Tienda de Zara.

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Zara, obligada a indemnizar a una trabajadora que robaba en la tienda: "90.000 euros más 7.500 por daños morales"

A pesar del hurto, legalmente, es un caso de despido improcedente, con una importante compensación económica de por medio.

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Insólito, pero real: te acusan de robo en tu propio trabajo, te despiden y, además, recibes casi 100.000 euros en compensación económica. Es precisamente lo que le ha pasado a una trabajadora de la tienda más reconocida del Grupo Inditex en Madrid.

Despedida por hallarse en su taquilla, cuando ella se encontraba de baja, unas zapatillas desaparecidas del inventario, además de varias prendas de Zara, ha conseguido ser indemnizada con 90.742,72 euros, además de 7.501 euros por daños morales.

La sentencia, ya firme tras ser ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ha quedado en evidencia a la firma textil que ha visto cómo su intento de sancionar a una empleada por apropiación indebida se ha vuelto en su contra por haber vulnerado su intimidad.

La historia real

La trabajadora, identificada en la sentencia como F., llevaba más de dos décadas trabajando en una tienda de Zara situada en un conocido centro comercial de Madrid. Con una antigüedad que se remontaba a 1999 y un sueldo bruto mensual de casi 3.900 euros, su perfil era el de una veterana con experiencia y responsabilidad dentro de la plantilla.

A finales de 2023, por motivos de salud, F. estaba de baja médica desde septiembre. Durante ese periodo, la tienda acometió reformas que incluían la sustitución de las taquillas del personal. La dirección decidió entonces abrir la taquilla de la empleada ausente sin su consentimiento ni aviso previo.

En esa apertura participaron varias responsables de la tienda, un jefe de obra e incluso una representante sindical. Encontraron cinco artículos de Zara, todos con etiqueta, dentro de la taquilla personal de F. Entre ellos, unas zapatillas cuya ausencia se había detectado en el inventario de la tienda. En ese momento, la empresa entendió que tenía pruebas suficientes para despedirla por apropiación indebida.

Demanda por vulneración de derechos

La empresa solicitó a la trabajadora que aportara los justificantes de compra de los productos encontrados. Al no poder hacerlo, procedieron a comunicarle su despido disciplinario en marzo de 2024, mientras F. seguía aún de baja médica.

Sin embargo, la exempleada denunció a la empresa por despido improcedente y, sobre todo, por vulneración de derechos fundamentales, concretamente su derecho a la intimidad.

Durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Social nº 41 de Madrid, el tribunal analizó el procedimiento seguido por la empresa: la apertura de la taquilla sin comunicación, la ausencia de garantías, la falta de testigos independientes y la cuestionable fiabilidad de las pruebas aportadas por la tienda.

Casi 100.000 euros de indemnización

El juzgado no solo le dio la razón a la trabajadora, sino que estableció una contundente condena económica contra Zara. La empresa fue obligada a elegir entre readmitir a la empleada o pagarle una indemnización de 90.742,72 euros, equivalente al despido improcedente.

Además, se sumaron otros 7.501 euros por daños morales, al haberse acreditado que se había lesionado su derecho a la intimidad al registrar su taquilla sin las mínimas garantías legales.

Para la Justicia, el hecho de que F. no estuviera presente ni informada, unido a que las pruebas obtenidas se basaban en esa apertura irregular, hacían ilícita la base del despido: la actuación de la empresa fue desproporcionada y vulneró sus derechos.

Zara recurrió, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratificó la primera sentencia, desestimó el recurso y condenó también a la empresa a pagar las costas del proceso.

El fallo judicial ha generado un amplio debate en redes sociales, especialmente entre colectivos feministas y de defensa de derechos laborales, que han señalado la dureza con la que, en muchas ocasiones, se trata a las empleadas en grandes cadenas de moda.

Además, muchas trabajadoras han reconocido haberse sentido identificadas con F.. Personas que, tras años de servicio en una empresa, se ven expuestas a despidos sin garantías, sin respeto a su intimidad y con procedimientos disciplinarios dudosos.