Juanma Moreno se quita la chaqueta y se arremanga: esto es una entrevista informal, un retrato a vuelapluma. Nos pondremos festivos, nos pondremos un poco psicoanalíticos. Y lo que surja.
¿Qué sucede cuando a un político le sacas de las preguntas sobre actualidad y gestión que ha memorizado tan bien? Yo creo que un ser humano se revela cuando le dejas hablar de sí mismo… y cuando le escuchas sin juicios, que policía no somos.
Como cantaba La Bien Querida: “Todo el mundo tiene restos de sueños / y regiones de la vida devastadas / todo el mundo tiene una infancia / que resuena en las esquinas de su casa. / Todo el mundo buscó algo algún día, / y no lo encontró”.
Eso es lo que queremos conocer en esta mañana grisácea de diciembre bajo la excusa del lanzamiento de su libro, Manual de convivencia: la vía andaluza (Espasa). Al final, Juanma Moreno, ustedes y yo, sabemos que sólo hay un tema y es la vida. O las vidas, porque tenemos tres: la pública, la privada y la secreta.
A nosotros nos interesa ver la peca secreta que hay detrás del maquillaje levemente anaranjado que luce hoy el presidente de la Junta de Andalucía. No somos televisivos. Somos los chicos de la trastienda.
Vídeo | Juanma Moreno: "En mi casa hemos vivido un matriarcado y por eso respeto tanto a las mujeres”
Una hora sentada frente a un hombre. Es como ver desenrollarse un ovillo bajando suavemente por una pendiente. Hay mucha verdad en la relajación.
¿Cómo es Juanma Moreno? Simpático, que no divertido, ¿saben el matiz? Un andaluz disfrutón de esos que en las verbenas o las bodas se quita la corbata pero nunca la camisa. Vive en esa tensión entre la alegría dicharachera y una razonable contención (como el niño que sabe que sus padres le miran). Es un sí pero no.
Hay un gamberro que se hace perdonar dentro de su cáscara de buen chico. Una vez tuvo pintas y escuchó Siniestro Total.
Ese es su rollo: ser bisagra. Opera entre dos aguas, como Paco de Lucía. Estamos siendo amables creyéndonos que es del PP, como nos pasa con Sémper. Podría ser del PSOE, qué más daría. No es un hooligan. Es un gestor. Dice que sobra ideología.
No es exactamente el líder del recreo o el máximo goleador del patio: no es naturalmente arrollador ni tiene un temperamento escarpado o magnético, pero es agradable hablar con él. Es ese delegado de clase que hace de poli bueno con los compañeros y pacifica al profe. Es un mediador. Alguien estable, alguien confiable.
Pero ahora, de repente, bajo la luz del cargo, mola y lo sabe. Eso siempre deja un reguero de eguito en un hombre. Se intuye que siempre fue un chico majo e integrado, pero ahora es algo más, es un nuevo molón, criatura similar en peligro al nuevo guapo. Vivir estas cosas en la edad adulta por primera vez afecta un poco.
Dice Juanma que él es “muy indie” (cuidado que al final vamos a tener algo que ver con Sánchez vestido de moderno en Radio 3) y que escucha mucho Arde Bogotá y Viva Suecia. “Pero también me gusta el salseo, me gusta Rosalía, me encanta bailar, me atrevo, me genera energía positiva”. Recuerda con cariño La cripta embrujada de Eduardo Mendoza. Y E.T. Y El Piano y La lista de Schindler.
Acaba de surfear una crisis especialmente sensible, especialmente sangrante: la de los cribados. Esta entrevista se hizo antes de que se publicase la noticia de que la Fiscalía de Sevilla ha archivado la denuncia de Amama por un supuesto borrado de mamografías (de ahí a que hayamos omitido algunas de las preguntas ya desactualizadas).
También antes de que Moreno reconociera que de las 2.713 afectadas que computa la Consejería de Sanidad, "el 99% no tiene lesiones tumorales": es decir, habría una treintena de mujeres enfermas. Una guerra espinosa de cifras arrojadas por unos y otros.
Estas graves negligencias le han supuesto al PP andaluz un desgaste político de seis puntos de intención de voto que, según Moreno, "ya hemos recuperado".
Con otras mujeres, Juanma corrió mejor suerte. Hablemos de ellas. Y de los veranos largos en Málaga que construyeron al presidente de la Junta de Andalucía. Uno es, sobre todo, las mujeres de su vida y sus veranos.
Empecemos hablando de la primera mujer de tu vida, de la primera mujer de la vida de todos: de la madre. A tu madre, María, la has definido alguna vez como el motor y alma de tu familia. Cuéntame cómo es ella y en qué te pareces y diferencias de ella.
Sin duda, mi madre es una mujer que ha influido muchísimo en mi vida. Es una mujer fuerte, valiente, decidida y muy positiva. Eso la ha llevado siempre a tener un carácter muy emprendedor, es muy echada hacia adelante. Se sacó el carné de conducir en el año 1972 y conducía una furgoneta…
Imagen poderosa.
