Francia Márquez, la primera vicepresidenta negra de Colombia.

Francia Márquez, la primera vicepresidenta negra de Colombia. Reuters

Actualidad

Francia Márquez, la primera vicepresidenta negra de Colombia que lucha por "vivir sabroso"

Entre las principales medidas de Márquez, de origen campesino y con una larga trayectoria como activista medioambiental, está la creación de un Ministerio de Igualdad.

22 junio, 2022 13:45

Solo han pasado tres días desde que el Pacto Histórico liderado por Gustavo Petro ganase las elecciones en Colombia, pero la vicepresidenta Francia Márquez ya ha anunciado su primera medida: creará el primer Ministerio de Igualdad en el país y ella misma ocupará la cartera. Márquez, que ha hecho historia al convertirse en la primera vicepresidenta negra del país, busca así materializar uno de sus objetivos más destacados de esta campaña: "Erradicar el patriarcado en Colombia".

[El exguerrillero Gustavo Petro lleva por primera vez a la izquierda a la presidencia en Colombia]

"El objetivo es generar condiciones de igualdad para las mujeres, somos el 52% y hemos tenido muchas dificultades. Hoy todavía la mayoría de las colombianas no tienen condiciones de dignidad", ha expresado la vicepresidenta en Twitter tras hacer el anuncio.

Junto a las mujeres, los jóvenes serán otro de los colectivos prioritarios de ese Ministerio, sin olvidar, por supuesto, a los grupos étnicos del país. "Soy una mujer que pertenezco a los pueblos étnicos, afrodescendientes, indígenas... Con ellos vamos a trabajar en cerrar las brechas de iniquidad y desigualdad para erradicar el racismo que nos violenta todos los días en Colombia", declaró en una entrevista con Noticiasrcn.com.

[Opinión: Colombia frente al espejo de su racismo]

Estos tres han sido los sectores principales de la población a los que Márquez ha hecho referencia durante su campaña, en la que ha dejado clara su intención de luchar por el derecho a "vivir sabroso", es decir, vivir dignamente, seas como seas. 

"Logramos un Gobierno del pueblo, el Gobierno de la gente de a pie, de las manos callosas, el Gobierno de los nadies y de las nadies de Colombia. Vamos hermanos y hermanas a reconciliar esta nación. Vamos por la paz, sin miedo, con amor y alegría. Vamos por la dignidad, por la justicia social", proclamó en su discurso tras conocerse la victoria, en el Movistar Arena de Bogotá.

Gustavo Petro y Francia Márquez tras ganar las elecciones.

Gustavo Petro y Francia Márquez tras ganar las elecciones. Reuters

Y continuó: "Vamos las mujeres a erradicar el patriarcado de nuestro país. Vamos por los derechos de nuestra comunidad diversa LGBTIQ+. Vamos por los derechos de nuestra madre tierra, de nuestra casa grande. Vamos juntos a erradicar el racismo".

'Outsider' del sistema

Estas ideas progresistas, unidas a su increíble historia de vida, han logrado que Márquez movilice a miles de personas en Colombia que están hartas de la élite mayoritariamente masculina y blanca que ha gobernado el país en los últimos años. Pese a todo, también son muchos los que aún la consideran una outsider que no está preparada para el cargo

[Mujer, Negra, Limpiadora y Mandará en Colombia: la "Figura Inédita" de Francia Márquez]

De origen humilde y campesino, la actual vicepresidenta, de 40 años, fue madre soltera a los 16 años. Para sobrevivir trabajó en una mina y más tarde como empleada doméstica

Muy pronto se involucró en la lucha social y medioambiental y, entre sus acciones más destacadas, está la defensa de los territorios ancestrales de las comunidades indígenas.

Un ejemplo fue la lucha entre 2002 y 2010 en La Toma, después de que la Agencia Nacional de Minería otorgase títulos de explotación minera en la zona a multinacionales sin el permiso previo de la comunidad. 

Más tarde, en 2014, organizó una marcha de mujeres contra la minería ilegal (Movilización de Mujeres Negras por el Cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales o "la Marcha de los Turbantes", como ellas mismas bautizaron) que sacudió al Gobierno colombiano.

También participó en el proceso de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC, apoyando desde el PCN y la Comisión Étnica para la Paz. 

Un mural de Francia Márquez en la ciudad de Suárez, en el departamento de Cauca donde creció la actual vicepresidenta.

Un mural de Francia Márquez en la ciudad de Suárez, en el departamento de Cauca donde creció la actual vicepresidenta. Reuters

Por todas estas acciones, Márquez ha recibido multitud de reconocimientos, entre ellos, el Premio Goldman Environmental Prize, considerado "el Nobel del ecologismo", y que ganó en 2018. Un año más tarde, ingresó en la lista de las Top 100 mujeres más influyentes del mundo de la BBC.  

No obstante, Colombia es uno de los países más peligrosos para los líderes sociales y ecologistas, por lo que su fuerte activismo ha provocado que sea objeto de amenazas constantes. Incluso sufrió un intento de atentado que le hizo huir de su hogar, ubicado en el territorio de Cauca. Durante la campaña, consiguió regresar, aunque rodeada de medidas de seguridad.

Para dar el salto del activismo a las instituciones, y demostrando su capacidad de resiliencia, en 2020, Márquez se graduó en Derecho por la Universidad Santiago de Cali y en 2021 comenzó su especialización en Escrituras Creativas. 

En las consultas interpartidistas de 2021 para elegir al candidato a las presidenciales de la coalición Pacto Histórico, Márquez fue la tercera más votada. Por ello, y pese a sus diferencias ideológicas, por ejemplo, en materia de políticas de género, Gustavo Petro la escogió como compañera de fórmula. 

Con ese duro camino a sus espaldas, Francia Márquez ha hecho historia convirtiéndose en la primera vicepresidenta negra de Colombia -y la segunda mujer en ocupar dicho cargo-. Sus aspiraciones no acaban aquí y ha asegurado que en los próximos comicios buscará llegar a la presidencia.

Sin embargo, por ahora tiene otras prioridades, ya que sobre ella pesan unas grandes expectativas y en estos años se verá cómo afronta la gran cantidad de retos que la esperan para conseguir su gran objetivo: que la población colombiana "viva sabroso".