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Estilo de vida

Pilar (81), pensionista, sobre el precio de la luz en España: "No encendemos la calefacción aunque haga frío"

Alrededor de 8,6 millones de españoles tienen dificultades para mantener su casa caliente en invierno, una tasa que es la más alta de la Unión Europea.

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España es líder europeo en generación de energía solar y eólica, lo que permite producir electricidad renovable a precios muy competitivos. Sin embargo, esa ventaja no se refleja en la factura de la luz que pagan los hogares.

A pesar de contar con más recursos renovables que muchos otros países, los consumidores españoles siguen pagando más que en 23 estados europeos, incluidos algunos con menos capacidad energética como Hungría o Bulgaria. La consecuencia, en este punto, es prescindir de ciertos electrodomésticos, como la calefacción en pleno invierno.

Según el Informe de Indicadores de Pobreza Energética, el 14% de los españoles no puede permitirse encender la calefacción, mientras un 20,8% de los hogares no puede calentar su vivienda adecuadamente durante el invierno. Una de esas mujeres que prescinde —o se ve obligada a prescindir— de este método es Pilar, una mujer de 81 años que vive en Barcelona.

¿Cómo afecta el frío al bolsillo?

Ha sido en una entrevista para La Vanguardia donde Pilar y Sagrario han contado cómo está afectando la llegada del frío a sus bolsillos. Las mujeres, de 81 años, son pensionistas, nacidas en Barcelona y residentes en el paseo de Gracia.

Más allá de la calefacción, la llegada del frío acarrea una serie de gastos adicionales que se sienten en el bolsillo de millones de españoles como Pilar y Sagrario. El precio de la ropa de abrigo se dispara, aumentan los desplazamientos en transporte para evitar caminar con bajas temperaturas y se recurre con más frecuencia a espacios donde resguardarse del frío.

También crece el gasto en medicamentos para aliviar resfriados y dolencias típicas del invierno. Y, por encima de todo, llega la época de los regalos, que añade otra presión a unos presupuestos ya de por sí ajustados.

Pilar y Sagrario cuentan al medio citado que ellas enfrentan esta situación "como pueden". No gastan en regalos innecesarios, sino que compran la comida y preparan lo necesario para el día de Navidad en familia.

A sus nietos, no les compran nada, sino que prefieren darles dinero, "lo que puedan". Sin embargo, lo que no se pueden permitir es dar más dinero del que reciben de la pensión: "No se puede estirar más el brazo que la manga, porque entonces siempre vas por detrás", añade Pilar.

Sin embargo, si hay un factor que pesa todavía más que los regalos en los meses invernales, es el de la calefacción. Para muchos hogares, encenderla implica tomar decisiones difíciles: elegir entre comodidad o ahorro, entre mantener una temperatura adecuada o intentar contener una factura que aumenta cada año.

Imagen de archivo.

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Cada hora de calefacción encendida se convierte en un cálculo mental y para personas mayores como Pilar y Sagrario, ese dilema es todavía más evidente, porque sus pensiones marcadas por límites muy definidos chocan con unos consumos energéticos que, en los meses fríos, se disparan inevitablemente.

"Aunque ha llegado el frío, intentamos encender la calefacción lo menos posible, pero no nos queda otra opción; de lo contrario, no se puede estar”, cuentan al medio citado.

Cuando salen a hacer su paseo matutino por la ciudad, procuran no dejarla encendida. Salvo que tengan que comprar algo puntual, la suelen apagar. "Si solo voy a comprar y vuelvo enseguida, entonces lo dejo un rato. Pero si me voy a andar, no", destaca Pilar.

Aunque las últimas semanas de 2025 apuntan a un respiro en el precio de la luz, ambas siguen intentando ahorrar en calefacción y temen la llegada de las facturas de los meses más fríos del año. "Aún no ha llegado la factura que tocaría, pero en la próxima lo notaremos, porque estos días ya hemos empezado a gastar más en calefacción".

Sagrario añade que, en ocasiones, buscan alternativas para combatir el frío: "La mantita en el sofá es esencial, con o sin calefacción". Además, ambas admiten que llegar a fin de mes resulta complicado, porque sus pensiones son muy justas para afrontar todos los gastos. "Y más, para quienes hemos sido autónomas", añaden.

Cómo ahorrar con la calefacción en casa

Para muchas familias como la de Pilar y Sagrario, encender la calefacción no es un gasto menor. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuario (OCU), una vivienda media en España dedica al año en calefacción alrededor de 640 euros. Por eso, ya hay quienes buscan alternativas, o consejos, para reducir esta cuantía.

Según la economista María José, "un grado de temperatura que subas supone un coste adicional de más de un 7%". Este consejo no tiene por qué ser aplicable a todas las estancias de la casa, explica la experta. Hay zonas como la cocina y el baño que pueden estar a 19 grados, otras donde nos sentamos y nos quedamos quietos (salón o habitaciones), pueden estar a 21 ºC.

Otro de los aspectos que adquieren mucha importancia es mantener un aislamiento correcto de la casa, "ahí es donde vamos a tener un importante ahorro de entre un 20 y un 30 %", señala. Usar pequeños trucos como burletes, instalar ventanas de doble cristal o no cubrir los radiadores de ropa, pueden marcar una pequeña gran diferencia a final de año.

"Evitar encender y apagar constantemente" es otra sugerencia de los expertos. En cambio, "lo que se debe hacer es encenderlo y dejarlo hasta que se apague después de unas horas".

Por otro lado, el experto energético Jesús Sahún destaca que el gas natural es la opción de calefacción más barata este año, seguido de la aerotermia, mientras que el gasoil y las estufas eléctricas resultan las más costosas por el alto precio de la electricidad al caer la noche.

Para combatir los precios, se recomienda revisar el coste del kWh y comprobar si el contrato energético es competitivo mediante el código QR de la factura.

Si solo se dispone de electricidad o gasoil, lo mejor será minimizar su uso y aplicar medidas básicas como ventilar 5–10 minutos, aislar fugas y aprovechar el sol durante el día, cerrando persianas al anochecer.

Otra de las alternativas es usar radiadores eléctricos. "Hay ciertas cosas que pueden hacerte pagar hasta la mitad de gas y luz", afirmaba al comienzo de su exposición. "Lo primero, emplear dos radiadores eléctricos que sean trasladables a la habitación donde se encuentren en la casa", advierte.