Sí, sí, porque tenía un pequeño comercio y había que llevar las cosas. Cuando se sacó el carné era una minoría, pero yo recuerdo tener siete u ocho años, ir con mi madre en su furgoneta y escuchar cómo algunos tíos le decían burradas… ya sabes, el machismo imperante de la sociedad de esa época, “¿qué hace ésta aquí?”, y tal, pero a ella siempre le ha dado igual. Tiene un carácter y una determinación muy positiva. Yo de ella he heredado cosas buenas como la determinación y la constancia…
"Mi madre conducía una furgoneta en el 72 y los tíos le decían burradas: a ella siempre le dio igual"
¿Te da igual lo que digan de ti, como le pasaba a ella?
No tanto. Nunca me ha dado igual, pero no me influye, no me saca de mi hoja de ruta. Si creo en algo, aunque me estén criticando, sigo hacia adelante, no me desanimo, si no, nunca habría sido presidente de la Junta de Andalucía. Eso lo he heredado de ella. Y también el insomnio. Eso me gusta menos. En mi casa hemos vivido un matriarcado porque ella era una mujer influyente y poderosa. Lo sigue siendo. Por eso respeto tanto a las mujeres. En mi equipo siempre quiero tener la visión femenina sobre un problema o una situación, porque incorpora planos distintos.
Naciste en Barcelona pero pronto os fuisteis a Málaga. Tienes dos hermanas. Tus padres eran, digamos, charnegos: se fueron a trabajar allí y luego volvieron. ¿Qué tipo de niño fuiste? Sé que tu colegio era el Giner de los Ríos, al lado de la cárcel, en un barrio obrero... me lo han contado mis fuentes malagueñas.
Sí. Mi infancia fue entre mostradores, porque mis padres tenían antiguamente una tienda de ultramarinos. Mi madre decidió volverse de Barcelona un día que fue a recoger al colegio a mi hermana y alguien le dijo “la charneguita está al fondo” y mi madre montó un pollo. A partir de ahí se fueron. A pesar de que ambos tenían un buen trabajo. Yo recuerdo ir al colegio, jugar mucho al fútbol en tierra, y vivir en el mostrador, en la trastienda donde hacía los deberes. Cuando era chico me metía debajo del mostrador porque me parecía una casita. Cuando traían juguetes de muestrario, yo estaba ahí muy pendiente…
Juanma Moreno dice que nunca fue un niño mimado: eran tres hermanos y había que compartir.
¿Niño mimado?
No, al ser tres hermanos… había que compartir. No quedaba más remedio (ríe). Pero tuve una infancia feliz.
Tus padres son unos currantes. ¿Tú tienes conciencia de clase?
Yo vengo de una familia humilde, soy nieto de jornalero por parte de padre y nieto de agricultor por parte de madre, de Alhaurín el Grande, que emigran a Barcelona no de vacaciones, sino por una necesidad y por buscar un futuro mejor, porque no había empleo en Andalucía. Mi familia ha sido muy trabajadora. Mis padres trabajaban de lunes a domingo y mi padre iba al mercado a las cuatro y media de la mañana a por la fruta…
"Vengo de una familia humilde. Luego nos tocó la lotería, un segundo premio, porque mis padres vendían décimos en la tienda"
No estamos a la altura de esa generación fortísima. Tenían otro lomo.
Total. Tenían un motor distinto al nuestro. Yo mismo, o generaciones más jóvenes, sentimos a veces que todo nos supera… y esas generaciones se echaban todo a la espalda y no tenían hora. Eso me ha servido para aprender.
Pero espérate, que viene el girazo: luego os tocó la lotería. Literalmente.
Sí, fue un segundo premio.
¿Cuánto?
No me acuerdo… como se vendía lotería también en la tienda… ese año se vendió casi toda. Me acuerdo perfectamente de que había una serie que no se había vendido y mi madre le dijo a mi padre “véndela”, y la vendió, entonces nos tocó bastante menos. Serían dos millones y medio de pesetas o tres y medio…
Bienvenido sea. O sea, que tu experiencia es que de clase social sólo se cambia saltando, ¿o hay otra forma?
(Ríe) Bueno, mis padres trabajando. Yo creo que la mejor fórmula, la fórmula habitual, es trabajando, sacrificándote y esforzándote.
¿Eres un hombre con suerte?
Sí, he tenido suerte de tener salud, mi entorno y yo. Y de haber tenido estos padres. Luego la suerte me ha ayudado también en momentos de mi vida que son fundamentales.
¿Como hace uno para no tener tonterías? Es decir, para tener la cabeza en el sitio, para tener memoria y no olvidarse de dónde viene uno y de quién es.
No cambiando de vida. Lo importante para mantener los pies en la tierra es mantener los amigos de siempre, ir a los sitios a los que ibas antes…
¿Por ejemplo?
Yo voy a bares que hay por allí por la Cruz de Humilladero, a sitios a picar con mis amigos, a mantener la mismas rutinas que tenía antes. Cuando haces eso, te mantienes en tu ecosistema. Cuando te vuelves tonto es cuando haces cosas que antes no hacías y te olvidas de dónde vienes… al final gran parte de tu felicidad y tu bienestar está en tu entorno.
¿Cómo son tus amigos de toda la vida?
