Lucía Sala, directora general de la Fundación Ortega-Marañón.

Lucía Sala, directora general de la Fundación Ortega-Marañón.

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Lucía Sala, directora de la FOM: "Que la ciudadanía participe en las decisiones es clave en la democracia"

La directora general de la Fundación Ortega-Marañón defiende la importancia de tener espacios de debate y diálogo, sobre todo en un contexto de polarización como el actual.

9 febrero, 2022 01:58

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Lucía Sala Silveira (Madrid, 1979), directora general de la Fundación Ortega-Marañón (FOM), encara con el tesón y la energía que la caracterizan la nueva etapa de la Fundación: "Queremos abrirla a la ciudadanía e integrarla dentro del circuito cultural de Madrid. La FOM es un espacio de uso público, un bien colectivo. Un bien para compartirlo".

Desde la antigua sede de la Residencia de Señoritas, Sala charla con MagasIN sobre los orígenes de la FOM y sus papel como "espacio cultural de referencia, de pensamiento, de la educación y la ciencia".

¿Cómo pasa de la Licenciatura en Biología a un Máster de Alta Dirección Pública?

Por la sociedad civil. Siempre he estado muy vinculada a las organizaciones de la sociedad civil. Como en aquel momento presidía el Consejo de la Juventud de España, el Instituto Ortega y Gasset me ofreció una beca para estudiar el Máster de Alta Dirección Pública.

¿Qué es el Consejo de la Juventud de España y para qué sirve?

Es una plataforma donde se reúnen todas las organizaciones juveniles y los consejos territoriales de las CCAA. Es un espacio de lobby y, por tanto, de participación y reivindicación ciudadana donde se reelaboraban todas las iniciativas y propuestas en materia de juventud en el ámbito nacional. Yo entré a través de una organización juvenil cristiana de base.

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¿Cuál?

Estaba vinculada a las Hijas de la Caridad y a los Padres Paúles, dentro de mi colegio.

¿Se incorporó desde el colegio, no desde la universidad?

Desde pequeñita estaba en esa organización -trabajaba en proyectos sociales, de voluntariado- y la inscribimos en el Consejo y, cuando ya estaba en la universidad, me eligieron presidenta de todas las organizaciones políticas de cualquier color, de homosexuales, de tiempo libre, de sindicatos, todas estaban representadas allí.

¿Sigue siendo tan influyente el Consejo de la Juventud?

En nuestra época fue muy activo, luego cambió mucho, se reestructuró como organismo autónomo de la Administración. Ahora tiene un perfil más bajo pero es igualmente necesario.

Creo que la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones del espacio público es clave para una democracia avanzada. Espacios donde la gente joven sea capaz de debatir, confrontar, dialogar y alcanzar acuerdos son muy importantes para la vida adulta. Y, sobre todo, es clave en un contexto como el de ahora en el que hay tal polarización política y social. Como perdamos eso, perdemos la esencia de la democracia.

Llegó a la FOM para impulsar la Escuela de Política de Alto Gobierno, GOBERNA.

Yo entré aquí porque estuve unos cuantos años trabajando para América Latina en la Cooperación Española (en la FIIAPP) y en la Secretaría General Iberoamericana. Eso me permitió viajar por los veintiún países de Latinoamérica y entender la región. En el 2012, vine para intentar impulsar un proyecto que era una escuela de política y alto gobierno para América Latina al estilo de la “Kennedy School of Government”, pero en español. El proyecto continúa a través del Instituto Universitario de la Fundación, aunque no con la dimensión que nos hubiera gustado. Y cuando estaba en ese proyecto, en 2015, me ofrecieron asumir la dirección general de la FOM. Lo acepté como un reto y un desafío en el que todavía estoy. Un desafío apasionante.

Lleva ya seis años.

Intensos.

"Espacios donde la gente joven sea capaz de debatir son muy importantes para la vida adulta"

¿Qué es la FOM?

Es un centro de pensamiento, de investigación, de formación de tercer ciclo, máster y doctorado. Un espacio donde dialogan las ciencias y las letras. Si algo hemos aprendido estos dos años de pandemia es que ese diálogo es importante.

