Gemma Cuervo en el pódcast de su hija, Cayetana.
Gemma Cuervo (91), sobre la sexualidad en el cine: "En una película tuve que grabar 18 polvos contados"
La sexta invitada del pódcast de Cayetana Guillén-Cuervo, 'No te lo Cayes', es su madre, con quien reconoce nunca haber hablado de sexualidad.
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"Para los jóvenes, es Vicenta o Maritere; para los mayores, un icono del teatro y la cultura". Quizá no haya mejor manera de presentar a Gemma Cuervo, "una de las actrices más queridas y respetadas de España". En esta ocasión, es su propia hija quien le dedica estas palabras en el pódcast que presenta, pero lo cierto es que es difícil no suscribir cada una de ellas.
A sus 91 años y con más de medio siglo de trayectoria, hemos visto a Cuervo convertirse en una figura imprescindible del panorama cinematográfico y teatral español, acompañándonos generación tras generación. Reconocida con galardones como el Premio Ondas o el Premio Nacional de Teatro, en esta ocasión nos ha permitido, quizá por primera vez, descubrir una faceta distinta de sí misma.
El sexto capítulo de No te lo Cayes, el pódcast de Cayetana Guillén-Cuervo en colaboración con Platanomelón, es posiblemente el más especial para la presentadora. Sentadas en el emblemático sofá blanco, con las piernas apoyadas en su regazo, madre e hija han conversado por primera vez sobre la sexualidad, un tema que ambas reconocen haber esquivado durante décadas.
Las mujeres en el cine y la sexualidad como tabú
Gemma Cuervo, a sus 91 años, aparece luminosa y lúcida. A su alrededor continúa flotando ese aura de actriz que ha atravesado generaciones, desde quienes la aplaudieron en los grandes teatros hasta los jóvenes que la identifican de La que se avecina.
Pionera, activista natural, feminista por instinto y una mujer cuya biografía se ha entretejido con la historia cultural de España. Su hija la define como una "madre faro", una presencia que ilumina, una referencia ética y profesional que ha guiado incluso su propio criterio editorial.
Es precisamente su hija Cayetana quien, en este caso, la ha empujado a enseñar una faceta suya más desconocida: aquella que habla de sexualidad. Un suceso que no es solo raro para la audiencia, sino también para las protagonistas, quienes confiesan que "nunca han hablado de ello hasta hoy".
Aunque resulte sorprendente, la realidad es que según la encuesta ¿Estamos capacitados para hablar de sexo en casa? de Platanomelón, la tienda erótica y marca pionera en divulgación sexual, el 92% de los padres presenta dificultades para tener conversaciones sobre sexualidad con sus hijos.
Para la actriz de Aquí no hay quien viva, la sexualidad "es un tema muy delicado" y, de hecho, se considera "muy poco habladora de sexualidad". Algo que, realmente, choca con su trayectoria artística.
Paradójicamente, mientras esa incomodidad marcaba el ámbito familiar, Gemma Cuervo se "hinchaba" a rodar escenas de sexo en su carrera cinematográfica y teatral, cuenta. "Mis personajes se lo han comido todo", bromea.
Gemma Cuervo en el pódcast de Platanomelón.
Entre risas, Gemma recuerda uno de los momentos más insólitos de su trayectoria: la película Amoridiota, de Ventura Pons, en la que tuvo que rodar "18 polvos contados" junto a Santi Millán.
Era una secuencia tras otra, un maratón coreografiado que hoy recuerda entre risas, sobre todo porque decidió invitar a toda su familia al estreno sin prever el impacto. "Pensé, 'ups, no era el mejor día para juntar a la familia", admite.
A pesar de esa exposición tan directa en pantalla, asegura que nunca le avergonzó que hijos, amigos o conocidos vieran esas escenas. La única vez que sintió pudor en torno a la desnudez en el arte no fue por ella, sino por su madre.
Tal y como cuenta con 15 años, vio a su progenitora mostrar un pecho en una adaptación televisiva de La Celestina y se "murió de la vergüenza". Fue un cura de su colegio quien la aterrizó diciéndole: "No te atrevas a enfadarte con tu madre, que es su trabajo". Aquella lección, recuerda, la marcó profundamente.
En el episodio, además, madre e hija tratan otros temas, como el matrimonio de Gemma con el padre de Cayetana, con quien se casó a los seis meses de conocerle y la ausencia infinita que le dejó su pérdida.
Ambas también hablan sobre la fama y los valores, especialmente, sobre la importancia de ser empático, reconocer y validar las emociones de otras personas. "El refuerzo positivo es la herramienta más potente y debe ser específico e inmediato", confiesa Cuervo.
Con el fin de ayudar a más familias a comunicarse fácilmente con sus hijos, Platanomelón ha lanzado La Academia, un nuevo espacio educativo pensado para ofrecer a madres y padres herramientas reales para acompañar a sus hijos en la educación sexual.