La joven fue víctima de un robo.

La joven fue víctima de un robo.

Mujer

La pesadilla de Mar con Hacienda: descubre que está casada con un 'sin papeles' y tiene una deuda de 7.200 €

La joven explica el problema económico al que se tuvo que enfrentar tras ser víctima del robo de su bolso, por el que perdió el DNI y toda su documentación.

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El día que Mar cumplía años, lo último que esperaba era recibir una carta de Hacienda. Un sobre que, sin quererlo, marcó el inicio de una pesadilla burocrática que le provocaría meses de ansiedad.

Con un aviso frío y contundente, Mar se enteraba de que con tan solo 21 años estaba casada y debía 7.200 euros por una supuesta estafa al Estado.

Al principio pensó que se trataba de un error, una confusión o incluso una broma. Sin embargo, al leer con calma descubrió algo todavía más absurdo: figuraba como pareja de hecho de un hombre, sin papeles, al que encima, no conocía.

"Bueno, yo me entero ya directamente con la multa de 7.200 € cuando llega a mi domicilio", explica en una entrevista en COPE aún incrédula.

El origen de todo parece estar en el robo de su bolso, ocurrido meses antes. Dentro llevaba su DNI, tarjeta sanitaria y otros documentos personales. Al denunciar el robo, pensó que con eso bastaba. Pero no fue así.

"Cuando denuncié el bolso me dijeron que estas cosas pasan, que esto lo tenía que solucionar Hacienda", recuerda con indignación.

Sin embargo, cuando acudió a Hacienda para aclarar el asunto, la respuesta no fue la que esperaba. "Me dijeron que no podían parar el procedimiento porque estábamos ya fuera de plazo y que pagara, y que ya pues si eso reclamaríamos", explica.

Desde entonces, Mar vivía en una montaña rusa de papeleo, llamadas y mucha, pero mucha, ansiedad.

"La verdad es que es una situación que no parece real", confiesa. "Tú lo piensas y dices: ¿cómo me puede pasar esto a mí?, con un estrés, con un mal cuerpo, sin dormir bien, diciendo: es que tengo una multa muy grande encima de algo que no he hecho".

Afortunadamente, después de meses de reclamaciones y con ayuda de un abogado, la situación pudo solucionarse.

"Se han puesto medios y se ha podido solucionar, pero claro, hasta entonces hemos estado con un sufrimiento que no necesitábamos, la verdad", comenta aliviada.

Y es que aunque su historia parece sacada de película, "gracias a Dios" ha terminado bien.

Por ello, la joven recuerda que denunciar no siempre basta, y que a veces la espera de la burocracia puede hacer que una víctima se sienta, durante mucho tiempo, como la culpable.