
Hugo Hernández, psicólogo experto en atracción interpersonal.
Hugo Hernández, psicólogo experto en atracción: "Estas son las tres señales que indican que le gustas a esa persona"
La atracción se puede manifestar a través de señales sutiles e inconscientes que nuestro cuerpo emite, sin que seamos del todo conscientes de ello.
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Según la psiquiatra Laura Romans, el enamoramiento es un estado emocional que se caracteriza por un conjunto de sensaciones positivas tanto a nivel mental como físico y que ocurre cuando alguien tiene una fuerte atracción hacia otra persona. Todo ello deriva de un mecanismo fisiológico cerebral, que provoca elevación en la producción de algunos neurotransmisores como la dopamina, que al liberarse genera sensación de euforia, motivación y placer.
Este estado particular puede manifestarse a través de alegría, emoción y excitación; sin embargo, también existen respuestas mucho más concretas que pueden delatar a la persona sin ni siquiera darse cuenta. Y es que, según el experto en atracción interpersonal, Hugo Hernández, existen una serie de acciones automáticas que se producen en respuesta a un estímulo sin que la persona los controle conscientemente.
El psicólogo, que ha pasado 10 años estudiando las reacciones psicológicas y físicas asociadas a la atracción, ha confesado que existen tres muy importantes a las que podemos prestar atención: pupilas dilatadas, comportamientos nerviosos o automanipulaciones, y despejar el terreno. Aprender a leer estas respuestas puede allanarnos el camino en el caso de que sintamos lo mismo o, simplemente, estar al tanto de la situación.
Las 3 señales que indican que alguien se siente atraído por ti
La psicología social define la atracción interpersonal como el juicio que una persona hace de otra, evaluándola positivamente o negativamente, que puede ir desde el agrado hasta el desagrado. Este fenómeno se ve influenciado por diversos factores, incluyendo la similitud, la cercanía, la reciprocidad y las características de la personalidad.
Además de las palabras, esta atracción se puede manifestar a través de señales sutiles e inconscientes que nuestro cuerpo emite sin que seamos del todo conscientes de ello. Según el psicólogo especializado en este campo, existen tres que aparecen la gran mayoría de las veces, y la primera son las pupilas dilatadas.
Según afirma la revista Live Science, las pupilas dilatadas ante otra persona indica una respuesta sexual, una atracción. Esto se debe a que, cuando sentimos atracción por alguien, "nuestro cerebro libera oxitocina" una hormona vinculada con el apego, la confianza y el placer social.
Esta sustancia, conocida como la "hormona del amor", puede causar dilatación pupilar llamada midriasis. Esta dilatación es un efecto fisiológico asociado a emociones positivas y estímulos como el enamoramiento, la práctica de ejercicio o el embarazo y que desencadena reacciones químicas como la producida en las pupilas.
Sin embargo, según el experto, esta señal suele ser difícil de detectar. Por ello, ha ofrecido otras reacciones involuntarias muy comunes, como la aparición de comportamientos nerviosos o "automanipulaciones", como los llama la psicología.
Tal y como explica el experto, "se trata de conductas que hacemos con las manos para relajarnos cuando la persona que tenemos delante nos pone nerviosos: jugar con un boli, quitarle el tapón a una botella de agua o jugar con el pelo son algunas de las más frecuentes".
Estas conductas surgen como una estrategia automática para regular la ansiedad o el nerviosismo que puede generarnos diferentes situaciones. Aunque puedan parecer simples manías, la psicología indica que están profundamente relacionados con el estado emocional la persona y, en cierta forma, reflejan la necesidad de encontrar una vía de escape para su tensión interna.
En tercer lugar, la última señal de la que poca gente habla es despejar el terreno. "Básicamente, consiste en retirar los objetos que se interponen entre las dos personas para facilitar la comunicación. Por ejemplo, si estáis cenando y ves que aparta hacia un lado las copas de vino que se interponen entre vosotros, probablemente es porque siente atracción por ti", comenta Hernández.
Así como las automanipulaciones, el despejar el terreno tampoco es un acto casual, ya que responde a un impulso inconsciente de crear un espacio simbólicamente más íntimo, libre de barreras que dificulten la comunicación o el contacto visual. De esta forma, se acortan las distancias, tanto físicas como emocionales.