Ferran Adrià y su mujer, Isabel Pérez Barceló, en el Festival de San Sebastián. EFE
Ferran Adrià, chef: "Mi mujer y yo pensamos en tener hijos, pero tuvimos que decidir entre eso y mi carrera"
El gran éxito de su restaurante, El Bulli, tuvo también un coste enorme en términos personales, especialmente, en la conciliación.
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Ferran Adrià es uno de los chefs con más renombre de nuestro país. Su restaurante, El Bulli, fue elegido el mejor del mundo hasta en cinco ocasiones por la revista británica Restaurant a través de su lista The World's 50 Best Restaurants y contaba con hasta tres estrellas Michelín.
Fueron muchos años los que el restaurante del chef catalán estuvo en el pódium; sin embargo, el 30 de julio de 2011 cerró sus puertas. Para muchos, esta decisión fue sorprendente, teniendo en cuenta el tiempo que había dedicado al proyecto, priorizándolo, incluso, por encima de otras cosas, como ser padre.
Según declaró en una entrevista para Vanitatis, su mujer, Isabel Pérez Barceló, con quien lleva casado más de 20 años, y él "pensaron en tener hijos"; sin embargo, su carrera era tan exigente que "tuvieron que elegir".
La historia de Ferran Adrià
Ferran Adrià (L'Hospitalet de Llobregat, 1962) fue el primer cocinero español en alcanzar fama internacional y aquel que cambió para siempre la manera de entender la gastronomía, revolucionando la alta cocina con El Bulli en la década de 1990.
Su historia comienza en 1980 como lavaplatos en el Hotel Playafels de Castelldefels, pero fue el servicio militar, donde trabajó en la cocina del Almirante, lo que lo llevó al restaurante El Bulli en 1983.
Adrià se incorporó a las cocinas de El Bulli en 1983 por recomendación de un compañero del servicio militar. Comenzó en el negocio como ayudante; sin embargo, en solo dos años pasó a dirigir la cocina y a convertirla, sin saberlo, en un emblema nacional e internacional.
Sus conceptos de deconstrucción y técnicas como la esferificación, las espumas o el uso de texturas transformaron al restaurante en un referente absoluto de innovación y, poco tiempo después, El Bulli consiguió tres estrellas Michelin y fue proclamado como el mejor restaurante del mundo en cinco ocasiones.
A mediados de la década de los 2000, El Bulli era el lugar más codiciado del planeta para comer, con listas de espera que superaban el millón de solicitudes anuales para apenas unas pocas mesas, según contó Adrià a Jordi Wild.
Sin embargo, este éxito tuvo también un coste enorme en términos personales. Adrià ha confesado en varias entrevistas que trabajaba hasta 18 horas diarias, prácticamente los 365 días del año.
El chef Ferrán Adrià.
Una de las esferas de su vida que más comprometida se vio debido a su trabajo fue, precisamente, la conciliación. Según contó en una entrevista para Vanitatis, el chef "tuvo que elegir", entre ser padre o ser chef.
La exigencia extrema que le requería El Bulli no era compatible, en aquel momento, con la dedicación que ambos iban a tener que darle a la paternidad. "Tuvimos que decidir. Mi carrera era muy exigente y no podíamos tenerlo todo", declaró al medio citado.
Sin embargo, esto no cambió nada en la pareja y el chef ha subrayado en varias ocasiones que Isabel fue y es un gran pilar, la persona que ha sostenido su vida personal mientras él estaba inmerso en su oficio.
En 2010, Adrià sorprendió al mundo anunciando que El Bulli cerraría en 2011. Tras más de 25 años al frente del restaurante, el chef confesó que necesitaba parar y "saber retirarse a tiempo".
No obstante, lejos de retirarse, el experto fundó elBullifoundation, una institución sin ánimo de lucro dedicada a preservar el legado del restaurante y a estudiar la creatividad y la gestión en la cocina.
Dentro de esta fundación, levantó elBulli1846, un espacio híbrido entre museo, archivo y laboratorio que abrió en 2023 en Cala Montjoi. Hoy, a sus 60 años, vive de manera mucho más tranquila.