Casa okupada.

Casa okupada.

Estilo de vida

Una okupa viaja al Caribe y al volver, se encuentra su casa okupada: "Lleva 10 años siendo mi hogar y voy a denunciar"

La paradójica situación pone de manifiesto, nuevamente, un problema que afecta a miles de propietarios en España. 

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La okupación siempre ha sido un tema polémico en España, especialmente desde hace unos años, cuando los casos se han incrementado estrepitosamente. Tan solo en 2024, se conocieron 16.426 de viviendas okupadas en nuestro país. 

Sin embargo, una vez la realidad parece superar la ficción y una historia reciente ha dado un giro inesperado al debate sobre este fenómeno. Raquel Garrido, una mujer que llevaba casi 10 años viviendo en una casa que no era suya, una propiedad que había ocupado hace años, ha probado de su propia medicina. 

Raquel llevaba años viviendo en lo que ella consideraba su hogar, una casa que había okupado hace casi una década. Aunque la vivienda no le pertenecía legalmente, había hecho de ella un refugio, invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzo para mejorarla y convertirla en su hogar.

Todo dio un giro dramático cuando decidió tomarse unas vacaciones en la República Dominicana. Mientras estaba fuera, Raquel comenzó a recibir noticias alarmantes. "Te has quedado sin casa", le dijeron al otro lado de la línea.

En cuestión de días, lo que era su hogar desde hacía tantos años pasó a ser okupado por otra familia. Y lo peor de todo, estas personas no eran unos desconocidos, sino que se trataba de amigas de una ex amiga suya, María, a quien Raquel había ayudado en el pasado.

Raquel explica que había ofrecido alojamiento a su amiga María, quien se encontraba pasando por una situación difícil. Fue entonces cuando se desató el caos. Según cuenta, María, junto con otras personas, habría difundido la dirección de la vivienda a través de redes sociales, lo que permitió a la nueva ocupante tomar posesión del lugar.

"Que tú ayudes a alguien y te lo pague de esta manera...", lamentaba Raquel en sus intervenciones. La mujer, visiblemente afectada, asegura que lo que más le duele no es tanto haber perdido su casa, sino la traición de quienes consideraba amigas. Esta denuncia se ha hecho viral, ya que resulta insólito que alguien que ha okupado una vivienda por tantos años, pueda sufrir la misma suerte.

¿Puede una okupa reclamar la propiedad de una vivienda?

Lo más sorprendente del caso es la reacción de la nueva okupa, que defiende su derecho a ocupar la casa, argumentando que ella también es okupa y, por tanto, no puede pelear por una casa que no es suya.

Pero, ¿qué derechos tiene una persona que ocupa una vivienda ilegalmente? ¿Y qué sucede cuando alguien que también ocupa un inmueble pierde su hogar por otro grupo de okupas?

El caso plantea una paradoja legal cada vez más frecuente en España. Aunque la ley protege el domicilio habitual de una persona, el hecho de que la vivienda en cuestión no sea propiedad de ninguno de los ocupantes complica la resolución.

Además, el concepto de "domicilio habitual" puede variar dependiendo de la cantidad de tiempo que una persona haya vivido en un lugar, lo que abre la puerta a interpretaciones contradictorias.

La controversia social sobre la okupación

Este incidente ha reavivado el debate sobre la okupación en España, un fenómeno que cada vez genera más controversia en la sociedad. Las okupaciones ilegales suelen estar rodeadas de tensiones y complejidades legales, pero el caso de Raquel da un giro inesperado.

Muchos se preguntan cómo es posible que alguien que ha ocupado una vivienda durante tantos años no tenga más derechos sobre ella, mientras que otros argumentan que la propiedad debe ser respetada, independientemente de la situación.

Este tipo de historias también pone en evidencia las dificultades del sistema legal para abordar casos de okupación. Las autoridades, a menudo, no tienen una solución clara para resolver disputas de este tipo, y esto genera un vacío legal que deja a personas como Raquel atrapadas en un limbo.

¿Qué medidas puede tomar la okupa?

Raquel, quien ya ha declarado que no dudará en tomar medidas legales para recuperar su vivienda, se enfrenta a una batalla jurídica compleja. A pesar de que tiene documentos que prueban que vivió allí durante años, el hecho de que la vivienda no sea de su propiedad legalmente podría complicar la recuperación del inmueble.

Tal y como ella misma asegura, "No puede pelear una casa que no es suya" y añade: "Yo a esta señora cuando vuelva a España le voy a dar 15 días para que me denuncie. Si ella no me denuncia, la voy a denunciar yo".

Además, Raquel también está luchando contra la incertidumbre emocional de perder lo que considera su hogar, un lugar que ha cuidado y en el que ha invertido gran parte de su vida. A pesar de todo, no está dispuesta a rendirse y continúa buscando apoyo en la comunidad, en los medios y en las autoridades para tratar de recuperar lo que, para ella, es su casa.