E.E.
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Hay bodas que suceden en un día y hay bodas que trascienden el calendario. La de Itziar y Javier pertenece a las segundas. No solo por celebrarse en diciembre, cuando Toledo brilla de una forma casi teatral, sino por el viaje, literal y emocional, que hay detrás de cada uno de sus detalles.

Esta historia cruza un océano, se organiza desde otro continente, convoca a amigos de todo el mundo en vísperas de Navidad y culmina con un vestido capaz de transformarse tres veces. Una cita que no se parece a ninguna otra porque nació, se tejió y se celebró bajo circunstancias extraordinarias.

A contrarreloj

Si la palabra milagro se usa a menudo en el mundo nupcial, pocas veces es tan literal como en el caso del diseño de Itziar. En julio, en pleno verano y viviendo al otro lado del Atlántico, la novia cogió el teléfono y marcó el número de Navascués.

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"Llamé a Navascués en julio y le expliqué a Cristina que solo tenía dos semanas para hacerme el vestido de mis sueños. Vivimos en Estados Unidos y ese era el único margen con el que podía volver a España antes de la boda", recuerda. Lo más sorprendente fue la respuesta: "Cristina —la mente creativa— no dudó un segundo y me dijo que sí".

Dos días después, Itziar estaba ya en el atelier explicando su visión: "En apenas 48 horas tenían el toile listo. Antes de que volviera a Denver". Lo que ocurrió después pertenece a la pequeña mitología de las modistas:

"Regresé el 1 de diciembre y, en menos de quince días, estaba confeccionado un diseño técnicamente muy complicado, perfecto en cada detalle. Trabajar con Cristina, con Guille y con Virginia ha sido un sueño. De verdad, se convirtieron en mi familia durante estas dos semanas tan intensas".

El resultado: un vestido transformable único, lleno de intención, de artesanía y de sensibilidad.

Un look en tres actos

La entrada de Itziar en la iglesia de Santiago el Mayor fue pura poesía visual. La novia avanzaba envuelta en un abrigo de tweed de Navascués, una pieza dramática y solemne que parecía concebida para las luces cálidas de diciembre.

Los botones forrados, el cinturón del mismo tejido, la silueta ligeramente ceñida y la cola de cuatro metros daban al conjunto un aire regio, elegante y propio del mes de diciembre. El diseño era más que una prenda: era una declaración estética. Una forma de decir esto también es invierno, esto también es novia.

Bajo él esperaba el segundo capítulo del look: un vestido con un cuerpo drapeado a mano, cuello caja limpio, de crepé y líneas que combinaban clasicismo y ligereza. Un look pensado para la cena, para conversar, para abrazar.

Y al caer la noche, cuando los villancicos improvisados se mezclaban con la música de fiesta y la pista del Cigarral de las Mercedes empezaba a llenarse, llegó la tercera transformación: sobrefalda fuera y como resultado una propuesta midi, divertida, favorecedora y sorprendentemente coherente con las dos anteriores. Un final de cuento moderno, luminoso y perfecto para bailar.

El estilismo se completó con un casquete de Solideo, un velo de tul, joyas a medida, algunas confeccionadas por el mismo abuelo de la novia, un choker vintage de López Linares y zapatos de Carolina Herrera.

En lo que respecta a maquillaje y peluquería, a cargo de Verónica Cifuentes, apostaron por una sofisticada naturalidad que resistió abrazos, lágrimas y baile.

España por un día

Hay detalles que convierten una boda en una historia especial. En esta, muchos tenían que ver con la distancia.

Itziar y Javier se casaron por lo civil hace un año, justo antes de mudarse definitivamente a Estados Unidos. Allí viven —y allí seguirá su vida juntos—, por lo que regresar para darse el "sí, quiero" en Toledo y en Navidad tenía un peso emocional enorme.

