Natalia de Santiago en el pódcast de 'Tenía la duda'.

Natalia de Santiago en el pódcast de 'Tenía la duda'.

Estilo de vida

Natalia, experta en finanzas en España: "Por culpa de la inflación, 1.000 € guardados en 2004 hoy valen solo 500"

La inflación en España ha escalado hasta el 3,2%, mientras que la media de los países de la Unión Europea (UE) está en el 2,5%.

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Según un estudio del Observatorio Caser, casi el 70 % de los españoles ahorra cada mes. De acuerdo con la información recogida por el Banco de España, la gran mayoría lo hace a través de una cuenta corriente, concretamente, el 63%. La cifra restante, según explican, lo hace al margen del sistema financiero, guardando el dinero en metálico.

Aunque la intención es positiva, cada vez más expertos coinciden en que limitarse a ahorrar no es la vía para incrementar el patrimonio. Señalan que, en muchos casos, esta conducta responde a una falta de educación financiera que lleva a adoptar estrategias excesivamente conservadoras.

De ello precisamente ha hablado Natalia de Santiago, emprendedora y experta en finanzas. Según explica, la cantidad de dinero que se guarda en el banco pierde valor cada minuto debido a la inflación, un fenómeno que encarece bienes y servicios y disminuye el poder adquisitivo con el paso del tiempo.

La inflación y el ahorro

Según los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en apenas 13 meses —entre septiembre de 2024 y octubre de 2025— el Índice de Precios de Consumo (IPC) interanual en España ha pasado del 1,5% al 3,1%, su nivel más alto desde junio del año pasado.

Entre las cuatro grandes economías europeas, la española es, de largo, la que muestra una tasa más alta: Francia tiene una inflación del 0,8%; Italia, del 1,3% y Alemania, del 2,3%. Como consecuencia, el dinero vale menos y con la misma cantidad se pueden comprar menos bienes y servicios.

Este fenómeno se percibe, sobre todo, en hábitos como el ahorro. Según ha explicado Natalia de Santiago en el videopódcast Tenía la duda, la inflación actúa como una fuerza erosiva constante, una especie de fuga invisible que reduce el poder adquisitivo sin que el ciudadano sea plenamente consciente.

De hecho, tal y como explica, guardar 1.000 euros en 2004 equivaldría hoy a conservar apenas la mitad de su valor real, es decir, "unos 500 euros en el año 2024".

La inflación acumulada durante estas dos décadas supera el 55%, lo que significa que quien mantuvo su dinero quieto, confiando y, de alguna forma, sabiendo que tiene una cantidad en el banco o en metálico, ha visto, en realidad, cómo poco a poco ha perdido gran parte de su valor.

Este fenómeno no es nuevo, pero sí se ha intensificado en un contexto en el que los precios han encadenado subidas continuas y la educación financiera aún no forma parte natural de la vida cotidiana.

Natalia de Santiago, experta en finanzas, en el pódcast Tenía la duda.

La experta advierte de que el principal enemigo del ahorro no es la falta de disciplina, sino la falsa creencia de que basta con acumular dinero en una cuenta corriente para protegerlo. Sin embargo, cuando los precios aumentan y el dinero no lo hace, quien no invierte termina retrocediendo, aunque su saldo bancario siga mostrando la misma cifra.

De Santiago insiste en que mantener los ahorros a largo plazo sin invertir es uno de los errores más habituales, especialmente entre quienes tienen entre 20 y 40 años. En esa etapa, la jubilación parece un concepto lejano y gris; sin embargo, a su juicio es importante invertir "pronto" para esta etapa.

Pese a ello, la experta no desaconseja ahorrar, sino hacerlo con decisiones acertadas, como saber qué entra y qué sale del bolsillo cada mes. A su juicio, lo recomendable es ahorrar una media del 10% de los ingresos netos anuales.

La prioridad, según la experta, es revisar la estructura de gastos y empezar a cortar los que no aportan. Se debe prestar especial atención a "los gastos fijos", aquellos que se repiten todos los meses, y reducirlos, tales como suscripciones o contratos que no se usan. Además, es importante revisar si el banco cobra comisiones "brutales".

Los gastos fijos, explica, tienen la capacidad de lastrar la capacidad de ahorro durante años y, además, de hacer a las familias más vulnerables ante imprevistos. Reducirlos ofrece una doble ventaja: libera margen económico y aporta flexibilidad en tiempos de incertidumbre.

Cómo ahorrar correctamente

Según De Santiago, nuestro fondo de emergencia debería ser de tres a seis meses y, además, el dinero deberíamos guardarlo a principios de mes. A su juicio, hacerlo al final es uno de los fallos más comunes.

La experta lo describe como la receta perfecta para que nunca sobre nada. Los gastos, dice, se comportan como los gases: se expanden hasta ocupar todo el espacio posible. Por eso propone invertir la lógica habitual y reservar el ahorro al principio de mes, en cuanto se reciben los ingresos.

Además, hacerlo mediante una transferencia automática a una cuenta separada —idealmente sin tarjeta asociada— evita la tentación de utilizarlo. El principio que resume esta idea es sencillo: el dinero que no ves es dinero que no gastas.

Disponer al menos de tres meses de ingresos netos permite afrontar imprevistos sin comprometer la estabilidad del hogar, aunque lo ideal, dependiendo de la situación laboral, es alcanzar los seis meses.

Quienes tienen ingresos irregulares, como los autónomos, pueden necesitar incluso más, mientras que quienes cuentan con trabajos muy estables pueden sentirse seguros con una reserva más ajustada. Lo importante no es tanto la cifra exacta como la capacidad de sostenerse sin recurrir a deudas en caso de necesidad.