Son buena gente. A muchos de ellos los conocí en Giner de los Ríos, a otros en la Universidad Laboral. Son buenos amigos. Los amigos-amigos que son como hermanos son cuatro o cinco, pero conservamos la amistad y todos los años buscamos un hueco para hacer una escapada juntos…
"Mis placeres más caros son el vino y los viajes. El más barato, el senderismo"
Te los tendrás que llevar a un reservado, ¿no? No podrás comer de menú.
Ellos echan en falta… bueno, pero yo como de menú muchas veces, y me ha visto mucha gente, cuando voy en carretera, y a mí me encanta. Hay muchísimas ventas en Andalucía maravillosas.
Cuál es tu placer más caro y cuál el más barato.
El más caro puede ser viajar, me encanta viajar… pero es que tengo tres hijos y vamos los cinco, mover a cinco personas es caro, por eso no puedo permitirme el lujo de hacer grandes viajes, pero por Europa me escapo: el año pasado estuve en Noruega, o este verano hemos estado en Portugal. Ese es mi caprichito. Otro caprichito que tengo es el vino, soy un amante del vino…
¿Eres entendido?
Con el tiempo sí. Con ayuda de amigos y de lecturas y de probar y degustar muchos caldos y muchos vinos, no es que sea un especialista, pero sé diferenciar tipo de vino, tipo de uva, tipo de añada… y después ya está el gusto personal. El mejor vino es el que a uno le gusta. Y el placer más barato… pues el senderismo.
¿Ahí no te persiguen los enemigos?
(Ríe) No, ahí no hay. Ahí escuchas pájaros. Con suerte, ves un zorro.
Hay otros zorros de ciudad.
Esos son muchos más peligrosos.
El presidente de la Junta de Andalucía confiesa que, por su crianza, siempre miró a las niñas con distancia y prudencia.
Eres un niño de la España de 1970, ¿cómo era crecer entonces siendo un varón, cómo mirabas el mundo femenino? ¿Las niñas te generaban extrañeza, admiración, romanticismo… vértigo? En ese país tan machista todavía.
Yo me fui desarrollando en la Transición, por así decirlo. Empecé a tomar conciencia en la década de los ochenta. Coincido con el boom de los ochenta, la explosión de ansias de libertad, la explosión cultural a través de La Movida. Eso me generó mucha inquietud por la música. Había ese aperturismo creciente… pero siendo niño yo veía a las niñas con mucho respeto. Esa era la cultura que me habían trasladado: respeto, distancia.
Ah: contención.
Sí. Era de prudencia. Era muy separado todo. Esas relaciones que hay hoy en día de niños y niñas mezclados con complicidad, en mi época no la había.
Todo un poco sacro.
Sí, era como “uy, tal, si le doy un beso va a ser pecado”…
¿Cómo fue tu primer beso? Pero primer beso de verdad.
Fue muy bonito. Fue con una niña que me gustaba a mí muchísimo y luego tuve la suerte de salir con ella. Vaya, tenía 14 años, con lo cual, tampoco es que saliera a ningún lado, pero nos llevaron a hacer unas prácticas… de un curso de submarinismo o algo que hizo el colegio con un convenio de estos de promoción deportiva. Al final del día, nosotros nos quedábamos y esa chica se iba, entonces se acercó a mí y me dijo “me da pena no poder quedarme”…
Y tú dijiste: “Ya está”.
¡Y medio un beso!
Ella.
Sí, sí. No dormí en toda la noche, no pegué ojo, era un sueño cumplido. Qué bonito el amor y el amor ese tan juvenil, tan fresco, tan inocente.
¿Cómo ha cambiado tu forma de entender el amor desde que tenías 14 años hasta ahora?
Bueno, ha madurado. Ese amor era un amor muy, muy inocente. Muy fácil. Muy bonito, muy dulce, y al mismo tiempo muy platónico. Ahora mismo es un amor mucho más maduro. El amor tiene mucho que ver con la ternura, con la complicidad, con el respeto, con objetivos comunes… el amor va acompañado de muchas otras cosas que lo adornan y fortalecen.
Tú has sido músico, has compuesto canciones. ¿Eres más de Sabina, de Julio Iglesias, de Perales o de David Summers? Ahí hay cuatro Españas.
Es que en los ochenta todos queríamos tener un grupo. Y me acerqué a la música y tuve la suerte de tener dos proyectos musicales chiquititos y tal, pero me divertí mucho, eso reconocerlo. No soy mucho de los que has mencionado, soy más bien de Golpes Bajos, de Radio Futura… yo estaba más en La Movida. Danza Invisible. Siniestro Total.
Muy rebelde, ¿no?
Sí, me pilló… era la vanguardia, la música alternativa al pop. Me ha gustado también, he escuchado Hombres G y tal…
Ahora sistema… y antes un poco antisistema. Porque Siniestro Total… dime tú a mí.
Sí, tenía un punto antisistema, escuchaba hasta La Polla Records en aquella época. Pero era un poco rebelde, tenía 16 años.
"Tuve un puto antisistema, escuchaba La Polla Records y Siniestro Total. Aún soy rebelde contra la injusticia"
¿Cuándo se modifica esa rebeldía o de qué forma eres rebelde ahora?
