Floristería Mercedes.
Mercedes, florista en la Alameda, alto y claro sobre la situación de Málaga: "Si le quitas el turismo..."
"Algo tendremos de bueno como para que vengan. Hay que mirar el lado positivo", comenta.
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La Alameda Principal era distinta hace tan solo unos años atrás. Donde antes había coches, ahora se puede pasear o montar en bici, aunque el cambio más grande lo han sufrido los propios comerciantes.
No solo por la llegada del metro o la peatonalización de la gran calle, sino por la llegada de mucha más gente. Pero les ha venido para bien, o al menos eso cree Mercedes, trabajadora en la floristería que lleva su nombre.
Pero para ella la afluencia de visitantes es algo normal considerando el lugar en el que vive: la Costa del Sol. Plagada de playas, ha de subsistir gracias a los viajeros. O al menos eso considera Mercedes, que se pregunta: "si le quitas el turismo a Málaga, ¿de qué va a vivir?".
Mercedes trabaja en la floristería desde hace 37 años. Ha vivido muchos cambios, demasiados. El más reciente: la transformación de la Alameda Principal. A pesar de que la obra les perjudicó, está encantada con la terminación y poder ver toda Málaga desde su puesto.
Una Málaga cada vez más plagada de turistas, aunque la mujer considera que es algo que habla bien de la ciudad y de su gente. "Algo tendremos de bueno como para que vengan. Hay que mirar el lado positivo", comenta la mujer.
Prefiere no hacer caso a los agoreros y es que tampoco entiende a aquellos que se quejan del visitante. Sin industria, a la ciudad solo le queda la playa, que se nutre del turismo. Y, a su parecer, Málaga ha de vivir de él.
De hecho, da un paso al frente y asegura no creer "que Málaga vaya a peor por el turismo". Es más, los supuestos malos comportamientos del visitante de los que se queja mucha gente, Mercedes confirma haberlos presenciado. Aunque por parte del turista nacional, no del extranjero.
No niega que habrá zonas o momentos. Sin embargo, considera que esta propaganda forma parte de un plan estratégico o un desvío "para que no estemos pensando en lo que pasa en el gobierno".
Mercedes asegura que "no sabemos lo que queremos". Parece que si viene el turista, es algo malo. Pero si no viene, también lo es. Entonces, ¿en qué quedamos?