Francisco Rosero, endocrino.

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Salud y Bienestar

Francisco Rosero, endocrino: "Un perímetro abdominal superior a 90 puede indicar grasa acumulada en el hígado"

Se calcula que al menos 1 de cada 4 personas en España sufre la enfermedad del hígado graso, y su prevalencia va en aumento.

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El hígado graso, o esteatosis hepática, es una enfermedad silenciosa pero cada vez más común en todo el mundo. Según la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), se estima que alrededor del 25% de la población lo padece.

Como su propio nombre indica, el hígado graso es una enfermedad metabólica en la que nuestro cuerpo empieza a acumular grasa. Las cifras son elevadas; sin embargo, podrían serlo más debido a que se trata de una enfermedad sin apenas síntomas.

De acuerdo con el endocrino Francisco Rosero, a pesar de ser una afección silenciosa, existen indicios con los que podemos sospechar. Uno de ellos, es el perímetro abdominal, "si en hombres es superior a 90 o en mujeres superior a 80, probablemente tienes grasa acumulada".

Qué es la enfermedad del hígado graso 

El hígado es el órgano interno sólido más grande del cuerpo humano. Tiene 3 funciones principales: extracción de nutrientes (carbohidratos, proteínas, lípidos), almacenamiento de energía, y eliminación de sustancias tóxicas.

El problema de este órgano es que es 'silencioso': mientras todo funciona, no da ninguna señal. Pero, cuando deja de funcionar, tampoco existen evidencias claras de que hay algún problema hasta que se produce una enfermedad hepática grave.

Debido a su estrecho contacto con sustancias de desecho, medicamentos y compuestos tóxicos (como el alcohol), el hígado puede verse afectado gravemente por el estilo de vida inadecuado y las adicciones.

Una de estas enfermedades hepáticas es el hígado graso, una afección común causada por el almacenamiento de grasa adicional en el hígado.

Sin embargo, y de acuerdo con el endocrino Francisco Rosero, no es necesariamente el consumo de grasa lo que produce esta condición, sino el exceso de azúcares y carbohidratos refinados en la dieta.

Cuando comemos más azúcar de la que nuestros músculos pueden quemar o almacenar, ese excedente se convierte en grasa, y una parte de ella termina acumulándose en el hígado.

Lo que tienes que saber del hígado graso según Francisco Rosero.

Esta acumulación no produce dolor, ni síntomas evidentes en sus primeras etapas, lo que la vuelve especialmente peligrosa: muchas personas no saben que la padecen hasta que ya hay un daño considerable.

La acumulación de grasa en el hígado puede llevar a inflamación (esteatohepatitis), fibrosis (cicatrización) y, en última instancia, cirrosis.

La importancia del perímetro abdominal

A pesar de ser una enfermedad silenciosa, existe una clave para sospechar que se puede tener hígado graso: observar el perímetro abdominal. 

El perímetro abdominal, también conocido como circunferencia de cintura, es la medida de la distancia alrededor del abdomen, usualmente a nivel del ombligo. 

Un exceso en esta zona no es solo una cuestión estética, sino que puede ser una señal de que hay grasa visceral, es decir, grasa acumulada alrededor de órganos internos, como el hígado.

De acuerdo con el endocrino, "cuando el perímetro abdominal supera los 90 centímetros en hombres o los 80 en mujeres, probablemente ya tienes grasa acumulada dentro del hígado". Además, también existen pruebas médicas.

Sin embargo, el hígado graso es reversible, especialmente si se detecta en fases tempranas. En este sentido, el estilo de vida es crucial.

"La actividad física es muy útil para revertir el hígado graso, también existen antioxidantes como la vitamina E y el omega-3 que pueden ayudar a disminuir la inflamación; sin embargo, lo más importante es regular los niveles de insulina", apunta Rosero.

Reducir el consumo de carbohidratos refinados —como azúcares añadidos, pan blanco, pastas y productos ultraprocesados— ayuda a estabilizar los niveles de insulina.