Bueno, soy rebelde aún, soy rebelde contra la injusticia. La rebeldía no la pierdes nunca. Soy rebelde contra aquellos que me intentan imponer un canon. La injusticia me saca de quicio. Es lo que me trastoca. Yo me pongo este anillo y alguien me dice “qué gordo, qué feo te queda”, y a mí me da igual, tengo personalidad. En el ámbito estético y en el ámbito político. No me distraigo cuando no hay consistencia en la crítica o cuando no la veo fundamentada.
Me contaron que tú te llevabas muy bien con Sánchez cuando ambos erais diputados rasos. Aznar te dio la recomendación de que os juntaseis entre vosotros, de que te juntases con gente joven, y tenías una cena regular con Sánchez. Dime tú si es verdad o me han engañado.
Sí, es verdad. Hay una parte de verdad… había una serie de programas en televisión y en radio donde desde los partidos políticos empezaron a mandar a gente joven para rejuvenecer la política. Entonces yo tenía una especie de tertulias en Radio Nacional de España, creo que era a las nueve de la noche, donde Sánchez iba por el PSOE y yo por el PP. Coincidíamos en esas tertulias.
Juanma conoció a Sánchez de muy jóvenes, cuando ambos eran diputados rasos... y tomaron cervecitas.
Y había cenas después.
Bueno, había después la típica conversación y alguna cerveza. Al final, cuando coincides en una tertulia vas estrechando lazos…
¿Cómo era Sánchez de cerca bajo esa pátina de cervecilla y charla?
Nunca entré en profundidad, pero Sánchez era el típico joven con inquietudes políticas. Con ambición. Yo ya le veía la ambición…
¿Le veías chungo?
En esa época no se lo notaba. Yo le veía muy ambicioso, sí, tenía mucha ambición… y se le notaba.
"Conocí a Sánchez de joven, ya se le veía la ambición. Era muy apuesto, él era más alto… pero yo también me defendía"
¿Hubieras podido predecir lo que iba a pasar después?
En esa época, para nada. A mí me llegan a decir entonces que él iba a ser presidente del Gobierno y yo presidente de la Junta… y no me hubiera creído ninguna de las dos cosas. Pero era muy apuesto, eso sí es verdad.
¿Competíais?
Bueno, éramos distintos… él era más alto… (ríe). Pero yo también me defendía. Estábamos los dos a buen nivel.
¿Cómo le definirías ahora, desde aquel chaval que conociste?
Nunca le conocí en profundidad, no sé si ha cambiado o era así, pero el Sánchez de ahora es huraño, es un tanto oscuro, no dice la verdad, ha mentido de manera reiterada y constante, no es coherente en nada, y por tanto es una persona ahora mismo poco de fiar. Ese Sánchez que veo ahora, manipulador… no me gusta, evidentemente.
Juanma nos cuenta que es un cristiano con dudas y que lo del paraíso no le acaba de convencer.
Creo que eres un hombre religioso.
Soy cristiano porque creo que la moral cristiana, que es con la que yo me he criado, tiene valores positivos. Pero soy un cristiano con dudas, como todo el mundo…
¿Qué tipo de dudas?
Las que todo el mundo tiene cuando te dicen “oye, que vas a ir al paraíso”, pues hombre…
¿Hablas con dios? ¿Te contesta?
Yo no soy muy practicante. Tú piensas y aceptas una moral, como la de no hacer daño a nadie, pero quién no implora… “échame una mano, que tal, no sé cuánto, no quiero equivocarme, quiero ser justo, intenta que esta decisión sea positiva para los andaluces, oriéntame”… tengo ese tipo de conversaciones internamente.
Hablándole a Dios de Andalucía.
Claro, cada uno va a lo suyo… yo tengo una responsabilidad y quiero acertar para la mayoría, quiero ser un buen gestor y un buen líder.
"Soy un cristiano con dudas, pero, ¿quién no implora a Dios? Yo le digo que me ayude a ser justo y útil para los andaluces"
¿Qué hay de la culpa? Eso que hablábamos del beso y el pecado. Cuando llegó el momento sexo en la vida, cuando tuviste tu primer encuentro erótico con una mujer, ¿sentiste algo parecido a la culpa, sentías la carga de la educación cristiana que hemos recibido?
No (ríe). Debo reconocer que no sentí ninguna culpa. Cuando el sexo es mutuo y de reconocimiento mutuo y normalmente viene avalado por cariño o por amor… me parece algo precioso, es maravilloso y estoy convencido de que Dios está de acuerdo. Compasión, complicidad… hay muchos afectos ahí…
¿Eres un hombre romántico?
Sí, sí, soy sensible, emocionalmente sensible. Veo una película un poco tal… y se me escapa una lágrima… yo he llorado con películas de Disney (ríe). Soy emocional y soy romántico. Hay amigos míos que dicen “lo bonito del amor es empezar a querer”, y es verdad que esa parte de seducción, de conocerse, de descubrir… es muy bonita. El amor tiene muchos estadios. El ser humano debería estar siempre enamorado.
¿Tienes amigos de izquierdas, te ha gustado alguna vez una chica de izquierdas?
