Diego y Cristina, chefs de Palodú.

Diego y Cristina, chefs de Palodú. A.J.

Gastronomía

Diego y Cristina, los nuevos chefs de estrella Michelin en Málaga: "No imaginábamos esto cuando abrimos hace 10 años"

La esencia de Palodú es la cocina de proximidad, con el producto malagueño como base y una visión que se nutre de la experiencia profesional de ambos.

Más información: Así se come en Palodú, la nueva estrella Michelin de Málaga: dos menús y servicio para 24 comensales

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Las claves

Los chefs Diego Aguilar y Cristina Cánovas, fundadores del restaurante Palodú, han obtenido su primera estrella Michelin tras una década de trayectoria.

Palodú comenzó como un pequeño gastrobar en Teatinos y, tras su mudanza al centro de Málaga, se ha consolidado con una propuesta basada en producto local y cocina de proximidad.

El restaurante, con aforo para 24 comensales y un equipo de nueve personas, destaca por su organización laboral enfocada en la conciliación y el bienestar del equipo.

Los chefs consideran que este reconocimiento impulsa la oferta gastronómica malagueña y refuerza la importancia de modernizar el sector hostelero.

En 2014, cuando los chefs Diego Aguilar (36) y Cristina Cánovas (34), decidieron embarcarse en la aventura de montar su propio restaurante, nunca llegaron a pensar lo que la vida les depararía una década después. El entonces pequeño gastrobar de Teatinos, Palodú, es ahora uno de los establecimientos del centro de Málaga que cuentan con la distinción más preciada: la estrella Michelin.

El 25 de noviembre de 2025 quedará grabado para siempre en la memoria de ambos, cuando consiguieron llegar al olimpo gastronómico de la Guía Michelin, que celebraba su primera gala en Málaga.

Una mezcla de incredulidad, emoción y vértigo acompañó a la pareja desde el momento en que escucharon su nombre entre los premiados, un instante que ambos describen como un auténtico "shock".

"El factor sorpresa es lo bonito de la gala de Michelin. Tienes las mariposas en el estómago, pero no sabes si va a salir tu nombre o no. Cuando lo escucha, es como si se te taponaran los oídos", cuenta Diego, y Cristina coincide: "No era consciente de nada, solo escuchaba murmullo. Ver después los vídeos ha sido alucinante".

"Lo que nos imaginábamos hace diez años era disfrutar de lo que hacíamos, al igual que ahora, y ha llegado esto, es increíble", relatan.

Palodú nació inicialmente en Teatinos como un pequeño gastrobar. Allí fueron creciendo, evolucionando, hasta que en 2023 se mudaron a la calle Sebastián Souvirón, en pleno centro. "Estábamos en un punto en el que habíamos tocado techo. Cuando surgió esta oportunidad, dijimos: lo hacemos sí o sí", explican.

Diego Aguilar y Cristina Cánovas, durante la gala.

Diego Aguilar y Cristina Cánovas, durante la gala.

El restaurante cuenta con un aforo de 24 comensales, dos menús degustación y una identidad culinaria muy definida.

La esencia de Palodú es la cocina de proximidad, con el producto malagueño como base y una visión que se nutre de la experiencia profesional de ambos.

Se conocieron en el restaurante Lago, en Marbella, cuando Cristina terminaba sus prácticas y Diego trabajaba allí durante el verano. Después siguieron formándose en Barcelona, incluyendo una etapa en Tickets con Albert Adrià, antes de volver a Málaga para comenzar su propia aventura.

Proceso creativo

Sobre su proceso creativo, lo resumen así: "Cada uno aporta ideas y vamos afinándolas juntos. El menú está esquematizado y lo vamos modificando según la temporada, cambiando platos pero manteniendo una base".

La estrella Michelin abre ahora una nueva etapa para Palodú, que ya está comenzando a recibir sus primeras reservas para estos días post-gala. "Ahora no sabemos muy bien cómo va a ir todo, pero estamos organizándonos. El viernes ya empezamos con el servicio y mañana nos pondremos a trabajar con todas las elaboraciones", detallan.

Los chefs afrontan esta etapa con ilusión y prudencia, a la espera de recibir la placa característica de la distinción –el símbolo físico que Michelin envía a los restaurantes–. "Hay que gestionarlo bien, pero seguiremos como siempre, trabajando día a día".

Palodú cuenta con un equipo de nueve personas, al que consideran una familia. "Muchos tenemos hijos y lo que queremos es que todos tengamos vida más allá del trabajo", explican.

Por ello han implantado una organización muy clara en un sector en el que no siempre es fácil conciliar: cierran domingo y lunes, y cada miembro del equipo disfruta además de un tercer día libre rotatorio durante la semana.

"La hostelería tiene que modernizarse, dejar atrás el modelo antiguo. Todo está evolucionando, y nosotros también debemos hacerlo", subrayan.

Tanto Diego como Cristina coinciden en que esta estrella no es solo un premio personal, sino una noticia positiva para la ciudad. “Creo que lo que nos ha pasado es muy bueno para Málaga. La oferta gastronómica está creciendo muchísimo y esto debe seguir subiendo. Es importante para todos”, dicen.