vida y su bienestar. ¿La clave? Encontrar actividades que le diviertan y le hagan sentir bien.

Entre sus actividades favoritas se encuentra el boxeo, su gran pasión desde hace seis años, el spinning y el ballet fit, disciplinas que ha incorporado recientemente. Además, cuenta con una entrenadora personal, Crys Dyaz.

Un entrenamiento exigente que define su fuerza de voluntad. "Me cuesta igual que a ti", asegura. Pero ha aprendido que lo importante es empezar y agendar el ejercicio como una cita ineludible. "Después de entrenar, siento que nada me puede hacer daño. La vida se ve de otro color".

Fuerza mental y mucho amor propio

Más allá del cuerpo, Vicky ha trabajado su mente. Ha aprendido a ser paciente, constante y a no rendirse en los días difíciles. Su psicóloga fue clave para ayudarla a combatir la ansiedad y mantener la motivación. "Tu peor enemigo eres tú misma", le dijo, y esa frase la marcó.

"Hay que tener paciencia y marcarse objetivos pequeños. El cambio llega cuando te lo crees, cuando te rodeas de profesionales y te tratas con cariño", explica.

No hay día en el que se mire al espejo y no se sienta orgullosa. Ha aprendido a gestionar sus emociones y a huir de lo que le "hace pupa". Porque su transformación va mucho más allá de los kilos: es una historia de amor propio y superación.