Ana Paneque, directora del hotel Only You en Málaga.
"Los turistas buscan lo auténtico en Málaga y hay que trabajar para no perderlo y apoyar a los negocios de toda la vida"
Ana Paneque, directora del hotel Only You en Málaga, afirma que "hay que apostar por turismo de calidad, dar un buen servicio y una tarifa acorde a esa calidad" con el objetivo de que haya una buena convivencia entre los malagueños y los visitantes.
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Ana Paneque es un torrente de energía. Es de esas personas con las que congenias al momento y podrías estar hablando horas aunque la acabes de conocer.
Su padre trabajaba en un emblemático hotel de la capital y ha vivido el turismo desde niña. Estudió la carrera y ha tenido la oportunidad de trabajar en grandes establecimientos en Marbella, Dubái y en la capital malagueña.
También ha sido protagonista en el germen y desarrollo del Círculo Empresarial de Málaga o del Uppery Club.
Desde el pasado 1 de julio es la nueva directora del hotel de cinco estrellas Only You en Málaga, situado en la antigua Equitativa.
Paneque es la protagonista de nuestra sección A título personal de este domingo. Nos recibe en el restaurante Lola con unas magníficas vistas del puerto y del centro de la ciudad. Es una mañana soleada.
Es malagueña y hotelera por los cuatro costados.
Sí, soy malagueña. He tenido la oportunidad de vivir en un par de ocasiones fuera. Estudié Turismo aquí en Málaga, y desde pequeña tenía claro que quería dedicarme a ello, porque mi padre también ha sido hotelero.
Siempre me ha gustado la hospitalidad y recibir gente en casa. Me orienté hacia el mundo del turismo y los hoteles. Cuando terminé de estudiar, me fui un año a Inglaterra para perfeccionar el inglés. Luego fui también a Dubái.
¿Cómo fue su experiencia en Dubái?
Muy bien. Al volver a Málaga desde Inglaterra, empecé a trabajar en Ritz Carlton, una marca de Marriott, en el Hotel Villapadierna. Además, tuve una experiencia curiosa, porque coincidí con la visita de Michelle Obama mientras trabajaba allí.
Aprendí muchísimo en ese hotel y fue el comienzo de mi trayectoria en turismo, especialmente en ventas. Viajé mucho, conocí a mucha gente y surgió la posibilidad de ir a Dubái porque estaban en la preapertura de un hotel de Ritz Carlton. Quería salir de nuevo de España y me fui para allá. Allí estuve dos años.
El ritmo de trabajo era muy fuerte, trabajábamos seis días a la semana porque allí los convenios no existen como tal. El hotel era enorme, con 500 habitaciones y salones para eventos de 1.000 personas.
Paneque posa tras la entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Fue una experiencia muy potente tanto laboral como personalmente, porque convivías con gente de muchos países. Era muy enriquecedor culturalmente.
Además, en Dubái puedes disfrutar de sitios espectaculares aunque seas un trabajador normal; hacer planes de rico que aquí parecen inaccesibles allí es lo habitual. También viajé mucho y fui al desierto, fue una etapa muy buena.
¿Cuándo volvió a Málaga?
Volví en el año 2012. Justo en ese momento me enteré de una vacante en el Hotel Molina Lario. Tenía ganas de volver y también estaba mi pareja aquí. Todo fue muy rápido; un sábado volé de Dubái y el lunes ya estaba trabajando en Málaga. Fue muy enriquecedor y disfruté mucho esa etapa en la cadena Gallery, donde estuve siete años. En esos años me casé, tuve mis dos hijos y fue una etapa personal muy bonita.
¿Por qué dejó el Molina Lario?
Tuve una experiencia de team building en Dubái, donde nuestro equipo de ventas pasó un fin de semana ayudando en una residencia de chicos con problemas mentales. Estuvimos pintando paredes, limpiando, cambiando colchones… Aquello nos transformó como equipo; humanizó el departamento y me marcó.
Cuando volví a Málaga vi que faltaba oferta de actividades de responsabilidad social corporativa para grupos extranjeros, y había un nicho de mercado ahí. De pequeña además estudié en un colegio de monjas y quería ser misionera, por lo que tenía esa inquietud por ayudar a los demás.
Empecé a desarrollar el proyecto Dejando tu huella para que grupos dejaran realmente su huella en Málaga, ayudando en actividades sociales o ambientales.
"Cada vez hay estancias más largas de personas que vienen para descubrir Málaga"
Me enamoré del proyecto y al avanzar con él tuve que decidir entre seguir en el hotel o lanzarme con mi idea. Tenía un buen empleo en el hotel, pero quería montar mi empresa. Mi familia se echó las manos a la cabeza, sobre todo porque tenía dos niños pequeños, pero es verdad que me apoyaron y me animé. Empecé sola, luego se sumó un socio y trabajamos bastante bien. Hicimos actividades para empresas importantes.
Y llega el Covid.
