Cocina de los años 50.

Cocina de los años 50.

Interiorismo

Un prestigioso arquitecto: “Los pisos de los años 50 son humildes pero funcionales y tienen tres dormitorios"

Los pisos de los años 50, como afirma Edu Saz, no aspiraban a ser lujosos, pero sí eran prácticos y adaptados a las necesidades de la época.

Más información: Edu Saz, arquitecto: “En 1960 se edificaron en España 2,7 millones de inmuebles, pero con barrios muy sencillos”

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En España, las viviendas construidas en el periodo de la posguerra, específicamente en los años 50, constituyen una parte importante de esta época: se edificaron para satisfacer una demanda cada vez mayor de casas a pesar de que había restricciones materiales y económicas.

Edu Saz, el arquitecto, explica que, aunque estos edificios eran simples, cumplían con lo fundamental: tenían un espacio adecuado para familias numerosas y una distribución definida.

Estos apartamentos, que no tenían calefacción ni garaje, se construyeron con un enfoque funcional: tres dormitorios, una cocina independiente y un salón; además de una sola habitación de baño, suelos de terrazo y carpintería metálica elemental.

Esta clase de vivienda, promovida por instituciones gubernamentales como el Instituto Nacional de Vivienda (INV) o la Obra Sindical del Hogar (OSH), evidenciaba la apremiante necesidad de ofrecer un hogar digno a muchas familias.

En la actualidad, esos apartamentos se evalúan de otra manera: por su robustez estructural, sus balcones, su distribución en áreas comunes separadas y su potencial para ser modificados. Edu Saz señala que es necesario tener claro qué estructuras y rasgos históricos se mantienen antes de adquirir productos de segunda mano.

Las casas típicas tenían una superficie de entre 55 y 65 metros cuadrados, con tres cuartos para dormir, sala de estar y cocina independiente. Tener un solo cuarto de baño era lo habitual. También empleaban materiales simples, como suelos de terrazo y carpintería metálica básica. Con frecuencia, las casas se entregaban sin algunos acabados, con la expectativa de que los dueños los terminaran.

En todo caso, no tenían calefacción central, ascensor o garaje, que son comodidades vistas como modernas. No obstante, estas viviendas presentan varias ventajas sobresalientes: una distribución clara que distingue adecuadamente la zona diurna de la nocturna, el tamaño amplio de los dormitorios y las ventanas altas y balcones amplios que favorecen la iluminación y ventilación natural.

Por otra parte, sus desventajas incluyen el escaso aislamiento acústico y térmico, la falta de actualizaciones, cuartos de baño pequeños y la ausencia de áreas comunes que se esperan en la actualidad.

Hoy en día, estos apartamentos de la década del 50 son objeto de interés en el mercado de segunda mano debido a su historia y a su carácter funcional. Edu Saz aconseja que los compradores deben prestar atención a la ventilación y orientación, así como a elementos estructurales originales, opciones de remodelación y conservación de pavimentos o carpintería antiguos.

A pesar de que necesitan inversión para mejoras (cocina, baño, modernización eléctrica, aislamiento...), la base suele ser sólida, lo cual posibilita restaurar las virtudes originales sin necesidad de rehacer por completo la vivienda.

Según Edu Saz, los apartamentos de la década de 1950 no pretendían ser lujosos; sin embargo, eran funcionales y se adecuaban a las exigencias del momento. Brindaban lo que era esencial: ventilación, luz natural, suficiente espacio y privacidad entre las habitaciones. A pesar de que hoy en día exigen mejoras, su estructura y diseño continúan siendo atractivos para aquellos que aprecian el balance entre carácter, historia y funcionalidad.