Lola, junto a una de sus empleadas.

Lola, junto a una de sus empleadas. Francisco Sánchez

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Lola, autónoma y dueña de una tienda en el centro de Málaga: "Antes éramos 18 zapateros en estas calles, ahora quedamos 3"

También denuncia la falta de aparcamiento, los alquileres inasumibles y la "odisea" de buscar personal.

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Francisco Sánchez
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Las claves

Lola, dueña de Calzados Tú y Yo en Málaga, destaca la drástica reducción de zapateros en el centro de la ciudad, pasando de 18 a solo 3.

Los desafíos para el comercio local incluyen problemas de aparcamiento, alquileres elevados y competencia de grandes cadenas.

La falta de relevo generacional y de personal dispuesto a trabajar en el comercio tradicional amenazan la continuidad de negocios históricos como la zapatería de Lola.

A pesar de los reconocimientos del Ayuntamiento, Lola insiste en que se necesita un apoyo real para solucionar los problemas del pequeño comercio malagueño.

En pleno corazón de Málaga, en una zapatería con más de medio siglo de historia, su propietaria, Lola, observa cómo el panorama laboral y comercial de la ciudad ha cambiado de forma radical. Desde que sus padres fundaron Calzados Tú y Yo en 1973, la tienda ha sido un referente para quienes buscan calzado de ancho especial y atención personalizada.

“La zapatería que yo llevo es muy difícil. No es solo vender zapatos, hay que entender de pies, saber de plantillas, ser un poco psicólogo para atender a la clienta que viene reventada. Eso no lo hace cualquiera”, afirma la propietaria.

Lola denuncia que esta falta de relevo generacional y de compromiso laboral no es el único obstáculo. Los problemas de aparcamiento, los alquileres inasumibles en calles céntricas como Larios y la competencia de las grandes cadenas han reducido drásticamente el número de pequeños comerciantes.

“Antes éramos más de 18 zapateros entre Calle Nueva, Calle San Juan y Plaza de la Constitución. Ahora quedamos tres, y dos son de fuera de Málaga, recuerda con anhelo sobre lo que fue en su momento los pequeños comercios de Málaga.

La comerciante reconoce que el Ayuntamiento ha realizado gestos, como entregarle un reconocimiento por ser uno de los locales históricos de la ciudad, pero insiste en que las medallas no solucionan los problemas reales.

“Está muy bien para la foto, pero si no arreglan el aparcamiento o apoyan de verdad al pequeño comercio, no sirve de mucho”, declara Lola.

Sin embargo, detrás de las vitrinas repletas de zapatos y del trato cercano que la caracteriza, hay una realidad que le preocupa: cada vez es más difícil encontrar personal dispuesto a trabajar en el comercio local.

“Ya no es como antes. La gente ahora prefiere ganar menos y vivir más. Yo llevo ocho años sin vacaciones; mis empleados sí, pero encontrar a alguien para trabajar es una odisea”, afirma Lola con contundencia.

Antes de trabajar, lo primero que preguntan es cuándo descansan”, afirma la dueña de Calzados Tú y Yo sobre los jóvenes con una contundencia propia de una mujer que está cansada de buscar trabajadores.

A pesar de las dificultades, Lola mantiene la pasión por su negocio y por el trato cercano con los clientes, muchos de los cuales son fieles desde hace décadas. Sin embargo, confiesa que no sabe qué pasará con la tienda cuando ella se jubile.

“Me gustaría que alguna de mis empleadas se quedara con ella, pero hoy en día la gente no quiere el sacrificio que exige este trabajo”, afirma la propietaria de Calzados Tú y Yo.

En sus palabras se mezcla la nostalgia por una Málaga más humana y el realismo de quien lleva toda una vida detrás del mostrador. Y, aunque asegura que seguirá al pie del cañón mientras pueda, su mensaje es claro: sin trabajadores dispuestos y sin un verdadero apoyo institucional, el comercio tradicional malagueño corre el riesgo de convertirse en un recuerdo más para el escaparate de la ciudad.