
Mujer japonesa. iStock.
Qué es el 'método Ikeda': el truco de los japoneses para mejorar y agilizar la memoria a partir de los 50
Una técnica desarrollada por un neurocientífico que trató de comprender cómo mantener el cerebro en un estado óptimo incluso a edades avanzadas.
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España se sitúa en el séptimo lugar en la lista de personas con problemas de memoria con respecto al resto de Europa. Según Eurostat, un 19,6% de la población española presenta alguna dificultad moderada o grave para recordar o concentrarse.
Es sobre todo a partir de los 50 años cuando el 25% de las personas comienzan más a sufrir ese déficit de la memoria, bien sea a través de pequeños olvidos sin importancia o con patologías más graves. Además, también comienzan otro tipo de problemas con las funciones cognitivas, incluida la dificultad para orientarse o para no poder concentrarse en lo que se está haciendo.
Sin embargo, hay personas que aseguran no haber perdido ni una parte de su memoria, incluso habiendo llegado a la edad predominante. Uno de ellos es Yoshihiro Ikeda, el campeón de memoria en Japón. En su libro, explica uno de los métodos con el que consigue activar su cerebro y que solo le lleva un par de minutos al día.
En qué consiste el método Ikeda
El método Ikeda es una técnica japonesa diseñada por Hiroshi Ikeda. El japonés dedicó gran parte de su vida a comprender cómo mantener el cerebro en un estado óptimo de funcionamiento, incluso a edades avanzadas, y apuntó todo lo aprendido en su libro.
En el corazón del método Ikeda se encuentra la idea de que el cerebro es un músculo que, al igual que el cuerpo, necesita ejercitarse regularmente para mantenerse en forma. La fórmula promueve el hábito de practicar ejercicios que estimulen tanto los hemisferios derecho como izquierdo del cerebro.
Estos ejercicios incluyen actividades como resolver acertijos, aprender nuevas habilidades, realizar cálculos mentales rápidos y practicar actividades artísticas como la pintura o la caligrafía. Según este enfoque, la diversidad de estímulos mantiene las conexiones neuronales fuertes y evita el deterioro cognitivo.
La repetición consciente es otra de las piedras angulares del método Ikeda. En lugar de memorizar información de manera pasiva, el método anima a las personas a revisar y aplicar lo aprendido de manera activa y repetida. Este enfoque no solo refuerza las conexiones neuronales, sino que también transforma el aprendizaje en un hábito, lo que facilita la retención a largo plazo.
Además de los ejercicios mentales, el método Ikeda pone gran énfasis en la respiración y la meditación como herramientas para mejorar la memoria y la concentración. Según Ikeda, el estrés y la ansiedad son enemigos directos de la memoria, ya que interfieren con los procesos cerebrales necesarios para almacenar y recuperar información.
Por ello, este método enseña técnicas de respiración profunda y consciente, combinadas con momentos de meditación diaria. Esto ayuda a oxigenar el cerebro, reducir el cortisol (la hormona del estrés) y permitir que la mente se enfoque en el presente, lo que a su vez mejora la capacidad de aprendizaje.

Japonesa pensando.
Otra faceta importante del método Ikeda es el cuidado del cuerpo como parte del bienestar general del cerebro. En la filosofía japonesa, existe un fuerte vínculo entre el estado físico y mental. Por ello, Ikeda incorporó prácticas físicas moderadas, como el tai chi, el yoga o simples caminatas diarias, que no solo mantienen el cuerpo saludable, sino que también estimulan la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, esenciales para la memoria y el aprendizaje.
El método también destaca la importancia de una dieta equilibrada basada en alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables y nutrientes esenciales, elementos que protegen el cerebro de la inflamación y el envejecimiento prematuro.
Por último, el método Ikeda no solo se enfoca en técnicas individuales, sino también en el poder de las relaciones sociales y la conexión emocional. Según este método, interactuar con otras personas, compartir experiencias y aprender de los demás son actividades que estimulan el cerebro y fortalecen habilidades como la empatía, la creatividad y el pensamiento crítico.