Una de las cremas que se ofertan en la página de Krystyna Paszko.

Una de las cremas que se ofertan en la página de Krystyna Paszko.

Actualidad

La tienda de cosméticos que no vende maquillaje: su ayuda encubierta a mujeres maltratadas

La iniciativa de la joven polaca Krystyna Paszko, que busca ofrecer ayuda a las víctimas de violencia machista sin alertar a sus agresores, acaba de ganar un premio de la Unión Europea.

1 marzo, 2021 02:27
Cracovia

Noticias relacionadas

Aunque Krystyna Paszko tiene una tienda online de cosméticos no usa maquillaje. Y muchas de las mujeres que han usado su web, tampoco. A pesar de ello, la página "Rumianki i bratki" ("camomila y pensamientos", en polaco), ha servido para que cientos de mujeres polacas hayan conseguido sentirse mejor cuando se miran al espejo. La ingeniosa idea de la estudiante polaca de 18 años Krystyna Paszko de crear una tienda con la apariencia de una tienda de cosméticos a través de la cual las víctimas de violencia doméstica pueden pedir ayuda sin alertar a sus agresores acaba de ganar un premio de la Unión Europea.

Cada vez que alguien completa un pedido en la tienda de Facebook "Rumianki i bratki" y proporciona su dirección, la policía, servicios de apoyo o un gabinete de psicólogos (según lo que pida la víctima) reciben una notificación. La "clienta" recibe la confirmación de su pedido y, a partir de ahí, se establece y mantiene la comunicación entre ella y el equipo detrás de la web.

Al explicar cómo funciona, Paszko dice en una entrevista que, "si alguien pide consejo sobre qué cosméticos le convienen, significa que está en dificultades, pero por ahora solo quiere apoyo". Si el caso lo requiere, el personal de "Rumianki i bratki" establece contacto directo con la persona, utilizando un lenguaje codificado (con frases tales como: "Por favor, escribe algo más sobre tu piel") para evitar ser detectados. Si alguien hace un pedido de entrega a domicilio, es una señal de que su situación es grave y se debe llamar a la policía.

Krystina Paszko, creadora de la web.

Krystina Paszko, creadora de la web.

El Comité Europeo Social y Económico ha premiado la idea con 10.000 euros por ser un "extraordinario ejemplo de solidaridad en los tiempos de la Covid-19" y ofrecer "inspiración" para iniciativas similares. Además de señalar que durante el año pasado –y especialmente durante los períodos de confinamiento– "Camomila y pensamientos" ha ayudado a unas 350 mujeres, Paszko aprovechó para dar las gracias a todos los profesionales que le ayudaron a poner en marcha su proyecto, desde psicólogos hasta abogados, en su discurso al recibir el premio. Esta web de apoyo a mujeres fue una de las 23 galardonadas de entre las 250 candidaturas presentadas desde 21 países.

"No puedo imaginar mi vida sin ayudar a los demás. Mi vida entera se orienta a ayudar al prójimo", asegura la joven. Aparte de poner en marcha y gestionar la "tienda", Krystyna dedica su tiempo a un grupo de estudiantes contra el cambio climático y es miembro del grupo "Związek Harcerstwa Polskiego", parecido a los boy scouts.

La génesis

Krystyna cuenta que la idea surgió al conocer un sistema parecido que se usa en Francia. Allí, las mujeres que necesiten ayuda en una situación de violencia doméstica pueden acudir a una farmacia y pedir "mascarillas del número 19", lo que quiere decir que son víctimas de maltrato y necesitan ayuda. La joven polaca pensó replicar esa idea de una manera que fuese accesible para todo el mundo, incluso menores de edad, y por eso decidió que debía aprovechar algo tan común como las compras por internet a través del móvil o el ordenador. Con frecuencia, los maltratos en el ámbito doméstico incluyen la vigilancia de comunicaciones y contactos personales, espionaje del correo electrónico e incluso la reclusión obligada en casa. Visitar una tienda de cosméticos naturales es algo que normalmente pasa desapercibido.

"Lo hice pensando en ayudar a mis amigos y vecinos, pero cuando la web llegó a tener más de mil contactos me di cuenta de que estaba ayudando a mucha más gente", asegura. En los períodos de confinamiento del año pasado, Krystyna vio cómo las solicitudes de ayuda se disparaban. Los casos han incluido desde consejo legal sobre si deben permitir que las exparejas se pongan en contacto con los niños sin respetar la cuarentena o seguridad hasta la violencia psicológica, pasando por agresiones físicas o amenazas y expulsiones del domicilio familiar.

En Polonia, donde tradicionalmente se considera la violencia doméstica como un asunto privado y que se da normalmente en familias disfuncionales, fue notorio el caso de un prominente político del partido en el gobierno, el ultraconservador PiS, que maltrató a su esposa durante años. Karolina, la esposa de Rafał Piasecki, tuvo que recurrir a subir vídeos a YouTube para probar las vejaciones a las que le sometía su marido, y que había denunciado años antes a la policía sin obtener ayuda. De puertas afuera, la pareja era considerada como modélica, y Piasecki aseguraba haber sido "educado en los valores cristianos y el respeto al rol tradicional de la mujer".

Manifestación contra las restricciones al aborto en Polonia.

Manifestación contra las restricciones al aborto en Polonia. Reuters

Dos años después, Piasecki fue condenado a dos años de cárcel y le fue prohibido acercarse a menos de 50 metros de Karolina durante cinco años. Sin embargo, aunque este caso recibió gran atención por parte de los medios, no es único. Incluso algunos diputados, como Łukasz Zbonikowski y Waldemar Bonkowski han sido acusados de maltrato por parte de sus esposas en los últimos años.

Cuando llegó al poder en 2015, el PiS recortó las ayudas a las ONGs que se ocupan de las mujeres víctimas de violencia machista, alegando que su servicio era discriminatorio al brindar ayuda solo a las mujeres. Y en julio del año pasado, el gobierno polaco decidió, adoptando una postura defendida por la Iglesia polaca, retirar al país de la Convención de Estambul. Este grupo combate la violencia contra las mujeres, pero el gobierno polaco considera que "promueve la ideología LGBT". Una de las funciones de la Convención es acordar definiciones legales comunes para delitos como la violación, de manera que la jurisprudencia de los países miembros considere determinadas acciones con la misma gravedad. En Polonia, en noviembre del año pasado, un hombre fue absuelto de violar a su hija de 14 años porque según el juez "la víctima no se resistió".

El 63% de las polacas aseguran haber sufrido alguna forma de violencia doméstica según un informe encargado por el actual gobierno, pero nunca publicado oficialmente. El contenido del mismo se dio a conocer gracias a una filtración de la prensa. Según un informe de la Comisión de la Agencia Europea de Derechos Humanos publicado el año pasado, los países europeos con un mayor porcentaje de casos de violencia contra las mujeres son Dinamarca (un 53% la han sufrido), Finlandia (47%) y Suecia (46%); los que menos: Polonia (19% de las mujeres han sido maltratadas alguna vez), Austria (20%) y Croacia (21%), si bien estos datos se refieren a casos denunciados.

La página de la joven Krystyna Paszko saluda a sus visitantes con un mensaje cuyo doble sentido pasa desapercibido para todos excepto para quienes más lo necesitan: "En caso de problema, contáctanos en un mensaje privado. ¡Cuídate!".