Otro de los elementos que marcaron la celebración fue la llegada de 20 amigos internacionales, muchos de ellos cruzando literalmente el mundo en plena temporada navideña. "Ha sido increíble verles llegar desde tan lejos, y además a tan pocos días de Nochebuena. Para nosotros fue un gesto inolvidable", explica la novia.

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La organización completa del enlace, desde Estados Unidos y en apenas cuatro meses, fue un desafío titánico que tuvo un aliado decisivo:

"El Cigarral de las Mercedes lo ha hecho facilísimo. Les estaremos siempre agradecidos. También mi madre, su mejor amiga, Lola, y la mía, Celia, han logrado que sea posible", comenta.

La madre, la madrina y el cortejo

La madre de la novia, la periodista y presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL de CLM, Esther Esteban, fue una de las figuras más elegantes del día.

Su conjunto, firmado por Mariana Trifón, era un despliegue de sofisticación invernal: un abrigo de terciopelo color cereza, caída impecable y un vestido fruncido de crepé marrón chocolate. Unos tonos cálidos y profundos que dialogaban con la estética navideña.

Completó el look con un tocado de Mimoki, zapatos de Larranaga y un bolso de Cristina Porres, un conjunto medido al milímetro. El maquillaje, obra de Arantxa Sánchez Silveira, y el peinado, de Laura Pantoja, culminaron un estilismo impecable.

El padre y padrino de la novia, el también periodista Ángel Nodal de Arce, directivo de TVE ya jubilado y defensor del espectador de RTVE, lució un impecable chaqué, al igual que el novio y los hermanos de Itziar y Javier.

La madrina, con un diseño de Pronovias, fue un ejemplo de elegancia clásica. Su vestido, de lentejuelas azul noche, se acomodaba en la estética navideña.

Los niños de arras, Bosco y Adriana, sobrinos de la novia, vistieron capas y chaquetas austriacas diseñadas por Celia Sánchez Horneros, combinadas con prendas de Qué Mono, creando una de las estampas más entrañables del día: pequeños pajes invernales que parecían salir de una postal propia de estas fechas.

Invitados ilustres

La tarde del 20 de diciembre, cuando el reloj marcaba las 16:00 horas y la luz invernal comenzaba a dorar el casco histórico de Toledo, los asistentes fueron llegando a la iglesia de Santiago el Mayor en un ambiente que combinaba elegancia, emoción y el brillo propio de la Navidad.

Entre ellos destacaba un nutrido grupo de figuras del periodismo y la comunicación, un reflejo directo de la trayectoria profesional de los padres de la novia y del cariño que despiertan en el sector.

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La presencia de Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, aportó un tono institucional y solemne al enlace.

A su lado, una de las invitadas más admiradas por su estilo, Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de este periódico, así como editora de Magas y LifeStyle. Acudió con un impecable diseño español de Coosy y una capa vintage escocesa, muy en sintonía con la estética invernal del evento. Además, añadió un bolso de Jimmy Choo.

También asistieron periodistas de referencia como Miguel Ángel Mellado, Alberto Morlanes, Isabel San Sebastián, Charo Zarzalejos y Esther Jaén, cuya llegada despertó afectuosos saludos, abrazos de reencuentro y conversaciones llenas de complicidad.

El ambiente que se creó alrededor de estas personalidades hizo de la boda, por unos momentos, un punto de encuentro del periodismo español: un espacio donde se mezclaban la amistad, la admiración mutua y el espíritu cálido de las celebraciones navideñas.

La presencia de estos invitados no solo confería al enlace un carácter distinguido, sino que también simbolizaba el apoyo y el afecto hacia la familia en un día profundamente significativo.

En conjunto, dieron a la cita un aire social y elegante que la convirtió en un pequeño acontecimiento dentro del invierno toledano.

La celebración en el Cigarral de las Mercedes fue un homenaje a la sofisticación de esta época del año: luces tenues, mesas cálidas, cristaleras que dejaban ver la noche de la ciudad de Toledo y detalles cuidados con mimo.