Sí, sí. He tenido novias de izquierdas y alguna muy de izquierdas…
Se lo pregunté a Almeida y me dijo “me podría gustar… no una roja, roja, pero sí una rosadita”.
No, no, yo tuve una novia en la universidad, que no existía Podemos en aquella época pero era de Izquierda Unida. Ella era el prototipo de izquierda-izquierda y era fantástica, guapa, inteligente. Estuvimos nueve o diez meses. Pero es verdad que cuando hablábamos de política… no nos entendíamos (ríe). Pero tenía ese punto de tensión buena, de debate, era divertido. No se rompió aquello por la política, sino por un cierto modelo de vida. Las cosas se apagan.
¿Tus amigos te votan a ti todos o hay alguno que no te vote?
Yo creo que me votan. Hay uno que me reconoce que sólo vota al PP cuando yo me presento. Y me lo creo porque su familia es muy de izquierdas. El muy cabrón me manda una foto suya votando con la papeleta y tapándose la nariz (hace el gesto y ríe). Como diciendo “lo hago con la nariz tapada”.
"He tenido novias de izquierdas y alguna muy de izquierdas. Y un amigo que me vota con la nariz tapada, el cabrón"
Oye, y de esa época de los ochenta que hablábamos… ¿qué hay de tu transgresión química? ¿Probaste las drogas?
No, mi parte transgresora fue hacia la música, hacia la vestimenta. En aquel momento vanguardista yo me rapaba por aquí, por alrededor, y me dejaba otros pelos largos… con la plancha te planchabas el pelo… pantalones cortados, zapatones con hebilla, según mis padres era un pintas.
Pero no la probabas.
No, siempre he tenido conciencia. Primero porque jugaba al baloncesto y estábamos federados y jugábamos los fines de semana. Cuando tú entrenas y estás metido en el mundo del deporte no te va eso. Por eso no fumo tampoco, nunca he fumado. Beber… sí, aunque no es saludable.
Cubata favorito.
El vino tinto…
Y qué más, porque a mí me han contado que salías por la zona de Pedregalejo a un sitio que se llamaba La Peseta Loca y otro que se llamaba Rantamplán. Me dicen mis fuentes…
(Ríe) Yo he probado todas las bebidas. Me dio una época por la ginebra limón, luego el whisky cola y luego el ron cola. Esas mis tres bebidas favoritas. Tequila y vodka no he bebido nunca. Ya, básicamente, cerveza y vino, es raro que me tome una copa larga, y si me tomo una copa es un whisky solo.
"¿Que cómo seduje a mi mujer? Por la palabra, porque sabía de temas políticos que le interesaban y por otras habilidades secretas”
Hablemos ahora de tu gran amor. De Manuela. ¿Cómo distinguiste que estabas enamorado de ella?
Yo a Manuela la conozco en un Congreso del partido a nivel nacional, en Madrid, en una de esas fiestas posteriores que hay en los Congresos por la noche y tal, y la conozco de pasada. Me la presentan… “tal, de Nuevas Generaciones”, y me quedé con el teléfono y con la copla. La vi mona e inteligente…
He flipado con las notas que sacaba. La mejor de su promoción.
Tiene talento y capacidad, es una mujer brillante.
¿Es más brillante que tú?
Creo que en muchos aspectos, sí, es más brillante que yo, y si hubiera hecho carrera política y hubiera tenido un poquito de suerte (que en la vida también hay que tenerla) podría haber llegado lejos. Yo a Manuela la conocí ahí y luego se vino a hacer el doctorado a Madrid.
Y yo estaba viviendo en Madrid en esa época (ella venía de Granada), y ella haciendo el doctorado sobre un tema político y me pidió información… y ya me lo inventé: “No tengo tiempo, ¿por qué no quedamos a cenar y yo te explico…?”. Y me la llevé (ríe). Bueno, al principio me dijo que no, “no, a cenar no”, y me tuve que tomar un café.
Juanma sedujo a su flamante esposa con la palabra, conversando acerca de temas políticos, que eran de su interés.
Un café es friendzone.
Sí, pero del café me la desvié a una cena y en la cena empezamos a intimar. ¿Y cuándo supe que estaba enamorado…? Ese mismo verano. Yo tenía en esa época 35 y ella tenía 25, y ese verano fue el verano del amor… (Ríe) Junio, julio, salimos, fuimos a conciertos juntos, escapadas…
¿Cómo la sedujiste? Ella no estaba muy por la labor…
Yo siempre he tenido a mi favor, por así decirlo, o uno de mis instrumentos más importantes ha sido la palabra. Y como ella era una persona intelectualmente sólida y le inquietaban los temas políticos, pues hablábamos horas y horas de cosas donde yo era solvente. Yo creo que eso le llamó poderosamente la atención, más otras de mis habilidades secretas… (ríe).
¿Y cómo lleva ella la erótica del poder? De tu poder. Ve que su hombre será un hombre deseado…
La erótica del poder existe, no vamos a negarla, sería mentira. Cuando tú tienes una posición preeminente donde estás con el foco… eres una persona más interesante. A priori una persona que lidera una Comunidad Autónoma y tú la ves en una intervención, en una conferencia o en un libro… te parece más interesante y eso hace que personas, en este caso mujeres, se acerquen con interés. No significa que sean intereses espurios…
Alguno habrá.
