Una vivienda antigua.

Una vivienda antigua.

Interiorismo

Una arquitecta advierte: "Revisar la distribución antes de comprar puede ahorrarte una reforma muy costosa"

¿Cómo elegir una casa con buena distribución y evitar reformas costosas? Estos son los consejos que da la experta Bianca Mongelluzzo.

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Cuando buscas una vivienda, muchas veces te dejas llevar por la estética o la localización, pero la distribución interior es un factor decisivo que puede marcar la diferencia a la hora de reformar. Para la arquitecta Bianca Mongelluzzo, esta faceta es clave: "Si tiene muchas paredes y pasillos, la reforma va a salir mucho más cara".

La distribución define cómo fluyen los espacios entre sí, y si está muy fragmentada -muchas habitaciones pequeñas, pasillos extensos, muros estructurales-, el coste de demoler o adaptar puede dispararse.

Reconfigurar muros portantes, reforzar vigas o redistribuir instalaciones no es barato. Bianca Mongelluzzo recomienda analizar el plano antes de firmar cualquier contrato: "A simple vista no se aprecian algunas cosas, pero una distribución rígida puede lastrar todo el proyecto posterior".

Además, una vivienda muy compartimentada suele implicar una menor luminosidad interior y rincones sin uso eficiente, lo que incrementa el coste por metro útil.

Cada pared que decides mover o abrir implica revisar tuberías, instalaciones eléctricas y climatización. En muchas reformas, el presupuesto inicial se ve superado por estas adaptaciones escondidas.

Mongelluzzo recuerda que "la reforma no empieza en la obra: empieza en el plano", por eso es preferible adelantarse y estudiar bien la configuración funcional del inmueble.

Asimismo, si hay muchas divisiones, necesitas mano de obra especializada y licencias complementarias que elevarán el precio final.

¿Qué debe mirar el comprador para evitar sorpresas? Ten en cuenta los siguientes pasos:

  • Accesos y recorridos: pasillos largos o conexiones incómodas entre estancias restan metros útiles.
  • Estancias diáfanas y compartimentadas: pocas paredes permiten una flexibilidad de uso mayor sin costes futuros.
  • Vigas y muros estructurales: identifica cuáles no se pueden tocar para no proyectar ilusoriamente una reforma imposible.
  • Distribución de instalaciones: verifica dónde están llaves de agua, desagües o instalaciones eléctricas para ver cuán fácil será reubicarlas.

Comprar pensando en cómo puedes transformar el espacio es una inversión inteligente. Según Bianca Mongelluzzo, una distribución "limpia" y eficiente ahorra complicaciones y cuantiosos gastos posteriores.

Antes de firmar cualquier escritura, pide el plano, analiza cada muro y pregunta si hay muros de carga. Esa atención al detalle podría convertir una reforma desbordada en un proyecto manejable y satisfactorio.

Una buena distribución no solo influye en el presupuesto de la reforma, también en la calidad de vida. La luz natural se filtra mejor en espacios abiertos y sin exceso de tabiques. Mongelluzzo señala que una vivienda bien orientada y con estancias conectadas aprovecha más la energía solar, lo que reduce costes de climatización y crea ambientes más agradables.

El mercado inmobiliario cambia, y las necesidades familiares también. Optar por una vivienda con menos barreras físicas ofrece mayor versatilidad a largo plazo. Si mañana necesitas un despacho en casa, un cuarto de juegos o un salón más amplio, será mucho más sencillo adaptarlo. Por eso, antes de comprar conviene mirar no solo el presente, sino el futuro del espacio.