Ana M. Longo, escritora.

Ana M. Longo, escritora.

Estilo de vida

Ana M. Longo: “Hay mucho detrás de la anorexia. Necesitas a gente, familia y amigos que te ayuden"

La escritora y pedagoga presenta su libro La elfa Xenia y el tutú color arcoíris (2021) y explica la importancia de hablar con los más pequeños de los trastornos alimenticios. 

31 diciembre, 2022 02:17

Soy madre, redactora y licenciada en Pedagogía. Estoy especializada en temas de crianza y colaboro en varios medios escritos (@anam.longo). Tras ser madre, quise exponer mi propia experiencia, junto a testimonios de otras madres, en dos libros de maternidad: Mommy amor en uso. Embarazo y maternidad. Fuera miedos, fuera mitos (Tregolam, 2017) y Mamá...:¡Teta! Lactancia materna (2018).

Después, creyendo en la necesidad de hablar con naturalidad y honestidad con nuestros hijos, sin censurar temas, aunque sí ajustando el vocabulario, consideré muy necesario escribir unos cuentos que ofreciesen claros mensajes y que pudiesen compartir todos los miembros de la familia.

Tres cuentos nacieron entonces, prácticamente unidos en un proyecto común: La magia de Vivi Mariquita (trata la aceptación personal y la amistad (2021), Una estrella en la eternidad (2021) y La elfa Xenia y el tutú color arcoíris (2021). Todos pueden adquirirse por Amazon. No descarto seguir publicando libros, aunque mi pasión es escribir artículos.

[Trastornos alimentarios: los 10 indicios que permiten identificar si alguien los está sufriendo]

Hablar de TCA…

Los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, que desgraciadamente, padecen no solo adolescentes, también niñas, son un duro y serio problema que tienen que afrontar muchas familias en todo el mundo.

Portada  de 'La elfa Xenia y el tutú color arcoíris'.

Portada de 'La elfa Xenia y el tutú color arcoíris'.

Porque, sin lugar a dudas, podemos decir, que significa un obstáculo cruel que dañan, no solo a quien lo padece, sino a quienes están cerca de la persona enferma. La elfa Xenia y el tutú color arcoíris, mi último cuento publicado, nace con la ayuda de tres mujeres: Juana María Fernández Llobera (ilustraciones), Marga Cabot Tomás y María Isabel Cebreiros Iglesias.

Además, es fruto de la necesidad de sensibilizar y poner este tema, la anorexia, sobre la mesa, con niñas pequeñas que ya se identifican con determinados estereotipos femeninos.

Xenia (de origen griego, “solidaria”), la joven protagonista, debe darse más a sí misma, entonces ¡qué mejor que ese nombre! El simbolismo se halla también en el tutú, de color arcoíris, símbolo de libertad, amor, superación y aceptación sobre uno mismo. El cuento trata también la amistad, la empatía y la lucha por los sueños, sin permitir interferencias de ningún tipo.

Hablar y respetar la diversidad

Me hubiese gustado que mis padres me hablasen de muchos temas cuando era niña y adolescente. Sé de primera mano lo que es sufrir por sentir que no eres suficiente, no solo físicamente, también a nivel personal.

Conozco lo que supone sentir miedo e inseguridad ante la vida y los retos que trae cuando todavía te estás desarrollando como persona. Dejar de comer para ser tan delgada como otras de tus amigas, las consideradas populares y que más ligan, para gustar a ese chico que te fascina o para simplemente sentir que la ropa te queda lo suficientemente bien frente al espejo, de eso sé.

Se pasa muy mal porque esto no viene porque sí. Hay mucho más detrás y necesitas a la gente, familia y profesionales, y las palabras adecuadas para salir de ese pozo infinito y vivir con calidad, no sobrevivir. Y, a quien más necesitas es a ti misma, fuerte y preparada para avanzar, sin temor, sin cargas…, porque eres tú y no necesitas ser otra.

La anorexia te socava mentalmente sin casi darte cuenta y no te absuelve con facilidad. Son muchos los padres que no saben cómo tratar el tema o que creen que porque su hija es todavía pequeña no va a tener pensamientos desvirtuados sobre su físico. Nada más lejos de la realidad y más hoy en día.

Las pequeñas ven y oyen. Tenemos un espacio audiovisual desde casa abierto al mundo. Las niñas se identifican con sus ídolos: chicas maquilladas, esbeltas, con caras casi de porcelana, que supuestamente triunfan en todos los aspectos de su vida. Como padres hemos de explicarles lo que es verdad y lo que no. Hemos de hablarles de diversidad. Decirles que lo diferente es bonito. De eso se trata esta obra, de aceptarnos y de querernos, trabajando cada día en ello.

En familia, la niña o el niño, podrá leer este cuento entendiendo que no hay personas iguales ni perfectas y que eso no está mal. Asimismo, pueden entender que hay que respetar a quien no es como tú y ponerse en su lugar en muchos momentos para lograr entender qué le sucede e incluso, poder tenderle una mano.

En La elfa Xenia y el tutú color arcoíris, los progenitores de la protagonista, desean que se reencuentre consigo misma porque no se siente bien. ¡Soy fea y gorda!, dice la pequeña elfa cuando se ve en un espejo. Esta historia es un reflejo de la realidad donde los problemas alimentarios ocurren y es crucial buscar ayuda profesional para sanar heridas y renacer de entre las tinieblas.

No hablar del tema con los hijos, no es una opción. Eso no impedirá que ocurra. Hay que hablar los hijos, sin importar la edad. 

En el cuento se usa un lenguaje adaptado a los pequeños para que comprendan. También hay un mensaje para educadores, para la sociedad en general, hay que actuar con el ejemplo y resaltar diferentes tipos de cuerpos, de perfiles…, bien sea en los anuncios de televisión, en juguetes, en cuentos, series o películas.

Ahora que vienen las actuaciones de Navidad, es importante considerar las tallas de ropa en disfraces de los niños y preguntarles si se sienten a gusto y se ven bien. Las redes sociales se inundan de perfiles de personas muy conocidas que hacen apología de una belleza inexistente, de unos cánones, en muchas ocasiones, conseguidos por medio del bisturí o los filtros.

Expliquemos a nuestros niños que ese no es el día a día y cuidemos ciertos comentarios hacia otras personas, porque nuestros hijos ven y copian. Por ejemplo, decir a una niña “estás más gorda” o “ese pantalón te queda muy ajustado” pueden causar en ella una peligrosa reacción.