Un gato naranja.

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Mascotario

Manuel Manzano, veterinario, revela la planta que relaja a los gatos: "No se puede utilizar por más de 2 semanas, 1 vez al día"

El especialista afirma que la valeriana posee una dualidad en el reino felino, desencadenando efectos diferentes según las circumstancias.

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Angelica Rimini
Publicada

Las plantas y las hierbas secas tienen propiedades sedantes y relajantes tanto en humanos como en animales. Muchas se utilizan como tratamientos que actúan sobre la mente y las emociones.

Medicar a los animales con plantas es una práctica cada vez más frecuente. Sin embargo, en el caso de los gatos se debe tener especial precaución, ya que muchas plantas pueden resultar tóxicas para ellos.

"La valeriana posee una dualidad en el reino felino", afirma el veterinario Manuel Manzano en un vídeo de YouTube. Esta planta, tradicionalmente conocida por sus propiedades sedantes en humanos y perros, también puede administrarse a los gatos.

"Puede provocar desde un efecto excitante y adictivo hasta una sensación de sedación". El experto explica que ambos extremos pueden manifestarse en estos pequeños felinos.

Una descarga de neurotransmisores

Manzano indica que, si bien es común pensar que la valeriana relaja a los gatos —como lo hace en situaciones de nerviosismo, tracas o petardos—, a menudo ocurre lo contrario: "se vuelven locos, se ponen a correr, a saltar, a jugar".

Esta reacción inesperada se produce cuando el gato huele los aromas de los aceites esenciales de la valeriana. Según el veterinario, esto provoca una "descarga de neurotransmisores excitante" a nivel del sistema nervioso central.

Aunque la ciencia aún no ha determinado la causa exacta, el experto confirma que la valeriana puede generar un efecto adrenalínico en el gato, que se muestra muy juguetón, de forma similar a como ocurre con la hierba gatera o el catnip.

El veterinario enfatiza que, aunque la valeriana puede emplearse como excitante si el animal está deprimido o decaído, es fundamental no abusar de ella, ya que tiene además un efecto adictivo.

Una o dos veces

La recomendación profesional es clara: "No utilizar la valeriana de forma consecutiva por más de dos semanas, administrándola como máximo una o dos veces al día".

"Me pasó una vez que una señora tenía la costumbre de darle valeriana a su gato, y de repente esta planta comenzó a causarle un efecto excitante, así que dejó de administrársela. Sin embargo, el animal, cada vez que la mujer tomaba valeriana, se volvía loco: había desarrollado dependencia", cuenta. Manzano aconsejó a la dueña dejar de tomar la planta durante un tiempo y observar la evolución del animal.

Los riesgos

"Aunque la ciencia todavía no ha determinado qué moléculas intervienen exactamente, sí se sabe que mezclar un producto tranquilizante para gatos con valeriana puede ser extremadamente peligroso", advierte.

Por ejemplo, si se utiliza un medicamento como la mirtazapina (una crema que se aplica en la oreja para estimular el apetito y relajar al gato) y se añade una infusión de valeriana, el resultado puede ser un "bajón brutal".

"El efecto es sedante". Ante el riesgo de esa potenciación, el veterinario recomienda siempre consultar a un profesional para valorar las dosis y las posibles consecuencias.