Las madres soportan la mayor parte de tareas del hogar y de cuidados.

Las madres soportan la mayor parte de tareas del hogar y de cuidados. iStock

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Qué es el "suelo pegajoso" que importa más a Irene Montero que el techo de cristal ante el 8-M

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que su prioridad es ahora "el suelo pegajoso" que sufren las mujeres sobre todo con la situación de desamparo que ha creado la pandemia.

4 marzo, 2021 00:56

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La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha lanzado en vísperas de la celebración del Día de la Mujer, este 8 de Marzo, un mensaje que podría sorprender a muchos pero que cada vez está más presente en la lucha feminista: "Para mí, como ministra de Igualdad, lo más importante no son los techos de cristal, sino los suelos pegajosos".

Pero ¿qué son los suelos pegajosos de los que habla Irene Montero? Con este términto (sticky floor en inglés) se refiere a los problemas e impedimentos que tienen las mujeres para desarrollarse en el mundo laboral por el peso de sus "obligaciones" en el ámbito doméstico, con jornadas dobles para acabar asumiendo el cuidado de los menores y los mayores y las cargas de la casa.

Esta situación lleva a muchas mujeres a terminar en trabajos más precarios, en trabajos a media jornada que les ayuden a compatibilizar con las tareas del hogar o, como se ha visto en la pandemia, a asumir la mayoría de las excendencias para cuidar a los hijos.

La economista Paloma de Villota define esta situación de la mujer en la parte más baja de la pirámide laboral como "ese suelo pegajoso del que no podemos despegarnos y que nos hace permanecer en el mercado de trabajo desempeñando aquellos puestos que tienen los salarios más bajos".

Montero aseguró este miércoles en una entrevista de La 1 que "estamos viendo unos datos de desempleo [femenino] que son desoladores, terroríficos y que, además, sabíamos que se iban a producir así porque no hay más que mirar la estructura injusta de nuestro mercado de trabajo para ver que las mujeres están injustamente distribuidas".

Montero ha denunciado la situación que viven las trabajadoras con "los niveles de precariedad, parcialidad... quienes se cogen la mayoría de los permisos o excedencias para el cuidado de hijos e hijas, de personas mayores, de personas dependientes siguen siendo las mujeres".

Techo de cristal

Hace años que se viene hablando del famoso techo de cristal, como el límite invisible que desde el exterior impide el crecimiento laboral o el ascenso de las mujeres dentro de la empresa. Sin embargo, son muchas las expertas que alertan de que será imposible acabar con los techos de cristal si se sigue expandiendo el efecto de estos suelos pegajosos que han sido mucho más evidentes con el coronavirus.

"Es la pobreza de tiempo que sufren las mujeres. La incapacidad de poder tener tiempo para una misma, para disfrutar de la cultura que es también un derecho humano, para formarse, para cambiar de trabajo, la pobreza de tiempo de las mujeres compatibilizando sus empleos con su trabajo doméstico", ha criticado la ministra de Igualdad focalizando su denuncia de cara a este 8-M.

"La incapacidad de despegarse de los suelos pegajosos es para mí la prioridad porque afecta a muchísimas más mujeres que además tienen mucho más riesgo de no poder acceder de forma efectiva a los derechos que la legislación les reconoce", insiste.

Datos

La precariedad laboral a la que aboga estos suelos pegajosos supone una mayor debilidad en los trabajos de las mujeres que copan puestos en el sector servicio o temporales y que ahora con la crisis han sido devastados.

De hecho, según el último dato del Ministerio de Trabajo, España es el país de la Unión Europea donde más creció el desempleo entre las mujeres al situarse con un tasa de desempleo del 18,4%, cuatro puntos más que los hombres.

En esta sitaución tiene mucho que ver que sigan siendo las mujeres las que asuman el cuidado de los menores y más en una situacion donde siguen los confinamientos preventivos en colegios. Ya antes de la pandemia, el 92% de las excencias para el cuidado de los niños fueron solicitados por mujeres.

Sólo unas semanas después del primer encierro duro en el mes de marzo, el Club de Malasmadres advertía en una encuesta a más de 750.000 mujerse que ocho de cada 10 madres tenían dificultades para teletrabajar y para poder cumplir con los horarios establecidos por el cuidado de los hijos.

Y la Organización Internacional del Trabajo aseguraba que el 76,2% de todo el trabajo de cuidados no remunerado de todo el mundo estaba en manos de mujeres. De ehecho, En España las mujeres dedican de media un 56% de su tiempo a tareas no remuneradas, mientras que los hombres sólo un 30%.

Además, una encuesta de la Comunidad de Madrid sobre la implicación de los hombres en el hogar durante este año se decía que se había centrado en "ir a la compra", la tarea que permitía a las personas salir del encierro durante los meses más duros del confinamiento y una de las llamadas "tareas visibles" que suelen ser las preferidas por los hombres frente a lavar, planchar, el cuidado de los menores o mayores, la limpieza del hogar... etc.