Justo nos pilló el coronavirus cuando estábamos arrancando. Me di de alta como autónoma en febrero de 2020 y en marzo nos confinaron. Fue difícil porque nuestra propuesta era para grupos e internacionales, y todo se paró.
Probé alguna actividad online como un taller de cocina solidario pero no me gustó. Decidí entonces darme a conocer como organizadora de eventos en Málaga con nuestro sello de sostenibilidad. Me asocié al Círculo Empresarial de Málaga y de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga.
El Círculo Empresarial estaba empezando y me propusieron coordinar la asociación, por lo que pasé de socia a staff y estuve trabajando con ellos un año muy bueno.
Paralelamente, seguía con mi empresa y colaborando con Cruz Roja en proyectos bonitos, como una ludoteca en un centro de refugiados.
¿Cómo acabó en el Uppery Club?
Mientras compaginaba todo, me llamaron de Uppery Club para ser gerente del club. Fue una decisión difícil porque me gustaban mis otros trabajos y también Cruz Roja, pero estaba en tres trabajos, mis niños y necesitaba centrarme.
"Me di de alta como autónoma en febrero de 2020 y en marzo nos confinaron. Fue difícil porque nuestra propuesta era para grupos e internacionales, y todo se paró"
Finalmente me incorporé en Uppery en marzo de 2022. Ha sido un gran reto: abrir un club, explicarlo y consolidarlo, trabajar con personas muy dinámicas. He aprendido muchísimo y, ahora el espacio está en un momento muy dulce, consolidándose y con cada vez más eventos.
Y recientemente se ha ido de Uppery para entrar como directora del hotel Only You en Málaga.
Me llamó Pedro Echeverría, un amigo que conocí en Dubái y que era el director del Only You aquí en Málaga. Me dijo que se iba porque se iba a un proyecto nuevo en Montenegro y pensó en mí como directora en el Only You.
Me quedé en shock. Yo tenía pocas expectativas y no creía encajar en el perfil porque Málaga tiene mil novios de directores de otros hoteles, pero envié mi currículum, hice entrevistas y finalmente fui seleccionada. Entré como directora del hotel hace tres meses, el 1 de julio.
¿Está contenta con el cambio?
Muy contenta. El hotel tiene mucho potencial tanto sociales como corporativos. Además la marca Only YOU se caracteriza por la conexión con la cultura y ser un punto de encuentro para viajeros y locales y eso me encanta.
¿Cómo ha ido el verano, que lo ha trabajado prácticamente entero?
Muy bien. Hemos tenido una ocupación muy buena. He puesto mucho foco en la excelencia y conocer a todos los miembros del equipo. El 87% de nuestros clientes son internacionales y ha crecido mucho el mercado norteamericano por los vuelos directos.
¿Qué le dicen de Málaga los turistas que vienen? ¿Les gusta o no?
Sí. La gente se sorprende mucho por la ciudad a nivel museístico. Hay turistas internacionales que antes no venían a Málaga capital sino a otros puntos de la costa y ahora vemos que hay más interés por conocer la ciudad, sobre todo toda la parte cultural que Málaga ofrece.
Yo creo que la gente busca mucho lo auténtico. Nosotros recomendamos Pedregalejo, porque soy de allí, pero también que los visitantes no se queden sólo en el centro y se muevan a otras zonas y a pueblos como Ronda, Nerja y Frigiliana. Eso gusta mucho a los turistas.
Cada vez hay estancias más largas de personas que vienen para descubrir Málaga. Nuestro fuerte es el turismo vacacional. La gente viene buscando algo auténtico, la gastronomía y la oferta cultural que Málaga tiene hoy en día, que es una maravilla.
Ana Paneque.
Muchas personas comentan que Málaga está perdiendo identidad, sobre todo, en el centro. ¿Cómo lo ve usted?
Cada vez que una mercería de toda la vida o un negocio tradicional cierra, es un dolor para un malagueño. Pero también es cierto que, con los precios de alquiler en el centro, es difícil que los negocios tradicionales puedan permitirse estar en la calle Larios o en las calles de alrededor.
Creo que hay que trabajar para no perder esa autenticidad y que no pase como en otras grandes ciudades, donde es difícil encontrar autenticidad en el centro. En Málaga todavía estamos a tiempo de mimar eso y no perder esos negocios de toda la vida, facilitar que sigan operando las pequeñas tiendas y los ultramarinos.
No podemos hacer un teatro, hay que mantener la esencia; aunque haya que subirse al carro de la globalización y de las grandes marcas, creo que hay que cuidar también el negocio local.
¿Qué opina de la turismofobia?
Entiendo la turismofobia por el precio del alquiler y la masificación y hay sectores de la población más en contra del turismo. Creo que hay que apostar por turismo de calidad, dar un buen servicio y una tarifa acorde a la calidad. Ese turismo es el que debemos seguir promoviendo.
Que vengan muchos visitantes, que Málaga siga creciendo pero apostando por la calidad. Mantener la ciudad limpia, los barrios. Que se cuide todo y podamos convivir y disfrutar Málaga, que el malagueño siga disfrutando del centro.