Un puntito de interés… Eso sí. Pero ella lo lleva bien. Se ha ido adaptando con el tiempo.
¿No es celosa?
Alguna vez se ha molestado.
"Mi mujer se ha molestado: se me acercaron dos niñas muy monas en Tarifa y se hicieron una foto pegadas cara con cara. Y ella delante, flipada, ‘qué poca vergüenza’"
La gente es muy invasiva, ¿no?
Sí. A veces a mi mujer le ha molestado alguna cosa. Estábamos un día paseando por la playa, por Tarifa, nunca me olvidaré, y entonces pasan dos chicas, jóvenes además…. Y yo iba paseando con un perro que yo tenía… y las chicas: “Juanma, Juanma, tú eres Juanma, tal, pumpún, ¿nos podemos hacer una foto?”. Y yo les presento: “Es mi mujer, tal”. Y se hacen la típica foto pegada cara con cara… mi mujer delante, mirando, flipada.
¡Hombre! Yo igual también me habría molestado.
Además las dos niñas eran muy monas, eh (ríe). Y pegadas, pegadas, pegadas… y se despidieron con unos abrazos…
Muy sentidas.
Sí, muy sentidas. Y ella se quedó cruzada y cuando se fueron me dijo “pero, ¿y esto? ¿Es que no saben que estoy delante? Qué poca vergüenza”. Eso sí le molestó. Pero con el tiempo se ha dado cuenta de que eso…
De que hay que ganar el voto y ya está, ¿no?
(Ríe) No, de que esto forma parte de la situación.
Juanma asegura que ha callado muchas bocas y que padeció el fuego amigo.
¿Crees que has callado muchas bocas?
Sí. Yo he callado muchas bocas. Yo me enfrenté a un ambiente muy hostil y muy crítico, yo llegué en el año 2014 y asumí las riendas del partido e hice cambiar el partido hacia un modelo más centrado, más pegado a la tierra, más permeable a la sociedad…
La vía andaluza.
Sí, era la única manera de que fuéramos el partido preferido de los andaluces como hoy día lo somos, y eso generó malestar en una parte de mi partido.
¿La parte más reaccionaria, digamos?
Sí, la parte más conservadora. Hubo una serie de medios de comunicación que no me recibieron precisamente con palmas, sino con hostilidad, y hubo una serie de dirigentes políticos de mi partido que me recibieron con hostilidad, más la hostilidad del adversario, del PSOE, y fueron listos, porque Susana preveía que yo iba a ser un rival complejo, y entonces me dieron muy fuerte y desde el principio no me dejaban crecer. Yo estaba en un punto de ostracismo, y mucha gente delante y detrás mía decían que yo no valía, que nunca llegaría.
"He callado muchas bocas. Me enfrenté a un ambiente muy hostil y muy crítico dentro de mi propio partido… la parte más conservadora"
¿Y ahora dices “que se jodan”?
Mira, tengo muchos defectos pero tengo una virtud. No soy rencoroso.
Eso es una suerte.
Sí, eso me lo dice mucho mi mujer, no tengo rencor: ha habido personas que han estado frontalmente contra mí y hoy están en mi equipo. Ha habido personas que me han traicionado que hoy están en mi equipo. En ese sentido…
¿No crees en el uso de la justicia poética?
Es que el tiempo se encarga de la justicia poética. No tengo rencor, no tengo envidia y eso me hace vivir más tranquilo, y más feliz. Si hay una postura positiva y constructiva, adelante. Ahora: si reincides en la traición, no. Ha habido algunos que lo han reconocido, ¿eh? Periodistas…
¿Qué ha cambiado? ¿Les has convencido de algo realmente? ¿O quieren estar cerquita del poder?
Correcto. Algunos lo han hecho porque soy el presidente de la Junta de Andalucía… y se han reorientado. Peor otros sí lo han hecho de manera honesta, han venido a tomarse un café conmigo y me han dicho “oye, te quiero pedir perdón, me he equivocado”.
Juanma Moreno ha acudido a una psicóloga en ocasiones, pero ahora se queda con la meditación.
¿Qué tal llevas la presión? ¿Acudes a un psicólogo, has acudido?
Presión aquí hay mucha, mucha, mucha. Y de hecho es algo que debería estudiarse en más profundidad el nivel de presión que asumimos los políticos, sobre todo los que estamos en primera línea, y cómo nos puede llegar a afectar en términos emocionales. He visto a compañeros y adversarios que abandonan la política con problemas de salud mental complicados… eso hay que tomárselo muy en serio. Yo no tengo ningún problema en si me veo raro, ir a un psicólogo.
¿Has ido?
Sí, he ido algunas veces.
¿Y quién es tu psicólogo o psicóloga de confianza?
Es una mujer, sí, siempre ha sido una mujer. Yo trabajo mucho mejor con las mujeres que con los hombres, y esto decirlo me va a traer problemas, pero es que el nivel de compromiso de la mujer es mayor. Y el nivel de sacrificio. Y el nivel de lealtad. Además el punto emocional ayuda a enfocar.