Es una casa para la cultura, con capacidad de encuentro, de diálogo, de convocatoria. Aquí viene todo el mundo a quien invites, ya sea para un debate, una tertulia, un seminario, la presentación de un libro… Es una necesidad imperante tener espacios donde el ciudadano se sienta parte. Un lugar de encuentro donde, de forma independiente, plural y suprapartidaria, seamos capaces de elaborar qué modelo de país queremos.

¿Qué supone esta nueva etapa para la FOM?

Es una etapa apasionante, con un presidente maravilloso que tiene una capacidad infinita y una infatigable vocación de mejora. Estamos transformando esta casa en un espacio cultural de referencia, de pensamiento, de la educación, de la ciencia y de la cultura. Y hemos trabajado en profesionalizarla, en incorporar estándares de calidad, de gestión económica y de transparencia.

¿Qué incorporaciones ha habido en el órgano de gobierno?

En esta vocación de sumar lo mejor en el ámbito intelectual, político, empresarial y social se ha aumentado el órgano de gobierno. En el patronato de la fundación tenemos desde la presidenta y vicepresidenta del congreso a la vicepresidenta de EL ESPAÑOL, empresarios, académicos, abogados…

Además, hemos creado un consejo asesor donde incorporamos a otras personalidades de los distintos ámbitos como Fernando Vallespín, Daniel Innerarity, José Álvarez Junco, Mercedes Monmany, Manuela Carmena, Fátima Báñez, Nuria Cabutí... Esta mezcla es el ecosistema donde queremos hacer crecer esta casa.

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¿Estamos en el edificio que fue la sede de la Residencia de Señoritas?

Sí. Este palacete de 1857 fue la sede de la Residencia de Señoritas. La Junta de Ampliación de Estudios le encarga el proyecto a la pedagoga María de Maeztu en 1915. Es la cuna del acceso a la igualdad entre hombres y mujeres. Creemos que a la igualdad se accede desde la educación y aquí vivieron las primeras mujeres que accedieron a estudios universitarios en España. Es la homóloga de la Residencia de Estudiantes, aunque ellos son los conocidos, como siempre.

¿Y el edificio que se está rehabilitando?

Cuando éste se queda pequeño porque es tal la demanda de mujeres que vienen a estudiar aquí, encargan al arquitecto Carlos Arniches el edificio anexo en 1931. Pasaron muchísimas, son las pioneras y tenemos el archivo. Luego, durante la guerra se transforma en hospital de sangre. María de Maeztu se exilia en Argentina donde muere en 1948.

Durante la dictadura, lo ocupó la Sección Femenina y en democracia se entrega a Soledad Ortega Spottorno para que constituya la Fundación Ortega y Gasset y se ordene y reúna el legado de su padre. Ella misma vivió en la Residencia durante sus estudios universitarios. Más adelante se fusiona con la Fundación Marañón y se incorpora el archivo de Marañón.

¿Y el jardín?

En primavera terminarán las obras. Es un jardín emblemático en el centro de Madrid. Vamos a abrirlo al público. Siempre sueño con el momento en que puedas sentarte a leer un libro tomando un café y escuchando la fuente que sigue en el mismo sitio desde 1857.

"A la igualdad se accede desde la educación y en la Residencia de Señoritas vivieron las primeras mujeres que accedieron a estudios universitarios"

En 2023 es el centenario de la Revista de Occidente, la revista cultural española actual de divulgación más antigua. En el primer ejemplar de julio de 1923, Ortega y Gasset incorpora una hoja y media con los principios que él quería que inspirasen la Revista de Occidente. Han pasado cien años y siguen vigentes.

¿Cómo compagina la vida profesional con la familiar?

Con mucha dificultad, la conciliación no existe. Significa que corres más, que haces más cosas y que tu jornada laboral es más larga, pero nada más.

¿Lo laboral incluye lo casero?

Claro, y lo de los niños. Consiste en surfear lo mejor posible porque no es fácil.

¿Le gustaría dedicarse a la política?

No lo he pensado nunca. Estoy muy agusto donde estoy. Creo que hay muchas formas de hacer política, no solo a través de los partidos políticos.