Elon Musk y Donald Trump en la Casa Blanca

Elon Musk y Donald Trump en la Casa Blanca Molly Riley

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La 'trumpización' de Musk le cuesta a Tesla 3.400 millones en ingresos del automóvil que busca salvar con la energía

Pese a recortar el precio medio de venta, la firma vende 56.000 unidades menos y lo achaca a la adaptación de las líneas para acoger el nuevo Model Y.

Más información: Tesla recorta sus ventas un 13% hasta marzo y crece la preocupación por la gestión de Musk

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La llegada de Elon Musk a la Administración Trump le está suponiendo más de un quebradero de cabeza al empresario sudafricano. Los resultados del primer trimestre de Tesla no hacen más que mermar la confianza de los consumidores, ya no solo en Europa, sino también en Estados Unidos.

La compañía disminuyó su cifra de negocios un 9% al cierre del primer trimestre del año, hasta alcanzar los 19.335 millones de dólares (16.944 millones de euros al tipo de cambio actual). Ahora bien, la facturación del negocio automovilístico, su principal fuente de ingresos, se ha reducido en 3.411 millones de dólares (2.989 millones de euros) o un 20% menos.

Cabe recordar que la compañía norteamericana aplica una exhaustiva política de recorte de precios con el objetivo de cumplir con los objetivos marcados por Musk. Unos objetivos que no se alcanzaron ni en 2022 ni en 2023 ni en 2024, cuando por primera vez en una década recortó las ventas.

Ahora bien, Tesla reconoce que a lo largo del primer trimestre ha llevado a cabo una reducción en los precios medios de venta de sus vehículos. De hecho, estos recortes de precios no hacen más que mermar el valor residual de sus vehículos.

Una situación que tampoco ha evitado que las entregas de la compañía hayan caído un 13% al cierre del primer trimestre, con 336.681 unidades.

La compañía ha dejado de vender 56.000 vehículos entre enero y marzo. Una caída que en su mayoría achaca a la adaptación de las líneas de montaje del Model Y. Entre el Model 3 y el Model Y, Tesla ha dejado de vender 51.000 unidades, mientras que ha perdido la venta de 5.000 unidades de otros modelos.

Los costes de Tesla por la venta de vehículos registraron una caída del 18%, hasta los 11.700 millones de dólares (10.273 millones de euros), debido al descenso en las ventas, al menor coste de las materias primas y a un impacto positivo derivado del fortalecimiento del dólar frente a otras monedas.

Alza de la energía

Para suplir la importante caída de los ingresos del negocio automovilístico, Tesla ha registrado un incremento en el negocio de generación y almacenamiento de energía.

Esta división ha logrado unos ingresos de 2.730 millones de dólares (2.393 millones de euros). El alza obedece a un incremento en las instalaciones de Megapack y Powerwall.

Así, la compañía desplegó un total de 10,4 GWh de energía durante el primer trimestre del año, casi tres veces más que en el mismo periodo del año anterior.

No obstante, la compañía también ha reducido el coste de Megapack. De hecho, la planta china de Shanghái ha producido más de 100 Megapacks en el primer trimestre del año, mientras que la instalación de Powerwall superó por primera vez en un trimestre 1GWh.

Asimismo, el coste de los ingresos por generación y almacenamiento de energía se incrementó un 58%, hasta alcanzar los 1.945 millones de dólares (1.706 millones de euros).

Ahora bien, pese a que Tesla quiere incrementar para este año el despliegue de instalaciones energéticas en un 50%, esta división está más expuesta al incremento arancelario que el negocio automovilístico.

Crecen los servicios

Otra pata del negocio que ha visto incrementada su aportación a la cifra de negocios de la compañía han sido los servicios. Esta división aportó unos ingresos de 2.638 millones de dólares (2.317 millones de euros), lo que equivale a un incremento del 15% en la comparativa interanual.

El crecimiento de esta división vino motivado por el incremento de los ingresos por el pago de los Supercargadores, los servicios de mantenimiento fuera de garantía, reparaciones por colisión, así como al aumento por la venta de vehículos usados y la venta de repuestos.

El daño de Musk

El daño causado a Tesla por su propio consejero delegado y fundador no es menor. El paso del excéntrico magnate sudafricano por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) estará "marcado para siempre", según explican Daniel Ives y Sam Brandeis, analistas de Wedbush.

De hecho, se estima que la imagen de Musk como representante de la Administración Trump suponga la destrucción del 10% de la demanda futura.

El problema de Tesla se agrava si se tiene en cuenta que BYD, su rival en la carrera por liderar las ventas de vehículos eléctricos, le superó en cifra de negocios por primera vez en 2024.

Musk ha reconocido que reducirá su dedicación al frente de DOGE a partir del próximo mes de mayo. Una noticia que vino acompañada de un rebote en el precio de los títulos de la compañía.

Impacto arancelario

La compañía norteamericana no escapa al alza arancelaria impuesta por la Administración Trump. Pese a que fabrica sus coches en territorio estadounidense, ninguno de los vehículos está construido al 100% en territorio yanqui.

Pese a que la compañía no ha ofrecido previsiones de cara al ejercicio 2025 -lo hará transcurrido el primer semestre del año-, Tesla sí reconoce que los aranceles "podrían afectar la estructura de costes y la disponibilidad de nuestra cadena de suministro global, impactando no solo la producción de vehículos, sino también la expansión de nuestras instalaciones".

Vaibhav Taneja, director financiero de Tesla, reconoció que cada vehículo vendido en Estados Unidos se encarecería en 2.000 dólares (1.760 euros), en caso de que entrasen en vigor los aranceles recíprocos, pausados durante 90 días por Donald Trump.

En lo que sí se ha reafirmado la compañía es en el lanzamiento de la producción del robotaxi, denominado Cybercab, en la factoría de Austin en junio de este año, así como el lanzamiento de su modelo eléctrico asequible para la misma fecha.