He sido menos traicionado por mujeres que por hombres. En fin, lo que sí hago es ‘mindfulnes’, llegó a mi vida… el psicólogo se ha ido desplazando y la meditación me ha ayudado mucho. Así he ido quitando el murmullo mental, lo he llevado a la mínima expresión, la mente no llega nunca a estar en blanco pero… es como un entrenamiento físico. Al principio tu pensamiento es una cabra loca, pero acaba siendo satisfactorio.
"No soy guapo, pero es más importante ser atractivo. Mi fuerte es la constancia. Soy Tauro"
¿Cuáles son tus fuertes como político, como presidente? ¿Cuánto hay de carisma, de belleza…?
De belleza, poco, no hace falta decir que no soy guapo, me miro al espejo y es suficiente. Uno puede ser atractivo en el conjunto, el atractivo son muchas cosas. Es más importante ser atractivo que guapo, esto es un consuelo para yo satisfacerme (ríe). Mi fuerte es la constancia. Soy Tauro.
¿Para qué sirve el poder?
Para transformar, para cambiar. No hay cosa que me haga más feliz que ver que había un problema y que lo he resuelto. O cubrir una necesidad. Ves terminado un hospital que hacía falta, o un colegio y te viene el AMPA y te lo agradece, y ves a los niños felices y a los padres felices… me reuní con las asociaciones de ELA, que le estamos dando ahora una ayuda de 12.000 euros al mes por parte de la Junta de Andalucía en materia de dependencia… y el nivel de gratitud con una mirada es tan grande… eso es emocionante.
Sin embargo, ha habido un momento incómodo en ese marco. ¿Son las mujeres de una asociación de cáncer de mama las enemigas que uno quiere tener? No, ¿no?
No, para nada. Yo no quiero tener enemigos…
Juanma cree que el poder sirve para transformar.
Y puestos a tener enemigos, lo ideal es que no fueran mujeres como ellas, como las integrantes de Amama, ¿no te parece? Es muy incómodo.
Es muy incómodo, sí. Yo he intentado que no fueran nunca un enemigo. El primer día les pedí perdón en nombre del Gobierno andaluz. Han sido 2317 casos de retraso en la información y aunque hubiera sido uno…
Hombre, imagínate que le pasa a una mujer que uno ama.
Total, pero se ha manipulado mucho la información, porque no son mujeres con cáncer, afortunadamente, son mujeres a las que hay que hacer una segunda revisión y, el 90% en un solo hospital…, y le ha supuesto el cargo a cinco personas. He tomado decisiones y he hecho un plan de choque, le vamos a meter 100 millones más a los cribados.
Pero yo tengo la conciencia tranquila porque cuando yo llegué, había menos cribados de los que hay ahora, que hacemos más de un millón de cribados al año. Y hemos incorporado un cribado nuevo, el de cáncer de colon, un cáncer del que murió mi padre porque entonces no había cribado de cáncer de colon.
"Vengo de una familia de izquierdas, mis padres eran votantes de UCD y yo soy muy centrado. Soy liberal y no sólo en lo económico"
Hablemos, además de la vía andaluza, de la vía madrileña. ¿Tiene algo que aprender Juanma de Ayuso…? ¿Y Ayuso de Juanma? Siendo estilos… te diría contrarios.
Bueno, no es que seamos contrarios, es que tenemos maneras distintas de enfocar la política porque también gestionamos realidades sociológicas y económicas distintas. Pero yo creo que siempre uno tiene que aprender del otro, siempre. He aprendido de cualquier persona que ha estado a mi lado.
Pero te resulta demasiado áspera, intuyo, Ayuso.
Yo tengo cosas que aprender de Isabel y probablemente Isabel pueda aprender cosas de mí. Yo creo en la complementariedad. Isabel y yo hacemos al partido más amplio y más completo porque tenemos sensibilidades distintas y maneras de entender la política con matices distintos, pero no son antagónicos, hacen un proyecto común y compartido más amplio. No hay ningún tipo de problema en un partido tan grande como es el PP. Es positivo que haya diversidad.
¿Con qué PP te sientes identificado? ¿Con el de Rajoy, con el de Feijóo…? Te han apoyado ambos en la presentación del libro. ¿De qué herencia viene tu PP?
Yo vengo de una familia de tradición de izquierdas y yo soy una persona muy centrada, mis padres eran votantes de UCD…
Juanma Moreno cuenta que viene de una familia con tradición de izquierdas y que él se considera muy centrado, liberal.
¿Y cómo te haces tú de derechas entonces?
Bueno, yo me siento liberal, pero no sólo en lo económico, en el sentido de que tiene que haber iniciativa privada y desarrollo económico para que se pueda pagar impuestos y poder tener una corresponsabilidad…
Sí, que no te hace mucha gracia la palabra “derecha”.
No es que no me haga mucha gracia, es que soy un liberal en el amplio sentido de la palabra, no me siento un hombre de etiqueta izquierda o etiqueta derecha.
Yo creo que tú tienes que tener conceptos claros en tu modelo de sociedad, y mi modelo de sociedad cree en una economía que funcione porque gracias a la economía podemos redistribuir riqueza, que hay que tener una clase media amplia para sostener la democracia… eso veo y eso creo, y creo que hay que quitarle ideología a la gestión, está todo ideologizado y eso es negativo.
