Un chico y una chica con un perro y un gato.

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Noe Terrassa, investigadora, sobre el concepto de familia multiespecie: "Este modelo se formó en el siglo XIX"

Durante el V congreso de los derechos animales, la asociación FAADA aborda la resistencia cultural al nuevo modelo de convivencia, explicando de dónde surge el fenómeno.

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En el marco del V Congreso de los derechos animales en el Ministerio de los derechos de Madrid, se presentó una ponencia centrada en la deconstrucción del concepto tradicional de familia a través de la lente del posthumanismo y el feminismo.

La exposición, abordada desde las humanidades, buscó responder a la pregunta de por qué las personas consideran a los animales miembros de su familia, situando este fenómeno en el contexto histórico y social contemporáneo.

"El concepto multiespecie ya es una realidad: países como España, Japón o ciudades como Nueva York ya cuentan con más animales de familia que menores humanos", afirma Noe Terrassa, investigadora de la asociación FAADA.

Respecto al marco normativo español, la modificación del Código Civil de 2021 establece que los animales son seres vivos, dotados de sensibilidad.

Además, la Ley 7/2023 de protección animal (Artículo 26) afirma que los titulares tienen la obligación de mantener a los animales integrados en el núcleo familiar. "Los animales son considerados miembros de la familia mucho antes de que el reconocimiento de los derechos se demuestre legalmente".

La deconstrucción de la idea de familia

La investigadora aborda la resistencia cultural al nuevo modelo de convivencia, señalando que los esquemas del pensamiento tradicional se están abandonando. "Siempre se ha dado por sentado que las familias estaban conformadas por humanos y no es así".

Existe una reacción social difundida ante el término "familia multiespecie" que impide el desarrollo lingüístico natural. "A mucha gente le estalla el cerebro, pero luego podemos ver en redes sociales que los perros son parte de la familia y nadie le dice nada".

Este fenómeno, según ella, es parte de una resistencia a lo nuevo, dado que las sociedades están conformadas por instituciones estables y hay una inestabilidad cuando se construyen nuevas.

Movimientos como el feminismo y el posthumanismo están exponiendo el antropocentrismo y las relaciones jerárquicas asimétricas que caracterizaron al humanismo moderno occidental.

"Estos se basan en binarismos rígidos (naturaleza/razón, humano/no humano) que se están desestabilizando en la actualidad, propiciando la caída de estructuras armónicas como el amor romántico, el matrimonio y la familia".

Por esto, es importante resaltar la perspectiva postbinaria, que trata "sobre animales y humanos por igual". Recordando que todas las especies proceden de un ancestro común hace 4,000 millones de años. "Esto funciona como una cura de humildad".

La ética del cuidado

Sin embargo, fue en el siglo XVI, durante la Ilustración, cuando "la razón se convierte en un indicador biológico para designar la superioridad de la homosen sobre el resto de las especies", un evento que desembocó en el Antropoceno.

En contraste con la "lógica de la dominación" utilitarista, la ética del cuidado es esencial para establecer conexiones significativas. La investigadora citó a la pensadora Donna Haraway, recomendándola especialmente a los interesados en el tema.

Haraway equipara los vínculos interespecie con los intraespecie, y su enfoque se centra en la capacidad de construcción conjunta de vínculos basados en los cuidados, donde "los animales no precisan ser humanos para ser miembros de la familia multiespecie".

En este sentido, la ética del cuidado se diferencia de una ética basada puramente en la justicia (que se centra en derechos abstractos), ya que pone el énfasis en la contextualidad de las relaciones.

Reconocer una existencia

Las causas para la reconfiguración familiar son múltiples, incluyendo la globalización, la precariedad socioeconómica (futuro incierto de las nuevas generaciones), el rechazo al amor romántico (heteropesimismo), la conciencia medioambiental y las neurodivergencias.

"Nombrar la familia multiespecie permite reconocer y materializar su existencia. Es decir, no implica nada más". Citando a la filósofa Adela Cortina, explicó: "La historia de la humanidad es el intento de poner nombres a las cosas para hacerles hacerlas nuestras".

"Muy probablemente lo que hoy puede resonar un poco extraño, dentro de 10 años estará supernormalizado y a nadie le parecerá un concepto con ninguna carga especial".

Actualmente, el perro se encuentra en un lugar privilegiado, operando como el caballo de Troya de las familias multiespecie, mientras que los vínculos interespecie son vistos como una fuente inconmensurable de ternura y de cuidados necesaria para sostenernos en el siglo XXI.