Marian Rojas Estapé.

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Estilo de vida

Marian Rojas, psicóloga: "Tenemos que aprender a identificar nuestros factores de estrés para poder ser felices"

Según la experta, cada persona tiene sus propios detonantes de estrés. Cuando reconocemos estos factores, podemos anticiparlos y gestionarlos mejor.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado el estrés como la "epidemia de salud del siglo XXI". El trabajo, las cuestiones personales y otras ocupaciones, como pueden ser el cuidado de los niños o del hogar, generan en nuestro cuerpo cantidades desmedidas de cortisol.

En España, se estima que alrededor de 12,5 millones de personas sufren estrés diariamente. Su exceso puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo, afectando a la frecuencia cardíaca y a la presión arterial. En otras ocasiones, puede desencadenar otro tipo de problemas como ansiedad, fobias o TEPT (trastornos de estrés postraumáticos).

Aunque muchos piensen que es un malestar aislado, es uno de los principales factores que nos impiden ser felices o estar tranquilos la gran parte del tiempo. Por ello, expertos como Marian Rojas nos ofrecen algunas de las técnicas para evitar que suceda, en este caso, identificar qué es lo que nos desgasta y qué nos recarga.

La "batería social" que nos hace irritarnos

La psiquiatra Marian Rojas Estapé habló en El Hormiguero sobre la importancia de identificar los factores que nos estresan.

Según la experta, comenzamos el día con una 'batería social' tras 8 horas de sueño, pero que, sin embargo, a medida que avanzan las horas, la energía disminuye inevitablemente, como si de una batería de un móvil se tratase.

Esto no solo sucede por las actividades que realizamos, sino también por el simple hecho de estar despiertos, expuestos a estímulos constantes. El punto crítico aparece cuando alcanzamos el 20% de nuestra capacidad.

Es en este umbral cuando aflora la peor versión de nosotros mismos: irritables, impacientes, incluso injustos con quienes más queremos, ya que solemos descargar nuestras frustraciones con las personas más cercanas.

Este agotamiento puede llevarnos también a buscar compensaciones inmediatas y poco saludables, como comer en exceso o refugiarse en distracciones poco constructivas. En este punto, según indica la experta, tenemos una sola cosa que hacer: identificar qué es lo que nos desgasta y qué nos recarga.

Cada persona tiene sus propios detonantes de estrés: puede ser el tráfico, la relación con ciertos familiares, la presión laboral o incluso la sobreestimulación digital. Al reconocer estos factores, se vuelve posible anticiparlos y gestionarlos mejor, evitando que se acumulen hasta el punto de agotamiento.

Sin embargo, esto no termina aquí, ya que igual que nuestra batería se agota, también puede recargarse. Para conseguirlo, la experta recomienda identificar aquello que nos hace más felices, que nos hace encontrar ese pequeño momento de paz, de tranquilidad e incorporarlo a nuestra rutina.

Cómo eliminar el estrés de nuestra rutina

Así como sabemos identificar a la perfección qué factores nos estresan, deberíamos aprender a encontrar qué es aquello que provoca el sentimiento contrario.

Cada persona puede tener uno —llamar a un familiar, leer, escuchar su canción favorita…—; sin embargo, hay estrategias que funcionan para todo el mundo.

Una de las estrategias más efectivas es el ejercicio físico, al que describe como un antidepresivo natural. La actividad física estimula la producción de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una proteína que potencia las conexiones neuronales y optimiza el rendimiento cerebral.

Otra herramienta poderosa que propone es el aburrimiento consciente. En un mundo hiperconectado y saturado de estímulos, permitirnos momentos de aburrimiento sin sentir culpa puede parecer una propuesta radical.

Sin embargo, es precisamente en esos espacios de calma y divagación donde surge la inspiración. La creatividad y las grandes ideas suelen nacer en momentos de contemplación o en pausas mentales, no en medio de la frenética productividad.

Al desconectarnos del ruido externo, damos espacio a nuestra mente para reorganizar ideas, hacer conexiones inesperadas y generar soluciones innovadoras.

Asimismo, Rojas Estapé destaca la importancia de las relaciones humanas saludables como fuente de bienestar.

Basándose en el estudio más extenso sobre envejecimiento realizado por Harvard, resalta que la soledad puede ser tan perjudicial como las enfermedades físicas, mientras que los vínculos afectivos genuinos tienen un efecto protector sobre nuestra salud mental y física.

En este sentido, propone dedicar tiempo a cultivar las relaciones que nos nutren emocionalmente, reencontrándonos con aquellas personas que nos aportan alegría y equilibrio.

Se trata de volver a conectar de manera auténtica, compartiendo momentos significativos sin las distracciones digitales que suelen fragmentar nuestra atención.

Por último, sugiere el poder sanador de actividades como el baile y la música, las cuales no solo nos permiten liberar tensiones, sino que también generan un estado de flujo en el que el tiempo parece detenerse y nuestra mente se sumerge en una experiencia placentera y revitalizaste.

Además, Rojas Estapé menciona técnicas de respiración consciente como una estrategia rápida para recargar la batería mental. Al regular la respiración, influimos directamente en el sistema nervioso parasimpático, logrando así una sensación de calma y equilibrio emocional.