Quiero quitar carga de polarización. A mí el PP que me gusta es el liberal, el que respeta la orientación sexual de las personas, el que respeta toda fe y toda religión, el que respeta al que no piensa como tú. Tolerancia y diversidad.
"Intento ser buen padre, pero hay muchas ausencias. Mis hijos están en una etapa de preguntas y respuestas y me duele no poder acompañarlos más"
¿Ese sería Feijóo?
Feijóo lo es. Si te fijas en cómo ha sido en sus legislaturas en Galicia…
¿Te daría miedo que te pasara como él: dar el salto a a política nacional y ver cómo algo de tu magia se pierde por el camino?
A mi es que la política nacional me interesa como español, y creo que es necesario un cambio de régimen político en España y ojalá Alberto sea presidente, será un buen presidente, pero a mí no me apetece. Creo en Andalucía, creo en estar allí y en contribuir a España desde el sur. No me apetece la política que se ha instalado, la política del insulto, de la hipérbole, de lo desagradable…
De “la fachosfera”…
Bueno, claro, Vox y Sánchez se retroalimentan. Vox le echa capotazos a Sánchez cuando está un poco débil o Sánchez le echa un capote a Vox elevando el tono. Yo no soy de extremos. Algunos dicen que soy el último exponente del centrismo en España y que si no sale bien la vía andaluza, iremos a un país de blanco o negro…
Wow. ¿Te sientes un salvador?
No me siento… pero el otro día leí una crónica que decía eso y me hizo pensar y me cargó de responsabilidad.
¿Qué tipo de padre eres?
Yo intento ser un buen padre. Hay muchas ausencias. El mayor tiene 16, el segundo va a cumplir 15 y el pequeño, 11. Están en una etapa de preguntas y respuestas y me duele no estar a veces para darle respuesta a sus preguntas. Eso me duele a mí más que a ellos, porque ellos desde muy pequeños me han visto entrar y salir, tener que ir de viaje, y lo ven como algo normal, no me echan de menos ni me lo reprochan, pero sí es verdad que yo lo noto. Eso me duele bastante, no poder acompañarlos más. Pero soy un padre muy afectivo.
Agatha Christie es la escritora favorita de Juanma Moreno.
¿Qué le preguntan sus compañeros de clase sobre ti?
Tienen mucha curiosidad. “Y tu padre, cuántos escoltas lleva, ¿conoce al rey?”… (ríe). Son ese tipo de curiosidades de niños de esa edad. Ellos se sienten orgullosos de lo que hago y a medida que van creciendo van teniendo acceso a más información. Hay cosas que no les gustan… cosas que ven en las redes, desagradables… mentiras que no entienden… les hablo de lo bulos.
Pero son niños por ahora bastante sensatos. Mis padres fueron educados en una cultura donde decir “te quiero” costaba mucho. En la posguerra decirle te quiero a los hijos era una cosa rara, una cosa complicada. Y yo a mis hijos no paro de decirles te quiero. O sea, cojo al mayor, que es más alto que yo, y le meto un abrazo y le digo “te quiero, te quiero”. Hasta parecerle pesado. “Venid los tres, venid los tres…”. “¿Tú sabes lo que yo te quiero?”.
Vamos al test final. Tu escritora favorita.
Agatha Christie. Era la fantasía. Me hacía pensar, soñar, reflexionar. Era maravillosa y llegó en los comienzos de la lectura.
Artista.
¡Lola Flores! Potencia, bravura, poderío… tuve la suerte de verla en directo una vez, y era chiquitito… tenía 9 o 10 años y quedé muy impactado.
"Mi personaje histórico femenino favorito es Isabel la Católica: la que pintaba allí era ella, la que mandaba"
Política.
Hay una ministra de Birmania que ahora tendrá cerca de 80 años… es una Premio Nobel.
¡Venga ya! ¿A Birmania te has tenido que ir para encontrar a una que te guste?
No, pero es que es una mujer increíble. Tiene un nombre difícil de pronunciar para nosotros. Leí su biografía y luego han hecho películas sobre ella. Peleó tanto contra la dictadura, contra el régimen militar… sufrió tanto… es un ejemplo de compasión, de resistencia, de fuerza. Aung San Suu Kyi. Estuvo en la cárcel mucho tiempo.
El personaje histórico favorito de Nacho Cano es Isabel la Católica.
Personaje histórico femenino favorito.
Isabel la Católica.
Mira que ella era…
Mujer de poderío. El peso del Estado caía sobre ella. La que pintaba allí era ella, la que mandaba, la que planificó lo que era la actual España.
Y cómo definirías a nuestra actual reina.
A mí me parece que es una reina bastante eficiente, lo hace muy bien, tuve la suerte de acompañarla como secretario de Estado cuando ella era princesa. Es muy seria, muy profesional en su trabajo, habla perfectamente… es una gran oradora. Dicción perfecta. Traslada, comunica muy bien y cumple con su papel.
Personaje de ficción femenino favorito.
Ally McBeal. Era una mujer poderosa… ella en un mundo de hombres sobresalía y buscaba soluciones a muchos problemas, era resistente y resiliente.