El grupo La Marimorena puso música a la fiesta, que se prolongó entre risas, bailes y brindis. Ochoveinticuatro capturó cada instante, desde el movimiento del abrigo de tweed hasta las miradas que solo se dan cuando todos saben que ese momento no se repetirá así jamás.

Un día que cruzó continentes.

Un vestido que vivió tres vidas.

Una boda que brilló como solo brillan las de diciembre.

  • 1 de 15

    Primer vistazo

    En la imagen, la novia, Itziar, observa atenta y emocionada las creaciones del equipo de Navascués para su gran día. Un vestido transformable en tres actos.

    Ochoveinticuatro
  • 2 de 15

    En familia

    Una instantánea que quedará para el recuerdo y servirá para recordar un momento tan íntimo y de emociones como este, justo antes de salir para la iglesia de Santiago el Mayor, en Toledo.

    Ochoveinticuatro
  • 3 de 15

    En la mejor compañía

    Itziar junto a su padre momentos antes de pronunciar el "sí, quiero" en la entrada de la iglesia. El portón de la misma estuvo adornado por dos columnas de flores en una paleta cromática acorde a la época del año.

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  • 4 de 15

    El tiempo se para

    La iglesia de Santiago el Mayor acogió el día más especial, hasta el momento, de las vistas de Javier e Itziar, que sellaron su amor en Toledo tras organizar el evento a miles de kilómetros de distancia, desde Estados Unidos.

    Ochoveinticuatro
  • 5 de 15

    Punto y seguido

    La salida del templo no solo marca la continuación de la celebración de la boda, sino también la de la historia de Javier e Itziar, que ahora inicia un nuevo capítulo. 

    Ochoveinticuatro
  • 6 de 15

    Tan solo un momento

    Mientras los invitados disfrutan del cóctel, los novios aprovechan junto al equipo de fotografía para vivir un momento más distendido e íntimo. Aquí, Itziar en un retrato en solitario. 

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  • 7 de 15

    Elegancia clásica

    Javier lució un impecable chaqué. En esta boda nada quedó al azar y todo tenía un sentido. La corbata de él combinaba a la perfección con el ramo de ella y sus zapatos, unos salones destalonados de Carolina Herrera.

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  • 8 de 15

    Detalles

    Una imagen en blanco y negro para enmarcar. Gestos que marcan la diferencia. 

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  • 9 de 15

    La de siempre

    No falla en boda alguna. Una foto de familia con los invitados antes de que arrancase el banquete. Los novios, como no podía ser de otro modo, presidiendo el instante. 

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  • 10 de 15

    Para el recuerdo

    Los recién casados, con la imponente ciudad de Toledo al fondo, y rodeados de la familia de Itziar, que ahora, de forma oficial, también es ya la de Javier. En la imagen también se encuentran los pequeños pajes del cortejo, que se encargaron de llevar las arras en la ceremonia, Adriana y Bosco.

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  • 11 de 15

    Todo y más

    Los novios disfrutaron al máximo con las actuaciones de su boda.

    Ochoveinticuatro
  • 12 de 15

    Confidencias

    La novia, Itziar, comparte junto a su padre una conversación junto a Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de este periódico.

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  • 13 de 15

    Que no pare la música

    El primer baile del resto de sus vidas.

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  • 14 de 15

    Entre los invitados

    En la imagen, Esther Esteban, con un sofisticado vestido marrón, presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha, rodeada de compañeros y amigos de la talla de Alberto Morlanes; Miguel Ángel Mellado; Isabel San Sebastián; Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL; Cruz Sánchez de Lara vicepresidenta ejecutiva de este periódico y editora de Magas y LifeStyle; Charo Zarzalejos; Esther Jaen; e Isabel Mascaraque Díaz-Ropero, esposa de Miguel Ángel Mellado.

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  • 15 de 15

    Para siempre

    Los novios caminando juntos en un gesto cariñoso. Ella, con la levita de él y el brazo de este alrededor de su cintura. 

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